Culiacán, Sin.- Luego de no cumplir con una materia de Paraescolar durante el semestre inicial de primer año de Bachillerato en el Cobaes, le fue impuesto un castigo que debía cumplir cabalmente y producto de ello tendría como recompensa le fuera entregado el documento comprobatorio y no afrontará problemas posteriores al finalizar el calendario escolar.
La protagonista de esta historia deportiva aduce que iban ingresando a la preparatoria y debían enlistarse en alguna de las actividades tecnológicas, que a ella le preguntaron si ya estaba y contestó que sí; sin embargo, mintió, razón por la cual no hizo el primer semestre de Paraescolar.
Cuando se dieron cuenta de que no lo había realizado, le apuntaron que tenía que presentarlo, fue ahí cuando el Prefecto del plantel (que manejaba un equipo de softbol) le dijo que por castigo, tenía que acudir a un evento Intercobaes representando a su escuela, a lo que ella contesto que no sabía y tampoco le gustaba. Por su parte, la respuesta del Prefecto fue contundente: tendría que cumplir y jugar y, de no hacerlo, tampoco recibiría el documento de liberación.
Ese fue el castigo académico impuesto a Denice del Carmen García Valdenegro, y, a 20 años del mismo, ella se puede jactar en asentir que fue lo mejor que le pudo haber pasado en sus tiempos de estudiante por razones muy poderosas y sobresalientes.
Con mucho orgullo puede decir que es la primera fémina oriunda de Villa Ángel Flores, La Palma, en haber iniciado la práctica del softbol en su tierra natal.
“Debería haber más castigos así, por un castigo casi tengo 20 años en el softbol y, aparte, en mi casa no están de acuerdo después de tanto tiempo. No se acostumbran a pesar que juego casi a diario”, sostiene García Valdenegro.
Aunque el softbol empezó a formar parte de su vida, ella se mantuvo firme en sus estudios y como prueba, es Maestra de Arte y Tecnología a Nivel Secundaria en la Escuela Salvador Alvarado de Villa Ángel Flores, La Palma.
“Al principio no me gustaba el softbol, yo jugaba futbol, pero sí sabía catchar con manilla y sabía batear. Todo porque aquí a mi alrededor había puros niños y pues yo jugaba con ellos y como eran beisbolistas ahí jugábamos en la calle. Para cuando empecé a jugar yo ya tenía las bases porque desde chiquita ya jugaba, pero no en una liga organizada”, asienta la espigada jugadora de 1.72 metros y 32 años de edad.
¿Qué significa para ti que seas considerada la primera fémina que jugó softbol en La Palma?
-“Se me hace algo muy importante porque nunca me había puesto a pensar que fui de las primeras en jugar, sino que yo jugaba así nada más, pero pensándola bien es algo muy importante. Me da orgullo decir que fui de las primeras y sobre todo después de tantos años seguir jugando porque hay muchas y a lo mejor empezaron junto conmigo, pero dejaron de jugar”.
Le queda muy en claro que todo ese tiempo que le ha invertido al softbol le ha traído beneficios y ahí sobresale el hecho de que ha estado presente en certámenes estatales y que, si a nacionales no ha acudido, la razón principal ha sido el trabajo.
“Más que nada, dentro del deporte, creo, uno se hace de amistades y después de tanto año es el mejor beneficio que me ha traído a raíz del softbol”.
¿Qué has ganado en el softbol que lo hayas puesto en práctica en La Palma?
-“Soy maestra de Secundaria y a varias de las jugadoras que están ahorita aquí yo las he entrenado desde empezar de cero, de no saber que es una manilla hasta ahorita que están vigentes en el torneo que se realiza en La Palma. Esa es una de las cosas que a mí como jugadora me da satisfacción dentro del deporte, poder decir que yo puedo jugar, pero a la vez ayudar a otras que quieran. Muchas veces les sirve de distracción y les ayuda en su vida, no nada más, como distracción, sino para tener salud y armonía”.
Denice del Carmen, muestra todo su cariño por su municipio, Navolato, pero, también afirma que gran parte de su carrera de sofbolista la ha realizado en Culiacán, donde prácticamente ha recorrido todos los circuitos existentes.
Mencionó los que operan en Ligas Pequeñas como la Colhuacan, Recursos y Humaya, Mojolo, MLS, CM Sport, Villaverde, Vinoramas, Villas del Roble, Parque Culiacán 87 (Nuevos Talentos y EME), San Mateo, La Careada, entre otros. De entre sus recuerdos de 20 años atrás, le queda claro que en La Palma solamente existía el campo de béisbol, aún vigente, y que ahí entrenaban, pero que jugaban en las instalaciones del Cobaes de San Pedro.
Ahora observa que hay un abismo de diferencia dado que ha crecido en población, por ende, existen más ciudadanos que practican el deporte, sobre todo el softbol.
“Ahora a donde voltees hay un campo de softbol. Se ha vuelto tan popular que, le digo a mis compañeras, en cada esquina hay un estadio de softbol y se puede hacer una liga, aunque no sea el espacio requerido.Ahora se acondicionan campos, aunque no sean con las medidas reglamentarias, sino que donde se pueda se hace y se juega. Está agarrando mucha popularidad, muchas personas están acercándose y no nada más las jóvenes, sino señoras amas de casa”.
Denice del Carmen se define como un ser humano que siempre le ha gustado ayudar en la vida personal y más dentro del deporte. Que ha ayudado en todo lo que ella sabe; en la escuela, en la realización de eventos para el tratamiento de niños con cáncer y en un campo de softbol, en donde entrega toda su sabiduría a quienes lo requieran.
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