Solo 22 de cada 100 alumnos terminan una carrera en los municipios de Sinaloa

La tasa más alta de abandono escolar en Sinaloa es el nivel de bachillerato, con un 30%

Juan Carlos Ramírez

  · lunes 1 de julio de 2019

De cada 100 niños que inician la primaria, 94 llegan a sexto.

Mazatlán,Sin.- “El coco” para las instituciones educativas y los docentes en el ciclo escolar que termina y los que siguen, no es mejorar la enseñanza de matemáticas o español, ni evitar que los alumnos reprueben o ampliar la matrícula, sino disminuir la tasa de deserción que se mantiene en números altos, ya que sólo 22 de cada 100 alumnos que ingresan a la primaria terminan una carrera profesional, cuatro llegan a la maestría y uno al doctorado.

El bachillerato es el nivel con más deserción escolar en Sinaloa.

Las estadísticas revelan que menos de 56 de cada 100 alumnos que se inscriben en educación básica, logra finalizar la preparatoria.

La tasa más alta de deserción en Sinaloa se da en el nivel de bachillerato, y es del 30%, principalmente por cuestiones económicas, problemas familiares y la necesidad de tener un ingreso por parte del alumno.

Según estudios sobre la deserción escolar, en todos los niveles, el 40% de los jóvenes que deciden salirse de estudiar, lo hacen por cuestiones económicas, un 30% por una razón académica, y otro 30% por desconfianza.

Datos del Instituto Nacional de Evaluación para la Educación, muestran que de cada 100 niños que inician primero de primaria, llegan a sexto sólo 94; y de esos 94, entran 87 a educación secundaria, de los cuales terminan 83.

De los 83 que terminan la secundaria, entran a primero de preparatoria 77, pero solo terminan 56. Y de estos 56 que ingresan a la universidad, sólo 22 finalizan una carrera profesional.

En Sinaloa, los índices de abandono escolar se mantienen ligeramente por debajo de los niveles de primaria, secundaria y bachillerato, pero es más alto en el nivel de educación superior, al registrar un 8.8%, contra 6.8% nacional.

De 100 que inician la educación básica, 87 entran a la secundaria.

‘ABISMO’ ENTRE SECUNDARIA Y PREPA

El secretario de Educación Pública y Cultura estatal, Juan Alfonso Mejía López, prefiere medir la deserción escolar a través de las trayectorias completas que en referencia a las tasas de absorción, ya que las primeras permiten tener una visión más clara del tema.

De ahí que concluya que por cada 10 alumnos que ingresan a educación primaria, terminen la preparatoria solo 5, es decir, el 50%.

Y refiere que en la lógica de las trayectorias completas, se observa “una suerte de abismo” cuando el alumnado va a pasar de secundaria a preparatoria, por lo que las acciones y programas gubernamentales se dirigen a este segmento estudiantil, específicamente tercer año de secundaria.

Asegura que hacia allá está destinada la “estrategia de alineación de esfuerzos”, entre ellos el programa “Aprendamos juntos” que cumple ocho meses de ejercicio en beneficio de 32 mil 500 jóvenes, que representan el 60% de los estudiantes de tercer año de secundaria.

Este programa se imparte en 300 escuelas de los 18 municipios, con los resultados más bajos de la prueba Planea que proporciona el diagnóstico del nivel de logro de aprendizajes esenciales, como la comprensión de lectura y las matemáticas.

Se trata de 300 escuelas con mil 314 maestros, con 60 supervisores y 60 asesores técnicos pedagógicos, todos concentrados en reforzar el aprendizaje en español y matemáticas, eso es inédito en la historia de Sinaloa, expresó el secretario de Educación.

“Se hace una suerte de abismo cuando van a pasar de secundaria a preparatoria, y entonces necesitan acompañamiento. ¿Quién dice que necesitan acompañamiento?, la diversidad de estudios que existen sobre la deserción, Sinaloa no es la excepción, dice que de cada tres jóvenes que terminan desertando, uno de ellos siempre lo hizo por una razón académica que tiene que ver con generarle una confianza.”

Al iniciar el ciclo escolar 2018-2019, el entonces subsecretario de Educación Superior de la SEPyC, Francisco Miguel Cabanillas Beltrán, informó que la deserción escolar en Sinaloa alcanza un 30% en nivel preparatoria.

