El Día del Padre es una celebración dedicada a honrar la paternidad y la influencia de los padres en la sociedad, se celebra en muchos países el tercer domingo de junio.
Esta tradición tiene sus raíces en Estados Unidos y se ha extendido a numerosas naciones alrededor del mundo. Pero, ¿Por qué se celebra específicamente el tercer domingo de junio? A continuación te dejamos la razón de esta celebración:
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La figura del padre
Desde el mundo antiguo la figura del padre ha sido muy importante, ya desde la antigua Grecia se le tomaba de vital importancia como símbolo de protección al clan familiar. Los romanos basaron toda su cultura en una patriarcal tomando a la figura del padre como eje central de su civilización.
Aunque no sería preciso afirmar que el concepto de paternidad no ha experimentado cambios hasta el presente, las transformaciones más notables en su rol surgieron recientemente, en el siglo XX.
Hoy en día, la percepción del padre ha evolucionado más allá de ser simplemente el jefe de familia o el proveedor. Esta transformación no pasó desapercibida para las mujeres que propusieron dedicar un día al año para honrar a los padres de todo el mundo.
Origen del día del padre
El historiador Lawrence R. Samuel, en su libro "American Fatherhood: A Cultural History", aborda los orígenes del Día del Padre y cómo los hombres estadounidenses inicialmente rechazaron la idea de tener un día dedicado a ellos, considerando estas celebraciones como algo femenino. "Se burlaron de los intentos sentimentales de la fiesta de domesticar la hombría con flores y regalos", explica el autor.
Sin embargo, en 1908, un acontecimiento en Fairmont, una ciudad de Virginia Occidental, cambió el curso de esta percepción. Un grave accidente minero, uno de los más mortales en la historia de Estados Unidos, resultó en la pérdida de cientos de trabajadores, muchos de los cuales eran padres de familia.
Así fue como Grace Golden Clayton, hija de un ministro, mostró su solidaridad con las víctimas proponiendo el 5 de julio como una fecha para rendir homenaje no solo a los fallecidos en el trágico accidente minero, sino a todos los padres del país. Sin embargo, su iniciativa no logró arraigar en la población.
En aquel entonces, tanto hombres como mujeres eran conscientes de que la figura menospreciada en la familia era la de la madre. Por lo tanto, algunos consideraban absurda la idea de destacar la paternidad en un día especial.
No obstante, un año después, en Washington, Sonora Smart Dodd se inspiró en las Reuniones del Día de las Madres para proponer lo que sería un incipiente Día del Padre. Dodd sentía una profunda admiración por su padre, William Jackson Smart, un veterano de la Guerra Civil que había criado a ella y a sus cinco hermanos solo, tras el fallecimiento de su madre al dar a luz al menor. Convenció a la Asociación Ministerial de su ciudad y a la YMCA para reservar un domingo de junio para honrar a los padres.
Así, el 19 de junio de 1910 marcó el inicio de las celebraciones del Día del Padre, caracterizadas por el intercambio de regalos y la ornamentación con rosas: rojas en honor a los padres vivos y blancas en memoria de los fallecidos.
Aceptación del día del padre
A pesar de los intentos, el proyecto de ley para oficializar el día presentado por el presidente Woodrow Wilson en 1913 no fue aprobado. Lyndon Johnson también hizo un intento similar, pero fue finalmente Richard Nixon, en 1972, quien promulgó una ley en el Congreso que estableció oficialmente el Día del Padre como un día festivo nacional.
Por razones comerciales, la mayoría de los países iberoamericanos, a excepción de Uruguay, Bolivia y República Dominicana, adoptaron la fecha estadounidense, celebrando este día el tercer domingo de junio.