A los 15 años de edad, Adela Velarde Pérez demostró valentía al unirse a la Revolución Mexicana y brindar su apoyo en tareas de enfermería para la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca.
Nacida en Ciudad Juárez, Chihuahua, en 1900, Adela Velarde fue la nieta de Rafael Velarde, un destacado general juarista que combatió contra el imperio francés. Adela se convirtió en un ícono de las llamadas "adelitas", mujeres soldaderas que, durante la Revolución, desempeñaron un papel fundamental atendiendo a los heridos, portando armas, encargándose de la provisión de alimentos y combatiendo cuando la situación lo requería.
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La Revolución Mexicana, un conflicto armado que sacudió a México a principios del siglo 20, atrajo a personas de todos los ámbitos de la vida que buscaban un cambio en el país. Una de ellas fue Adela Velarde, quien se unió a este movimiento como parte de la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca, donde desempeñó un papel crucial en tareas de enfermería, brindando atención médica y apoyo a los heridos en medio de la violencia y la incertidumbre.
Su legado familiar fue el compromiso con la causa de la justicia y la libertad, lo que la inspiró a unirse a la Revolución y aportar su valiosa contribución, algo que hasta el momento se sigue reconociendo y que claramente seguirá siendo motivo de orgullo para los mexicanos.
El reconocimiento
El 22 de febrero de 1941, Velarde fue reconocida como "Veterana de la Revolución" por la Secretaría de Defensa Nacional mexicana y, de acuerdo al Museo de la Mujer, fue nombrada miembro de la Legión de Honor Mexicana en 1962.
Al terminar la revolución, trabajó en la Ciudad de México como mecanógrafa en la administración de Correos. Y fue en el 1965 que se reencontró con un coronel que había conocido durante sus años de lucha, Alfredo Villegas, con quien se casó en 1965.
Tiempo después ambos se mudaron a Estados Unidos, donde vivieron el resto de su vida, muriendo Adela en 1971 debido a un cáncer de ovario.
El corrido
Seguramente has escuchado el corrido de “La Adelita”, este es el más famoso de la época de la Revolución, en él se plasma una historia de amor, pero al mismo tiempo un reflejo de la participación de la mujer en la Revolución Mexicana.
El coraje y la dedicación de Adela Velarde son recordados como un ejemplo de la valentía de las mujeres que participaron en la Revolución Mexicana. Su historia es un reflejo de la importancia de las mujeres en momentos cruciales de la historia de México, y su legado perdura como un recordatorio de su contribución vital a la lucha por un México mejor.