Culiacán, Sin. Dos estrellas brillaron con luz propia en el Palenque Culiacán 2018, con la presentación de Lorenzo de Monteclaro y Ramón Ayala donde vuelven a demostrar su profesionalismo y entrega a un público que de principio a fin corearon sus éxitos.
Cuatro horas no fueron suficientes para demostrar el por qué estos dos grandes músicos son los consentidos por los sinaloenses, donde el primero en salir al ruedo fue el cantante Lorenzo de Monteclaro, que a sus 79 años sigue siendo taquilla al conquistar con su carisma y sus buenos bailes al público que lo ocasionó de principio a fin.
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Cantar, brindar y bailar, es lo que se vivió domingo por la noche con la reaparición musical de estos dos gigantes que presentaron temas como Laurita Garza, Ya llegué de donde andaba, Taconazo, El señor de las canas, entre otras más donde la plaza palenquera era un manicomio grupal que puso a parejas de todas las edades a bailar en su limitado espacio, mientras el artista, que este año celebra 60 años de trayectoria, cantaba con la energía de un adolescente.
“Abrazado de un poste”, “Árboles de la barranca”, “La pérsica”, “El silbidito”, sin faltar por supuesto su gran éxito “El ausente”, desataron la locura entre el respetable que ovacionó la entrega y vitalidad del cantante duranguense y que apenas en septiembre sumó 80 otoños de existencia.
Luego llega al redondel El "Rey de reyes" Don Ramón Ayala llegó, cantó y triunfó con todo un abanico musical de éxitos cosechados en más de medio siglo.
Justo a las 02:00 horas, el “rey del acordeón” rasgó como sabe hacerlo a su inseparable compañero musical, ante una ovación que emocionó a más de uno, incluido Ayala, quien con una leve inclinación agradeció la atención al respetable.
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“Tragos de amargo licor, “Rinconcito en el cielo”, “Tristes recuerdos” sin faltar por supuesto “Bonita finca de adobe” y “Mi piquito de oro” pusieron a bailar y cantar, lo mismo a hombres que a mujeres de todas edades, incluidas jovencitas, algunas de plano unas quinceañeras, que con celular en mano corearon las canciones como si fueran los éxitos de la temporada.
Ramón Ayala seguía cantando sus joyas musicales ante los aplausos de unos y los brindis de otros que se resistían a abandonar la presentación del ganador de cuatro Grammys, en su trayectoria, donde demostró al igual que Lorenzo de Monteclaro que ya no serán los imanes de taquilla de antaño, pero convocan a miles después de medio siglo de trayectoria.