Mazatlán, Sinaloa.- En una mañana, sentados en unos camastros con la bella vista del Océano Pacífico al frente, en entrevista exclusiva con El Sol de Mazatlán, el actor mexicano de 35 años, Alex Durán, platicó sobre su actual proyecto y el por qué de su visita al puerto.

Actualmente graba en Mazatlán la serie internacional el ‘Último Dragón’, la cual ha tenido locaciones en Tokio, España y París. Alex nos cuenta al respecto: “Es una historia de Miguel Garza, quien es un tipo que ayuda en México y sufre la pérdida de su familia y decide irse a vivir a Tokio, Japón. Mucho tiempo después regresa a México para vengar la muerte de sus padres, que perdió cuando era chico. Mi personaje se llama IshiroTanaka, es un samurái japonés, con quien Miguel se cría en Japón, y decide traerlo a México para que sea pieza importante de su seguridad. Es un personaje padrísimo, me saca totalmente de mi canal”. La historia tiene un choque cultural, de la oriental con la occidental. Cassandra Sánchez Navarro participa en la serie como la hermana del personaje principal, el cual interpreta Sebastián Rulli, a quien Ishiro cuida.

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Es una historia original de Arturo Pérez Reverte y la produce W Studios y Lemon Films para Televisa, sale a mediados de año. El actor se manifiesta contento, emocionado, comparte que le están dando clases de artes marciales, ya que lo están preparando a gran escala. Le da risa porque siempre le han comentado las personas por sus ojos achalados, que si tiene ascendencia asiática y ahora viene este personaje justo por esos rasgos; los productores dijeron veamos a Alex Durán.

Alex Durán comparte que a él y a Sebastián Rulli les contrataron entrenadores profesionales de Aikido. El sensei de Sebastián se llama Miguel Ángel y Alex tiene a Paris.

Las clases las toma martes y jueves en la Ciudad de México por parte de la producción, inició con éstas un mes antes de arrancar el proyecto.

“Es padrísimo, no simplemente es saber golpear, sino que estoy tratando de encontrar la esencia; porque son samuráis. Uno trata de encontrar en sus personajes la parte donde Alex Durán y el personaje hagan un click, y este personaje no tiene nada parecido a mí. Yo soy súperexpresivo, me encanta platicar, estarme moviendo, soy muy hiperactivo e Ishiro es todo lo contrario, es un samurái todo introvertido, no se mueve, siempre está parado, derecho, no participa, pero están pasando muchas cosas dentro de él. Cuando habla son cosas muy contundentes, es un arma. Quiero pensar qué pasa por su cabeza, no necesito moverme, para lo que necesito moverme es para matar”.

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UN ACTO VERSÁTIL

Uno de los personajes a los que dio vida Alex Durán, fue a un luchador travesti llamado Azucena. “Ese proyecto fue increíble, la bioserie ‘BlueDemon”, yo venía de terminar ‘Vuelve temprano’, donde hice el mayor villano de mi carrera hasta ahora, y después viene este ofrecimiento, cuando mi mánager me dice, es un travesti, pensé que estaba jugando. Al principio me dio miedo aceptar hacer el personaje, porque a veces al arriesgar es difícil, pero cuando no lo haces y no sales de tu zona de confort… para mí hacer villanos es lo más fácil, porque estoy acostumbrado, no porque sea fácil hacerlos. Ya sé por dónde llegarles, en ‘El Señor de los cielos’ hice uno, en ‘Señorita Pólvora’, otro. Los personajes más difíciles de interpretar es un comediante o a un borracho porque son clichés. Para mí hacer a un travesti, que nunca lo había hecho, hice un personaje gay, pero un travesti no. Para mi cabeza, fue difícil hacer este cambio, entonces hablé con mi esposa, a ella siempre le platico y planeamos lo que vamos a hacer. Sabe de mis personajes, mis películas, mis proyectos, todo. Ella me dijo, Alex estás pidiendo siempre personajes que te pongan en este riesgo, y ‘Azucena’ lo es. Venga, vamos a hacerlo.