Las causas principales de este abandono escolar son cuestiones económicas, problemas familiares y necesidad de tener un ingreso de parte del alumnado.

Siete de cada 10 alumnos que ingresan a primero de primaria, llegan con desventaja en el proceso de aprendizaje.

DESDE LA EDUCACIÓN INICIAL

El plan estatal en materia de educación, incluye una medición llamada Cédula de Evaluación de Desarrollo Infantil, que será impulsada a partir del mes de octubre, ya que datos de la Unicef señalan que de cada 10 niños que llegan a primero de primaria, siete lo hacen con desventaja que les genera frustraciones y desalientos en su proceso educativo.

“Se estarán presentando resultados cada seis meses y que podrá a través de grupos de control como es primero de primaria, segundo de preescolar y aquellos que están en educación inicial, viendo cuál es su progreso para ver qué hace la intervención de personal profesionalizado al respecto, con esto se está generando una estructura de oportunidades, cosa que antes no existía este tipo de esfuerzos focalizados para generar oportunidades”, apuntó Mejía López.

Aclara que en lo académico como razón de deserción, más que influir el índice de reprobación en el niño o joven, tiene que ver con la sensación de no entender al maestro o el maestro de poder transmitir ese conocimiento.

A la pregunta de si las matemáticas y el español siguen siendo el “coco” de los alumnos, responde:

“Si un niño o una niña tiene problemas con el español, será difícil que lea, y si es difícil que lea, es difícil que comprenda, y si es difícil que comprenda, lo único que le queda es machetear, pero esa no es la solución. Aquel joven o niño que no tiene una noción de los números tampoco tiene una noción sobre la lógica, que es de comprensión abstracta y entonces es más difícil que tenga otro tipo de habilidades como el de aprender música, por ejemplo”.

E insiste en la estrategia estatal de educación temprana con “Primero de primaria es muy tarde…” para iniciar el proceso de aprendizaje desde la etapa preescolar, ya que en la primera infancia es justamente donde se concentra el desarrollo cognoscitivo, el saber, pero también lo socioemocional, que tiene que ver con el sentir, “eso va permitiendo generar seres cada vez más plenos”.

Cabe señalar que del total de niños entre 0 y 5 años que hay en Sinaloa que suman 314 mil, sólo el 31% recibe educación inicial o preescolar, el 69% no tiene una educación formal antes de empezar la primaria.

Las acciones abarcan cinco ejes: medición del desarrollo infantil; adecuaciones curriculares en el nivel preescolar; formación de agentes promotores del desarrollo infantil; articulación intersectorial entre todas las dependencias, organismos de la sociedad civil y fundaciones, así como una campaña de sensibilización hacia los padres.

Sólo el 22% de los alumnos que ingresan a primaria, terminan la universidad.

FRUSTRACIÓN Y ANGUSTIA EN JÓVENES

Para la sicóloga Bertha Hernández Lizárraga, ex presidenta del Colegio de Sicólogos de Mazatlán, la deserción escolar es un fenómeno que tiene sus principales causas en factores económicos y sociales.

Asegura que aún estudiando en escuelas públicas, el costo del trasporte público, la ropa, el material como libros y cuadernos, son una importante merma en el ingreso de una familia de clase media baja o baja. Desde la adolescencia, agrega, hay jóvenes que ya trabajan y aportan dinero a sus hogares.

“Muchos de ellos son sostén de una familia, donde hay un padre ausente o apoyan a sus madres con el cuidado de los hermanos más pequeños. Los embarazos precoces, la desintegración familiar y el poco valor hacia el hecho de contar con estudios universitarios, en su caso, optan por estudiar carreras cortas de nivel técnico que les permitan acceder al campo laboral más rápidamente”, expresó.

Hernández Lizárraga indicó que hay también una desmotivación ante la falta de expectativas alentadoras de empleo y de estudiar la carrera de sus sueños, o con la que se sienten más identificados.

Muchos jóvenes se tienen que adaptar a lo que les ofrecen las universidades públicas cercanas a su hogar, o con menos exigencias académicas de ingreso.

