Mazatlán, Sin.- La violencia que se vive en la sierra de Concordia obligó a Don José Valdez a dejar su hogar en Pánuco. En busca de un sitio más seguro para él y su familia llegó a Mazatlán, donde las cosas no han salido como esperaba.
En dos años que tiene en el puerto no ha podido encontrar un empleo estable, ya vivió el fallecimiento de sus dos hijos, por enfermedad, y él sufrió un accidente que le impidió trabajar por algunos meses.
En agosto ya vamos a cumplir dos años aquí en Mazatlán y recuerdo bien el día que llegamos aquí, porque precisamente ese día me accidente cuando iba a mi nueva casa, me caí.De oficio jornalero, califica como difíciles sus días en la ciudad y anhela regresar a la sierra, donde se dedicaba a cuidar el pequeño ganado de animales que tenía, que no pasaba de 4 o 5 vaquillas.
Para sobrevivir, menciona, su compañera realiza bolis que vende en su nuevo hogar, que se encuentra en la parte alta de la colonia Lomas del Ébano.
Una pensión económica para la tercera edad de más de 2 mil pesos, que tienen ambos, asevera, es un apoyo que les brinda el gobierno y que les ha sido útil para salir adelante ante los constantes gastos que realizan en la ciudad.
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El desembolso que realizan en el puerto, asegura, es contrastante con el que hacen en Pánuco, pues ahí no compran agua, leña, ni pagan luz, pues todo lo que ocupaban lo tenían a su alrededor.
Pese a todo lo ocurrido, no descarta que las autoridades volteen a verlo y lo apoyen, al igual que a las cientos de personas que han sido desplazadas por la violencia que, asegura, sigue latente en los altos de Concordia.
EN LA CIUDAD
En agosto del 2017, habitantes de pueblos como La Petaca y Pánuco, dejaron sus viviendas debido al aumento de hechos delictivos. Ahora viven en diferentes colonias de la ciudad.
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