15 familias de comerciantes se van de Culiacán por amenazas y violencia

Hasta el momento son al menos 15 familias del gremio que se suman al desplazamiento por motivos de violencia en Culiacán

Redacción / El Sol de Sinaloa

  · lunes 14 de octubre de 2024

Foto: Mario Núñez Lozada / El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- Poco a poco el desplazamiento de familias en Culiacán es más visible, algunas han optado por marcharse de manera temporal, “en lo que baja la violencia”, y otras más emprendieron el éxodo al sufrir hechos delictivos, como secuestro exprés.

Uno de los gremios golpeados es el de los comerciantes. A poco más de un mes de estallar las pugnas entre dos facciones del cártel de Sinaloa en la zona centro y sur del estado, ya son 15 familias del sector comercio que han optado por migrar de la ciudad debido a amenazas, extorsión y secuestros exprés, señala el presidente de la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán.

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Son pocos los que quieren hablar del tema, en las filas del gremio ronda el temor y el sentimiento de frustración. Óscar Sánchez Beltrán, presidente de este colectivo, precisa que los registros que se tienen son por terceras personas y en algunos, información directa, donde por la racha violenta se han generado diversas afectaciones, y las familias han decidido marcharse.

“Muchas personas, comerciantes que han sido objeto de un delito tan grave como es el secuestro exprés o unas llamadas de extorsión, obviamente es una situación traumática y estamos hablando de alrededor de 15 comerciantes que han decidido irse de la ciudad o del país”, comenta.

Foto: Mario Núñez Lozada / El Sol de Sinaloa

Nuevos horizontes

Los afectados, dice, han optado por buscar otras oportunidades en otras ciudades o evitar exponerse por alguna situación de inseguridad, decidieron bajar las cortinas de sus negocios y migrar.

Cuenta que los afectados quisieron prevenir y no exponerse a otro segundo hecho, por lo que tampoco se dice a qué ciudades fueron a residir, ya que por medida de seguridad evitan dar a conocer los lugares de destino.

“No nos han comentado, solo hemos escuchado que a otras zonas del país, donde haya menos criminología o al extranjero, pero por seguridad no lo mencionan”, comenta Sánchez Beltrán.

El líder explica que a un mes de las rachas de violencia ya suman 12 mil millones de pesos en pérdidas, por cierre de negocios, falta de ventas y daños a las actividades por los hechos ilícitos.

Los negocios vespertinos y nocturnos son los más afectados ante esta ola de violencia, y solo el 20 por ciento es el que opera actualmente en la ciudad, de un número de 300 agremiados aproximadamente.

El presidente de la Unión de los Locatarios dice que ante la falta de elementos de la policía municipal, se encuentran presentes los agentes federales, Policía Estatal Preventiva y la Guardia Nacional para mantener presencia y evitar que se desaten los robos y ataques a negocios, que se habían presentado cuando se anunció el retiro de los policías municipales.

Sin embargo, esta medida, desde luego, no incluye la seguridad en sus domicilios, donde algunos han sido vulnerados.

Foto: Mario Núñez Lozada / El Sol de Sinaloa

El éxodo invisible

Así como las familias del sector comercio, otras han decidido marcharse de Culiacán, al menos por una temporada, en lo que todo se tranquiliza, como Rubén, un padre de familia que presenció cómo los grupos armados invadieron su colonia y eso hizo que su esposa e hijos entraran en crisis.

Del trabajo me dieron la facilidad para moverme, espero que sea unos meses”, cuenta el profesionista.

Esa sensación de inseguridad lo obligó a partir de manera abrupta; a fines de septiembre fue a comprar víveres a una tienda cerca de su domicilio, en la zona norponiente de la capital, cuando quedó atrapado en medio de un grupo de sujetos armados.

A su esposa le tocó presenciar también que un sicario entró a la farmacia donde estaba, encapuchado y armado, pero aunque iba a comprar medicamentos, el temor de verlo acompañado de otros que lo esperaban afuera, le provocó una crisis nerviosa.

“Ya nos tenemos que ir de aquí”, le dijo a Rubén, quien hizo las gestiones en su trabajo para el cambio a otra entidad.

El número de familias que se han marchado de la zona de conflicto es incuantificable, pues las autoridades no llevan un registro, son historias que se cuentan entre personas, en llamadas por teléfono, en mensajes de WhatsApp, esos los incontables adioses de quien sí se ha salido para salvarse, de quien busca alejarse del infierno de la zozobra e incertidumbre.