Ignacio López Tarso, el icónico actor mexicano, falleció hoy a la edad de 96 años en la Ciudad de México. Con una carrera que abarcó más de siete décadas y que lo llevó a convertirse en uno de los actores más reconocidos y respetados de su generación.
Es por ello que, en honor de uno de los histriones más grandes del país, recordaremos su historia y algunas de sus películas más recordadas.
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El actor nació en Ciudad de México en el año de 1925, comenzando su carrera en el teatro en la década de 1950, donde ganó fama por su interpretación de personajes dramáticos y trágicos. Su actuación en la obra "Rosenda" de Carlos Solórzano, le valió el Premio de la Asociación de Críticos y Periodistas Teatrales en 1954.
Tarso, como se sabe, incursionó en el cine actuando en más de 100 películas a lo largo de toda su carrera. Pero su actuación más memorable se la llevó la cinta “Macario” de 1960, dirigida por Roberto Gavaldón, misma que fue nominada al Premio de la Academia por Mejor Película Extranjera.
Macario cuenta la historia de un campesino muy pobre que anhela una vida mejor y una buena comida en el Día de Muertos, cuando su mujer le cocina un pavo, es la muerte quien le pide compartirlo, creando un pacto con ella. Por ende, esta es la película que relata la historia del ahijado del diablo.
Otros ejemplos de su trabajo radican en cintas como “El Hombre de Papel', bajo la dirección y producción de Ismael Rodríguez en 1963, “El Gallo de Oro” de 1964, además de cintas como 'El Profeta Mimí' de 1973, o “Los Albañiles” de 1964.
Además, el histrión se ganó su camino en la pantalla chica, participando en más de treinta telenovelas y programas de televisión como “Cuatro en trampa” en 1961, “El carruaje” en 1972, “Esmeralda” en 1977 y “Bajo un mismo rostro” de 1995.
Nominaciones
Su haber en el medio fue tan extenso que, durante su carrera, Ignacio fue nominado a diversos premios de talla nacional e internacional, donde resaltan 2 premios y 7 nominaciones del TVyNovelas, así como dos premios Ariel.
López Tarso será recordado por su gran talento y su dedicación al arte dramático. Su legado continuará inspirando a las generaciones futuras de actores y actrices mexicanos. ¡Hasta siempre Macario!