Mazatlán, Sin. Considerado como el pulmón más importante de la ciudad de Mazatlán, por sus 12 hectáreas de área verde que por decreto sirvieron durante mucho tiempo como espacio de conservación y protección de la flora y fauna, hoy el Bosque de la Ciudad sufre un colapso total, le quedan ocho mil 200 metros cuadrados de reserva natural, es decir, el 6.83% de su superficie original.
Poco a poco y con el paso de los años, los terrenos delimitados como Bosque de la Ciudad han sido estrangulados y sacrificados por propios y extraños, pese a que su uso es de área verde como lo establece un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 14 de septiembre de 1979, mediante el cual se dona un terreno de 30 hectáreas que fuera del Aeropuerto y Servicios Auxiliares, a la Universidad Autónoma de Sinaloa y a la comunidad mazatleca.
Atrás quedó la iniciativa de mantener esta zona como un lugar de recreación y acercamiento con el medio ambiente y la vida silvestre, según iniciativa enviada en 1978 por el entonces gobernador Alfonso G. Calderón y aprobada por el Congreso del Estado, para la construcción del Acuario Mazatlán, como parte del proyecto.
El Bosque de la Ciudad se concebía como un espacio de esparcimiento y conservación de la flora y fauna propia de la región, al grado que el Plan Director de Desarrollo Urbano de la ciudad de Mazatlán contempla dentro de su estrategia de medio ambiente, la protección de la laguna del Camarón que forma parte de la zona del Bosque de la Ciudad.
Sin embargo, el desarrollo urbano lo fue envolviendo al punto de asfixiarlo.
Dentro de la zona, se construyó el Acuario Mazatlán; una subestación de energía eléctrica de la CFE, el edificio del Sindicato de Trabajadores de la Educación, sección 80; una cancha de usos múltiples, un parque de patinaje, canchas y gimnasios al aire libre, y más reciente, la calle Bahía o calzada Paseo Mazatlán, así como los trabajos del Parque Central Mazatlán, que proyecta una extensión de 32.54 hectáreas, y que abarca casi todo el polígono del Bosque y la laguna del Camarón.
¿Qué queda? Sólo un terreno de ocho mil 200 metros cuadrados, menos de una hectárea, donde opera el Centro para la Educación Agrícola y Ambiental y el vivero del Consejo Ecológico de Mazatlán, que está destinado como espacio para la conservación de la flora y la fauna.
UNA LUCHA CONSTANTE
David Ocampo Peraza, presidente del Centro para la Educación Agrícola y Ambiental (CEAA), considera que las construcciones de cemento han dado al traste con el proyecto de conservación y preservación del Bosque de la Ciudad.
Asegura que la lucha ha sido constante para que no se siga rellenando la laguna del Camarón, que representa un espacio natural no sólo para la flora y fauna de la región, sino para las aves que emigran a este lugar para su reproducción.
Y señala que uno de los objetivos del CEAA es precisamente defender este polígono, que por decreto está estipulado como zona de preservación.
Desde hace muchos años, agrega, la lucha ha sido tenaz; ambientalistas y ecologistas se han unido para exigir que se delimite el polígono del Bosque de la Ciudad, incluyendo la laguna del Camarón para su protección, pero hay quienes se han negado, con el argumento de que no es una laguna.
“A todos nosotros, quién nos puede decir que no es laguna, y todas las lagunas tienen una reglamentación para su protección, ahí siempre hemos peleado y luchado para que quede definido y delimitado el polígono de protección de esa laguna; es una vergüenza, no existe un polígono de protección de la laguna y por lo tanto la mayoría de los que están alrededor, hoteles se siguen metiendo y rellenando, inclusive siguen depositando drenaje en esa área, en esa laguna; desde hace muchos años, no ha habido quién diga vamos a regularizar esta área, todavía no hay nadie”, expresó.
Desde el año 2004, la lucha en defensa de esta zona ecológica se intensificó, al darse a conocer el proyecto de una subestación de energía eléctrica por parte de CFE, a un costado del Acuario, argumentando que “el terreno no era ni laguna ni bosque natural”, cuyo proceso de gestión y construcción se prolongó hasta el 2017, cuando se puso en funciones.
Posteriormente, en el 2006 se construyó e inauguró el edificio del Sindicado de Trabajadores de la Educación, sección 80, que quedó a un lado de la laguna del Camarón.
