Culiacán, Sin.- Un año 10 meses después, Mayra Guadalupe Millán Castro y su pareja fueron encontrados sin vida. Sus cuerpos fueron enterrados en algún lugar de Guamúchil, para luego ser desenterrados y dejarlos a la vista de la ciudadanía quienes denunciaran su hallazgo.
De acuerdo con la presidenta de Sabuesos Guerreras, María Isabel Cruz, el hallazgo se dio el martes 29 de diciembre a las 14:00 horas. Fue encontrada en un montón de tierra en un predio cerca de la carretera México 15 en el municipio de Salvador Alvarado.
Se dice que tres elementos de seguridad pública en ese municipio, localizaron en el terreno, ropa de Mayra y, en otro montículo se hallaron restos de dos cuerpos más, uno de ellos podría tratarse de la persona que acompañaba a Mayra en el momento de su desaparición, cuando viajaban en una motocicleta a Guamúchil.
Marisol, su hermana, se mantuvo en la lucha hasta ahora, para responder a la amarga pregunta de los tres hijos de Mayra: ¿cuándo volverá mamá? Ella, apoyada con el grupo de búsqueda Sabuesos Guerreras A.C., estuvieron procurando encontrar con vida a la mujer de 29 años, a quien recuerdan como una madre amorosa, una amiga solidaria y llena de energía.
“La tierra sacó a mi hermana, la sacó no como quería, pero Mayra Guadalupe Millán Castro ha regresa a lado de nosotros. Por fin puede encontrar a mi hermana la vida si me alcanzo para hacerlo y traerla de regreso como tanto pedía”, expresó Marisol Millán.
Durante los meses de espera por localizar a Mayra, la familia Millán Castro tuvo encuentros con el mismo fiscal Juan José Ríos Estavillo, a quien señalaron con falta de seriedad para atender el caso de desaparición de la joven.
LA VIDA DE LA JOVEN
Mayra era la menor de tres hermanos, tiene tres hijos: de 10, 5 y 4 años de edad. Estaba divorciada, laboraba en un restaurante y tenía múltiples planes de negocio con su hermana, pues su meta era sacar adelante a sus hijos y darles lo mejor.
Ella se casó muy jovencita, no había trabajado hasta que se separó de su esposo, recientemente, y fue como comenzó a trabajar de hostess en restaurantes.
Marisol
Mayra vivía junto con una hermana y sus tres hijos en Culiacán. El 15 de febrero del 2019, alrededor de las 14:00 horas, salió de su casa. Se bañó, se cambió, agarró su bolsa y dijo que iba a acompañar su pareja, Benito Ponce Vidal, de 43 años, a vender una motocicleta.
La joven comentó a su madre, que acompañaría a Benito a vender el vehículo, sin embargo, no especificó con quién o el lugar exacto de su destino.
Se sabe que Mayra subió a una camioneta Sierra color blanco con un remolque donde llevaban la motocicleta, una BMW color azul.
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Luego de 20 minutos, el más pequeño de los hijos de Mayra le comentó a su abuela que quería hablar con su mamá. Entablaron comunicación por medio de audios de WhatsApp, donde dijo que se dirigía rumbo a Guamúchil, una zona ubicada a casi una hora y media de Culiacán.
La tarde transcurrió y el hijo de Mayra nuevamente pidió hablar con su madre, por lo que le marcaron a su celular, pero ya no respondía. La madre estimó que no contestaba quizá porque no había buena señal.
“Ese día mi mamá no durmió en toda la noche porque estaba marcándole al teléfono y nunca le entró la llamada, hasta el día siguiente a mí me llamó mi otra hermana y me dijo que Mayra no llegó a dormir, que estaban muy preocupados porque los teléfonos de los dos (Mayra y Benito) mandaban a buzón”, relató la hermana de la víctima.
SIN INVESTIGAR
Marisol, al recibir la noticia, decidió interponer la denuncia por desaparición ante la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa.
La familia inició por su cuenta una intensa búsqueda en calles, colonias, donde han repartido miles de volantes.
Buscaron al gobernador Quirino Ordaz Coppel en múltiples ocasiones, así como al titular de la Fiscalía General del Estado pero no hubo éxito. Ordaz Coppel se mostró insensible y Ríos Estavillo, a cargo de una inoperante corporación.
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