Comienza la temporada de otoño y con ello, las festividades favoritas de muchos, hablando así de Halloween, Día de muertos y Día de todos los santos, aunque todas tienen una similitud, no todos somos conscientes de las diferencias que caracterizan a cada celebración es por esto que te explicaremos en qué consiste cada una de ellas.
Halloween
El inicio de este festín comenzó hace más de 3000 años, según la Universidad de Oxford, y muchas personas tienden a relacionar su origen con Estados Unidos.
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En los pueblos celtas antiguos conmemoraban el final de la cosecha con una inmensa ceremonia que coincidía con la terminación del año céltico, donde la bautizaron como Sahmahin (significa es final del verano), y funcionaba para despedir a Laugh el Dios del Sol y darle la bienvenida al otoño.
La mítica situación de la caída de las hojas durante la estación lo tomaban en cuenta como el inicio de un ciclo, había típicos rituales de un carácter purificador para finalizar la época.
En esa temporada era el momento en el que los días se hacían más cortos y las noches muy largas, por lo que así como ocurría con otras culturas prehispánicas, se creía que los espíritus salían de sus tumbas y se paseaban durante toda la noche, así que era costumbre dejar ofrendas en las puertas de las casas, como dulces o bebidas, también se encendían velas para ayudar las almas en pena a encontrar un camino hacia el mundo de la luz.
Los Celtas usaban disfraces de pieles de animales para confundir a los muertos.
La celebración que conocemos hoy en día ha pasado por modificaciones, sin embargo, en la antigüedad se supone que los celtas vestidos de espíritus iban de casa en casa pidiendo de comer y beber, haciendo referencia a la conquista del territorio celta por parte del Imperio Romano como la Fiesta de la Cosecha.
Tras el auge del catolicismo, la fiesta pagana comenzó a llamarse "La víspera de Todos los Santos", traducido al inglés "All Hallow's Eve" que terminó en "Halloween".
Día de Todos los Santos o Día de los Angelitos
Con el paso del auge de los festejos cristianos, surgió el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre. Su origen más remoto se sitúa en Antioquía (Turquía) justo el domingo de Pentecostés, cuando la Iglesia decretó un día para honrar a los mártires morían en un grupo, por lo que llevó a nombrarlo como un día de celebración común, después de la llamada Gran Persecución, la quizá más sangrienta y última persecución a los cristianos por el Imperio romano.
Más adelante, el Papa Gregorio III pasó la fiesta al día 1 de noviembre como respuesta a la celebración pagana del Año Nuevo Celta para que los nuevos creyentes fueran abandonando sus creencias antiguas.
España es por mucho el país donde se destaca el Día de los Santos por llevar flores a los seres queridos en los cementerios.
Día de Muertos
Las referencias para esta celebración son tan auténticas e importantes que, incluso, se comienzan a ver antes de la fecha de la celebración; el origen se remonta a las festividades aztecas, quienes veneraban a dioses como la "señora de los difuntos".
Por aquellas épocas en la mitología mexicana se creía en un Señor de la Muerte, llamado "Mictlantecuhli" que habitaba en el inframundo, el "Mictlán".
Con la conquista de los españoles, el festín se expandió y se mezcló también con las costumbres católicas, por lo que aparecieron nuevos significados, como la cruz de flores, lo que hoy conmemora a los antepasados.
Esta fecha es relevante para muchas personas, ya que honra y hace que recuerden a todas las almas que ya no están presentes en el mundo terrenal.