Fue un trabajo inmenso de investigación, platiqué con luchadores exóticos, travestis, conocí todo. Cómo se expresan de ellos mismos, de las demás personas, porque es un tema fuerte. Y hace dos, tres años es cuando estaban las marchas de la LGTB. Me fui San Luis Potosí un mes y me encerré con mi mamá y mi hermana, ellas no sabían lo que yo estaba haciendo. Yo estaba viendo sus ademanes, cómo movían las piernas, las manos, cómo gritaban. Y cuando mi familia vio el trabajo decían mis hermanos, es mi mamá, es Johana, mi hermana; porque ‘Azucena’ tiene muchas cosas que le robe a mi hermana. Porque de dónde te agarras; lo podría haber hecho con mi esposa, pero mi mamá y mi hermana tiene mi esencia.

En la caracterización se invertían dos horas diarias, esto fue algo que le costó muchísimo, la peluca todo el día, las uñas pintadas, la ceja delineada, las axilas depiladas, las piernas, traía faldas, brasier, fue un proyecto muy castigado. “Hubo días que terminaba llorando, decía: quítame la peluca ya. Ya no la aguantaba, hubo escenas que aparte de estar así, luchábamos. Entonces traía toda la parafernalia, las botas, la peluca, sudando y me picaba el coco. Sin duda este ha sido mi proyecto favorito”.

“Aprendí mucho, tanto actoralmente como humano. Yo nunca he sido un tipo cerrado, al contrario, soy muy abierto; los gays me parece que este mundo es de todos, pero nunca me había puesto en esos pies”.

“Uno normalmente como actor está esperando hacer un trabajo para que la gente se entretenga, se divierta, yo trato con mis personajes dar un mensaje. Por eso me encanta interpretar villanos, porque al hacérseme fácil me voy un poco más adentro”.

FACETA DE CONFERENCISTA

Los últimos cuatro años en la vida de Alex Durán han sido de mucho trabajo, se fue a Colombia, regresó, luego se fue a Los Ángeles haciendo series. Y el hecho de tener a una hija de cuatro años, Valentina, y a su esposa, son un motor para no dejar de trabajar, pero de repente se dio cuenta que no estaba con ellas, se estaba perdiendo muchas cosas de la niñez de su hija, y cuando él estuvo en Colombia trabajando, su hija le dejó de hablar dos semanas. Porque como que no entendió por qué su papá se fue.

“Entonces el año pasado cuando terminé de grabar ‘La bella y las bestias’, decidí aguántarme un rato de buscar un siguiente proyecto y le dije a mi mánager. Y fui feliz, de despertarme y llevarla a la escuela, a sus clases de natación, de bañarla, asumiendo mi rol de papá. En este inter, en casa de mi papá, estaba platicando con un grupo de amigos que juega basquetbol, era Semana Santa y había un torneo en San Luis, y el equipo de mi hermano ganó la final, antes de irse a un antro, estaban ahí y uno de los amigos me dice, Alex, hubieras jugado con nosotros, el sabe que yo jugaba básquet, me encanta, me muero de ganas por jugar pero hace años que lo dejé, y me preguntaron ¿por qué lo dejaste?, entonces empecé a contarles la historia, el dejar el basquetbol fue para mí el primer proceso de madurez y honestidad para dejar algo y perseguir otro sueño. Un día decidí que no era tan bueno, y yo en lo que hago quiero ser el mejor. Me habían ofrecido una beca para estudiar en Aguascalientes, me pagaban escuela, coche, comida y yo decidí no hacerlo a los 17 años.

Yo quiero dedicarme a algo en el que yo sea el mejor para mí. Yo estoy en contra de eso de: ‘Tú tienes que ser el número uno’, no, el número uno en el basquetbol es Michael Jordán y no va haber otro. Tú tienes unas oportunidades, yo tengo otras. Tu vida y la mía no son la misma. Nunca podríamos competir. Son oportunidades diferentes, pero hay que buscarlas”.

LA BÚSQUEDA

Cuando decido dedicarme a la actuación le pregunto a papá si teníamos a alguien conocido en el medio, y la respuesta es no. Y es ahí que yo pude haber dicho pues no tengo oportunidades, sin embargo lo único que yo tenía de oportunidad era un tío que vivía en la Ciudad de México, le hablé y le dije voy para allá. Entonces empecé a buscar mis oportunidades, y a crearlas.Esto lo compartió con ese grupo de amigos en su casa, y cuando se marcharon su padre le dijo, Alex, esto tienes que contarlo, y es ahí que surge la conferencia “Las oportunidades no se dan… se hacen”.

