A lo largo de la historia se ha demostrado que la música tiene efectos totalmente positivos en el desarrollo humano, pero, ¿Sabías que la música de Mozart podría tener un impacto sorprendente en la manera en que los recién nacidos experimentan el dolor?
Así es, un estudio realizado por un equipo del Centro Médico Lincoln de Nueva York ha revelado que escuchar las dulces melodías de Wolfgang Amadeus Mozart puede ayudar a aliviar el dolor que sienten los bebés durante la prueba del tamiz, un procedimiento médico rutinario que implica una punción en el talón para detectar enfermedades congénitas.
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La música como analgésico natural
El estudio de Pediatric Research se llevó a cabo con 100 recién nacidos, todos con apenas dos días de vida y nacidos a término. Durante la prueba del talón, un procedimiento necesario para detectar enfermedades como el hipotiroidismo congénito o la fenilcetonuria, se administró a todos los bebés 0,5 mililitros de solución azucarada, un cuidado estándar para ayudar a calmarlos. Sin embargo, la clave de este estudio fue la introducción de la música de Mozart en la ecuación.
La mitad de los bebés, 54 para ser precisos, escucharon una canción de cuna instrumental de Mozart durante 20 minutos antes y durante la punción en el talón, así como durante cinco minutos después del procedimiento.
El otro grupo de bebés no tuvo el privilegio de escuchar música. Antes de la punción, ambos grupos mostraban niveles de dolor similares, con una puntuación media de dolor de cero.
El poder de la música de Mozart
Lo que resultó asombroso fue que los bebés que escucharon la melodía musical de Mozart experimentaron significativamente menos dolor durante y después del procedimiento en comparación con los que no escucharon música. Durante la punción, la puntuación media de dolor de los bebés que escucharon la música fue de 4, mientras que en el grupo que no tuvo la misma suerte, la puntuación fue de 7.
Un minuto después, la diferencia era aún más notoria, con una puntuación de 0 para los bebés que escucharon a Mozart y 5.5 para los demás. A los dos minutos, las diferencias continuaban siendo evidentes, con una puntuación de 0 para el grupo musical y 2 para el grupo sin música.
Sin embargo, tres minutos después del procedimiento, no se observaron diferencias significativas en las puntuaciones de dolor entre los dos grupos. Esto sugiere que la música de Mozart tiene un efecto analgésico inmediato y que su impacto es más notable durante el procedimiento mismo y justo después.
Para medir el dolor en los infantes, los investigadores utilizaron una serie de indicadores, incluyendo expresiones faciales, llanto, patrones de respiración, movimientos de las extremidades y niveles de alerta. Además, realizaron el procedimiento en una habitación silenciosa, poco iluminada y a temperatura ambiente para minimizar otros estímulos sensoriales. Los bebés tampoco recibieron chupetes ni consuelo físico durante el ensayo.
Para saber
Estos emocionantes hallazgos sugieren que la música de Mozart podría ser una herramienta fácil, reproducible y económica para aliviar el dolor de procedimientos menores en recién nacidos sanos y a término. Además, los autores del estudio proponen que futuras investigaciones podrían explorar el efecto de las grabaciones de las voces de los padres y el consuelo físico de los cuidadores, además de la música, en los niveles de dolor de los bebés durante procedimientos médicos similares.