Culiacán, Sin.- Su mayor satisfacción es que el niño se sienta feliz, que le regale una sonrisa y un abrazo, cada vez que supera una prueba, al finalizar su entrenamiento diario en la pista de tartán de Ciudad Universitaria, y máxime si logra una medalla en cualquier evento.
Egresado de la Escuela Superior de Educación Física, desde 1995 Jorge Luis Salazar Pineda empezó a darse cuenta de que esos niños necesitaban otro tipo de desarrollo para mejorar su desempeño, no solamente era apoyarse en muletas, en guías, personas con parálisis cerebral, síndrome de down, le gusta ayudar a ese tipo de gente porque muchos no los atienden, lo hace de corazón desde hace 24 años.
Además del trato que les ha brindado a estos niños durante todos estos años, Salazar Pineda ha logrado detectar también talentos que han cosechado infinidad de medallas, siendo la mejor la de Querétaro en el 2016, en donde 15 atletas se colgaron más de 20 medallas de oro en la Paralimpiada Nacional, sin duda la más productiva.
¿Cómo empezó el trato con estos niños con discapacidad diferentes?
Todo empezó en el año 1995 en el ISDE, durante la administración de la profesora María del Rosario Valenzuela Medina, la primera mujer en tomar un cargo en el deporte con el gobernador Renato Vega Alvarado (QEPD), le tocaba acompañar a las delegaciones en Olimpiada Estatal y Paralimpiada, fue cuando le empezó a llamar la atención de estos niños.
Me fui metiendo con esos pequeños que necesitaban esa ayuda, quien les diera la mano para competir, esa mano que nadie les brindaba, para cubrir su prueba, con un aplauso, con ese paso, con un silbido, me resultaba algo novedoso también para mí, que me fui comenzando a sentir importante para ellos, es algo muy interesante porque lo sientes.
Jorge Luis
Destacó que en esa época llegaron los diversos programas del SICCED, cursos en los que fue avanzando en los diversos niveles, así como los cursos que ofrecía la Conade, para especializarse en el trato a estos niños.
Jorge Luis reconoce que se siente muy a gusto con ellos, ya se adaptó a ellos, y su mayor satisfacción es verlos en el podio, después de todo el proceso por el que han pasado durante cada ciclo.
¿Crees que había un rechazo por parte del entrenador en ese tiempo hacia la discapacidad?
“La verdad sí, era muy feo ese ambiente que se percibía en la pista cuando los acompañaba durante las competencias, no se veía a muchos que les tendieran la mano, cuando lo primero que se debía considerar, reconocer y que era de aplaudir, es el esfuerzo del niño por superarse”.
¿Es complicado, comparado al deportista convencional?
“Uno va de la mano con ellos, con cada una de su discapacidad, no es difícil, porque se notan las ganas que demuestran por tener un cambio en su vida, en su rutina diaria, lo ven como algo diferente, que luchan por mejorar cada día, no tienen límites para el deporte, porque lo hacen de corazón”.
¿Estás satisfecho con lo que les aportas?
“Bastante, estoy bien entregado a lo que les aporto, el ver su evolución poco a poco, cada día, aquí no esperas ver resultados en un corto plazo, sino es llevarlos de la mano lentamente, con mucha paciencia, el trabajo de todos se hace muy grande con el tiempo, y el trato que se les da en la pista no es para que vayan a ser campeones, siempre va a ser para que sean mejores cada día”.
¿No se reconoce a los guías?
Para nada, cuando es alguien tan importante como el entrenador, sobre todo para los ciegos y débiles visuales, que están con ellos desde la etapa de calentamiento, hasta la competencia durante todo el ciclo, no tienen estímulos, ni becas, nunca son tomados en cuenta por las autoridades, cuando son parte fundamental en el desarrollo de estos deportistas paralímpicos, casi como otro entrenador.
Salazar Pineda
¿Qué te ha dejado como entrenador?
“Solo satisfacciones con todo lo que hago, muy contento de poderles aportar, el ser parte de ellos, me dicen sus padres que me voy a ir al cielo, el abrazo de los niños, su sonrisa, ese reconocimiento creo es los que más me llana para estar cada día en la pista con ellos”.
Pero claro que también, además de ello, han surgido talentos que han llevado a Jorge Luis a ser reconocido por las autoridades por su trabajo, con el Premio Estatal del Deporte en par de ocasiones, otros dos años ha sido segundo lugar y dos segundos a nivel municipio.
Las puertas abiertas las tienen todos los niños con alguna discapacidad, en la pista de Ciudad Universitaria, en horario de 18:00 a 19:30 horas.
24 años lleva Jorge Luis entrenando a niños con alguna discapacidad
Jorge Luis Salazar Pineda
Entrenador
El trato que se les da a los niños en la pista no es para que vayan a ser campeones, siempre va a ser para que sean mejores cada día.
Salazar Pineda
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