“Me han salido mal tantas cosas, buscando conseguir una buena, pero creo que es la vida que me ha tocado a mí, pero que padre cuando yo te puedo ahorrar 20 madrazos para conseguir un acierto”.
“En mi conferencia te voy a contar mi historia, mi vida. Yo no te voy a dar los cinco pasos para ser feliz. Yo no creo que nadie tenga la verdad absoluta. Te voy a platicar lo que yo hago para conseguir lo que quiero, el estar aquí me parece increíble, y si en algún momento de mi vida me hubieran dicho ‘hey vas a ser actor, te vas a vestir de mujer, vas a ser un samurái, vas a dar conferencias, vas a escribir un libro, vas a dar entrevistas en la playa’, hubiera dicho estás loco. Y yo digo en la conferencia, no he logrado ni la mitad de mis objetivos, pero estoy en el camino.

Mi objetivo más grande era ser actor, nunca me imaginé que me iba a encontrar una vieja que me iba a ‘mover las patas’ y que iba a decir me quiero casar con ella. La gente me decía ‘si tú te casas o tienes una vieja formal te va a quitar del objetivo’. Yo lo decidí así, yo sé que el encontrarme a Ale en mi vida fue dar un poquito de vuelta, porque iba a tener otro proceso, pero a la vez ella me iba hacer más fuerte para llegar por esa línea recta. Yo no pensaba que en mi objetivo iba a tener a Valentina, y el tenerla para mi implica dar 800 vueltas en el tren, pero a la vez me hace más fuerte. Hay gente que no lo entiende, que no lo asimila, que no tiene hijos por llegar más rápido a su objetivo, y lo entiendo. Yo veo compañeros que no tienen familia, que no tienen nada, y que van en un tren express, y digo, que chido, así lo quieren. Y voltean conmigo y me dicen si tú estuvieras igual que yo, llegarías… y yo les digo, si tú estuvieras igual que yo, estarías feliz con tu hija y esposa. Cada quien tiene su proceso.

ESCRITOR

Alex Durán escribe el libro ‘Babas y Risas’, en honor a su perro bóxer que falleció el año pasado, y para darle un regalo a su hija Valentina, de cuatro años. Éste surgió el año pasado, un año en el que el actor comparte que ha crecido muchísimo. Su perro muere de cáncer, tenía 10 años y medio, y en el proceso de estar en familia superando esto, decide escribir un cuento después de la sugerencia de la madrina de Vale; empieza a escribir la historia desde el primer momento en que Vale llegó recién nacida a casa y conoció a Lex. El cuento se lo leyó a su compadre, el también actor Darío Ripol, quien le dijo esto lo tienes que compartir y así se fue dando todo. Ya está a la venta en Ciudad de México, con un tiraje de 5 mil ejemplares.

A sus 35 años, el joven nacido en San Luis Potosí se siente completo, feliz por su esposa e hija Valentina. Todos los días cuando se levanta reza y le pide a Dios. Su familia se encarga de ponerle piso. Su esposa es una pieza clave muy fuerte en su vida.

LA ANÉCDOTA

Un domingo después de trabajar toda la semana con su personaje Hans, que era el más guapo, mamado, que todas las viejas querían con él, descansa y estando en su casa, Alex dijo, hoy quiero tirar la hueva todo el día. Entonces llega su esposa y le dice: ‘Flaco, me ayudas a barrer la cocina’, y él dijo, en su cabeza, ‘que gacha’, pero al platicar ella le dice: ‘Tú encárgate de darle vida a Hans toda la semana, y yo me encargo los domingos de recordarte quién es Alex Durán, y ahora que sí, a barrer se ha dicho’.

CUMPLEAÑOS
1 de mayo, signo tauro, muy obsesivo, terco. Le encanta hacer las cosas bien.
Son cinco hermanos: Chano, Lalo, Alex, Diego y Johana.