El Centro Ecológico de Mazatlán interpuso un juicio para que el Ayuntamiento perdiera sus derechos sobre el Bosque de la Ciudad, por atentar contra un lugar de conservación ecológico como la laguna del Camarón, y aunque un juez giró una orden de suspensión definitiva para la construcción del edificio del sindicato y se solicitó la demolición del inmueble por tapar una salida de agua, el alcalde en turno, Alejandro Higuera, ignoró la orden.
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Ya en el gobierno de Carlos Felton, se construyeron canchas de usos múltiples, un parque de patinaje, 2 canchas de tenis y un gimnasio al aire libre en la zona que se le llamó Kilómetro Cero.
Y el 23 de enero de 2015, el Cabildo aprobó modificar el decreto del Acuario con 15 votos a favor, 3 en contra y 1 abstención, con lo que se abría la posibilidad de una concesión.
En el periodo del ex presidente municipal Fernando Pucheta y el alcalde interino Joel Bouciéguez, se da a conocer el proyecto del Parque Central Mazatlán que abarca una superficie de 32.54 hectáreas, en la que se pretende construir un nuevo acuario de 12 mil metros cuadrados y un museo de historia, que estará rodeado por un lago que tendrá 2 muelles y 2 puentes peatonales.
Este centro recreativo se extenderá por toda la laguna del Camarón, el Bosque de la Ciudad y el actual Acuario, incluirá: zona de conciertos, canchas de voleibol, tenis, futbol y basquetbol, ciclopista, estacionamiento público, gimnasio abierto, islotes para aves, áreas para juegos y fiestas infantiles, picnic, asadores, food truck, descanso para adultos mayores, mascotas, skateboarding, Zumba y aeróbics, así como baños y una cafetería.
RELLENO Y TALA DE ÁRBOLES
Ocampo Peraza lamenta el relleno de buena parte de la laguna del Camarón que se hizo con la construcción de la avenida Bahía, ahora calzada Paseo Mazatlán, así como la destrucción del parque infantil por las obras de crecimiento del Acuario, donde había árboles muy importantes para las aves, por ser productoras de alimentos, tal como el caso del camichín o camichina.
De igual manera, señala que las obras de lo que será el museo de historia del Parque Central de Mazatlán, está devastando una zona muy importante de conservación ecológica.
“Se eliminan muchos árboles porque hay mucha pavimentación ahora; la sección del museo que va a haber, elimina toda aquella sección, y sí se van a plantar plantas arbustivas de flores y creo que muchas de ellas, va a venir de otras partes, como siempre, así como las palmeras del malecón”, comentó.
Refirió que mientras otras ciudades grandes del mundo, buscan conservar sus áreas verdes, lagunas, ríos y riberas, aquí en México, se va a la inversa; se busca hacer “disneylandias” dentro de áreas hermosas desde el punto de vista natural.
Actualmente, todo lo que era el Bosque de la Ciudad, de la avenida Leonismo hasta la calzada Paseo Mazatlán, está modificado desde el punto de vista ecológico, indicó.
Sólo queda una pequeña superficie de lo que era el polígono de conservación y que suman ocho mil 200 metros cuadrados, que son los terrenos asignados tanto el Centro para la Educación Agrícola y Ambiental como el Consejo Ecológico de Mazatlán.
POLÉMICA Y ACUERDO
El Centro para la Educación Agrícola y Ambiental y el vivero del Cemaz se ubican frente al Bosque de la Ciudad, al otro lado de la avenida Leonismo Internacional, se trata de un terreno que no excede los 850 metros de largo, con una superficie de ocho mil 200 metros cuadrados, de los cuales seis mil 200 corresponden al CEAA.
Estos terrenos forman parte del decreto del Bosque de la Ciudad, por lo cual el CEAA tiene bien definido su objetivo como sociedad civil en el uso de este espacio, y que emprende desde hace 15 años, tras un acuerdo al que se llegó con el Ayuntamiento como respuesta a la polémica por la construcción de la subestación eléctrica y el edificio del sindicato, en la que tuvo que intervenir el gobierno federal, a través de Bienes Nacionales.
“Tuvimos que ir a México a Bienes Nacionales, citaron a Alejandro Higuera (ex alcalde) en tres ocasiones para que explicara lo que estaba haciendo y dentro de los compromisos que se establecieron es que este espacio lo iban a respetar como un área para la educación ambiental y a partir de ahí, aquí estamos”, recordó.