“Expectativas irreales sobre lo que representa tener una carrera que le pueda generar ingresos importantes, reconocimiento o estatus social como medicina, ingenierías, mecatrónica, que atraen por cientos a jóvenes y luego les es muy difícil encontrar un empleo donde apliquen sus conocimientos”.

Refiere que en el joven se generan sentimientos de frustración, depresión, inseguridad, por no sentirse capaces, o angustia ante un futuro incierto.

Comenta que son tiempos cada vez más complicados para los jóvenes por la falta de oportunidades laborales, el deterioro en las expectativas de desarrollo personal y profesional, lo cual hace que terminen por recurrir a sub empleos o empleos informales o actividades totalmente ajenas para lo que se preparaban.

“Hay un daño directo a la autoestima, al autoconcepto y a como perciben que los ven los demás. La idea del fracaso o del rechazo se convierte en ideas y creencias que afectan sus habilidades sociales y profesionales.”

A esto se suma la falta de una mejor y más profesional orientación vocacional en preparatorias, que incrementa la deserción escolar, añade.

Ante esta situación, el apoyo de los padres es fundamental para acompañar las ideas y los ideales de sus hijos, motivándolos a luchar por sus metas y trabajar por ellas. Y a que confíen en sus capacidades y competencias, así como reforzar en ellos la seguridad de que son y serán capaces y que es válido cometer errores, que se vale equivocarse y que cada día es una oportunidad para aprender a tomar mejores decisiones.


ENFRENTAR LAS TRES “R”

Bertha Hernández aconseja que en todas las decisiones se enfrenten las 3-R.

La R de la renuncia, al decidir por una carrera deberán renunciar a otra y a lo que representa.

La R de riesgo en toda decisión, ya que siempre habrá el riesgo de equivocarse, pero se podrá aprender de los errores, lo cual ayudan a crecer y a madurar.

Y la R de responsabilidad, pues toda decisión deberá asumirla como suya sin responsabilizar a nadie más.

Ante todo, recomienda decidir por vocación y no por imposición paterna o por linaje, como muchas familias acostumbran e influyen para que los hijos sean maestros o abogados, según los padres, tíos y abuelos.

“Se induce al joven a que estudie lo que sus familiares han estudiado, limitando sus aspiraciones o finalmente porque no encontró otra opción educativa o al alcance de sus condiciones socioeconómicas. La decisión debe ser por vocación y no por imposición”, concluyó.


DESERCIÓN ESCOLAR EN SINALOA

Primaria, 0.7%

Secundaria, 4.7%

Bachillerato, 12.9%

Educación Superior, 8.8%

FUENTE: Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021


ABANDONO ESCOLAR EN MÉXICO

Primaria, 0.8%

Secundaria, 4.9%

Media Superior, 13.3%

Profesional técnico, 17.3%

Bachillerato, 13.3%

Educación superior, 6.8%

Normal, 4.9%

Licenciatura, 6.8%

FUENTE: Sistema Nacional de Información Estadística Educativa, SEP, Ciclo 2017-2018.


DESERCIÓN POR TRAYECTORIAS COMPLETAS

PRIMARIA

De cada 100 niños que inician primero, llegan a sexto 94.

SECUNDARIA

De los 94 que salen de primaria, entran 87 y terminan 83.

BACHILLERATO

De los 83 que terminan secundaria, entran a primero 77 y terminan 56.

LICENCIATURA

De los 56 que terminan bachillerato, sólo terminan 22 la universidad.


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CIFRAS

5 de cada 10 niños que ingresan a la primaria terminan su educación media superior.

22 de cada 100 que ingresan a educación primaria, terminan la universidad.

78 de cada 100 que ingresan a la primaria no termina una carrera profesional.

8.8 de cada 100 alumnos que se inscribieron en alguna carrera profesional deja de estudiar.

30% de deserción escolar registra el nivel bachillerato en Sinaloa, según la Subsecretaría de Educación Superior de la SEPyC.

49% de los alumnos de Educación Media Superior deja inconclusa su vida académica por falta de recursos económicos para comprar útiles, pagar pasaje e inscripciones.

17% de la población de 25 a 64 años ha cursado educación superior en el país.


CAUSAS DE LA DESERCIÓN

-Cuestiones económicas o necesidad de tener un ingreso, 40%

-Razón académica, 30%

-Desconfianza, 30%