El CEAA cuenta con varias especies de árboles, plantas y flores, tiene plantas medicinales, un área para hortalizas y un vivero de plantas regionales; aquí se realizan visitas didácticas en las que se muestra el proceso de hidroponía y cómo opera una germinadora de pastura para las gallinas, conejos y ganado.
También se enseñan los diferentes tipos de compostas para que los niños vean el aprovechamiento de los desechos sólidos, entre ellos el de la hojarasca, así como la composta escolar o de hogar, que se convierte en abono a partir de los desechos de la cocina o de las escuelas.
A pesar de la importancia de este trabajo, el CEAA no recibe apoyos para un mejor aprovechamiento, salvo el pago del sueldo de un velador que recibe el salario mínimo y que está de planta en el vivero.
Tanto los integrantes del Cemaz como los del CEAA trabajan aquí de manera voluntaria, por amor al arte, recientemente, David Ocampo consiguió meter un proyecto en el programa de Jóvenes Construyendo Futuro, con lo cual logró obtener beca para 14 jóvenes profesionistas que realizan trabajo de investigación en este centro de educación ambiental.
Una de las principales necesidades que tiene esta área es el mejorar la cerca y el servicio de recolección de residuos sólidos, que se van acumulando con el paso del tiempo.
Por otra parte, se requiere de un trascabo para reactivar la zona de composta y hacer mayores volúmenes.
CONCIENCIA AMBIENTAL
Todas estas carencias es parte de esa conciencia ambiental de la autoridad, por la que se trabaja desde hace años, asegura David Ocampo Peraza.
“Aparentemente podemos decir que se avanza muy poco en esta materia del cuidado del medio ambiente, y se trabaja mucho en cuestiones muy pequeñas, puntualitas, en cuestiones reglamentarias, en nueva conceptualización, pero ya en la práctica nos falta mucho trabajo”, expresó.
Dijo estar consciente que su generación no va a completar este trabajo que se realiza desde hace 45 años, pero la tarea tendrá que seguir.
“En síntesis es el cuidado y protección de la vida del planeta, no nomás de la vida de los seres humanos, sino de la vida de todas las especies en el planeta. Realmente es una meta muy grande, pero es una meta indispensable, donde todos somos responsables para bien o para mal”, concluyó.
ACUARIO MAZATLÁN (1980)
Superficie: 1 hectárea
52 estanques de Exhibición
Museo del Mar
Auditorio
Jardín Botánico
Área de juegos infantiles
Pecera Oceánica
Afluencia actual: 2.6 millones de visitas
Derrama económica actual: 4 mdp
NUEVO ACUARIO MAZATLÁN
Inicia la obra: 4 de febrero de 2019
Inversión: 1,400 mdp
Superficie en construcción: 12,000 m2
PARQUE CENTRAL MAZATLÁN
Superficie: 32.54 hectáreas
-Acuario del Mar de Cortés
-Museo de Historia
-Zona de conciertos
-Canchas de voleibol, tenis, futbol y basquetbol
-Ciclopista
-Estacionamiento público
-Gimnasio abierto
-Lago
-2 muelles
-2 puentes peatonales
-Islotes para aves
-Áreas para juegos y fiestas infantiles, picnic, asadores, food truck, descanso para adultos mayores, mascotas, skateboarding, zumba y aeróbics
-Baños
-Cafetería
-Aulas para talleres
-Auditorio
-Oficinas administrativas
OTRAS CONSTRUCCIONES
-Subestación de energía eléctrica (2005-2007)
- Edificio del Sindicato de Trabajadores de la Educación, Sección 80 (2006)
-Cancha de usos múltiples (2012)
-Parque de patinaje, Kilómetro Cero (2012)
-2 canchas de tenis y un gimnasio al aire libre (2014)
-Avenida Bahía o Calzada Paseo Mazatlán (2018)
DATOS
30 hectáreas del Aeropuerto y Servicios Auxiliares de Mazatlán fueron donadas en 1979 para uso de área verde.
12 hectáreas se destinaron para el polígono del Bosque de la Ciudad.
8,200 metros cuadrados es el terreno que queda como espacio de preservación y conservación de la flora y fauna, que forman parte del CEAA y CEMAZ.
32.4 hectáreas abarca la superficie donde se construye el Parque Central Mazatlán.
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