Si algo caracteriza a Baja California, es su calidad en la producción de uva y vinos, estos muy apreciados en México y el mundo. Una de las empresas vinícolas del estado con mayor arraigo y tradición es L. A. Cetto, una casa con una historia que vio la luz hace más de 7 generaciones. Y que en este 2024, cumple 96 años en el gusto del público.
Cada año la vinícola es sede de las tradicionales Fiestas de la Vendimia, un evento lleno de color y coronado por los excelentes vinos de la casa. Al respecto Luis Alberto Cetto, director del grupo, dijo que cada vez buscan que haya mejor nivel y que sea más accesible para todos los públicos.
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“Este año debemos cerrar con unas 200 mil personas que nos van a visitar, atender a dos mil personas en un día es complicado y queremos que tengan la mejor experiencia. Tenemos una gran notoriedad en la región, de forma permanente llegan 600 personas sobre todo en época de cosecha”.
Destacó que la fiesta representa para ellos compartir con la gente otro año más de trabajo y el fruto que se ve traducido en la uva y en una botella de vino, “eso es lo que nos mueve, no solo los trofeos y medallas”.
Al ser uno de los líderes en su ramo, L. A. Cetto tiene un importante reconocimiento internacional por la calidad de sus vinos, y por eso puede presumir más de 950 premios a lo largo de su historia, sin embargo no ha sido un camino fácil.
La empresa ha tenido que enfrentar varios retos a lo largo de su historia en el Valle de Guadalupe, pero uno de los más recientes, de acuerdo con la visión de Luis Alberto Cetto, es que siguen dependiendo primordialmente de agua del subsuelo, aunque aseguró que están en vías de concluir un proyecto para un acueducto, pero deben definir si la fuente será de Tijuana o Ensenada.
“En principio traemos el acuerdo de la planta de tratamiento del Naranjo, para traer aguas tratadas para uso agrícola y aquí le vamos a dar un tratamiento adicional, para poderlas infiltrar a la tierra; son aguas bastante saladas, vamos a traerla para luego hacer la distribución en el Valle de Guadalupe”.
Agregó que la calidad del agua debe ser más o menos igual que en La Morita, que es la planta de Tijuana. Destacó que no es nada raro y que se practica en muchos lugares. Apuntó que lo han trabajado con otras empresas y han intervenido otros productores como Camilo Magoni pero que el objetivo es que haya suficientes consumidores de esa agua para que subsista.
Explicó que es un proyecto para generar negocios, a través de la producción.
Para L. A. Cetto renovarse ha sido clave y sobre este tema Luis Alberto Cetto, señala que son parte de una industria que de repente se va mucho a lo moderno, pero que también hacen un alto en el camino para regresar a prácticas tradicionales.
Mi papá por ahí de los en los 60´s empezó a experimentar con lo que ya se estaba haciendo en California que era utilizar tanques de acero inoxidable para fermentar, y todo el mundo empezó a abandonar las tinas de concreto o tanques de concreto, pero resulta que 40 años después estamos regresando a los tanques de concreto, porque llegan a funcionar mejor que el acero inoxidable y lo más seguro es que al rato igual regresemos a los de acero oxidable que traigan una tecnología con alguna mejora
Acotó que el Valle tiene una gran oportunidad para seguir innovando, “en el mundo están saliendo los vinos naranjas, los azules, de diferentes colores, y estamos tratando de hacer eso; además seguimos experimentando, tenemos un promedio de 80 hectáreas de viñedos que son exclusivamente de uvas experimentales y hacemos micro vinificaciones desde 20 litros a 200 para hacer este algunas pruebas, tenemos una área de la bodega que está enfocada a eso”.
La meta de este equipo es usar la imaginación para ver qué más pueden sacar. Platicó que no hace mucho, en Estados Unidos, los vinos eran más secos, pero ahora los vinos tintos, incluyendo los del Valle de Napa, son muy dulces para su gusto.
“Pero bueno, si el consumidor es lo que está buscando, nosotros no somos quien para decirles qué es lo que les debe gustar, estamos para cumplirles. Por eso vamos actualizando conforme a esas exigencias, vinos más ligeros, se habla de los vinos con bajo alcohol o sin él, sin embargo para esto último, estamos todavía muy lejos de realmente tener algo que valga la pena. Qué tristeza producir un vino para luego quitarle uno de los elementos más básicos”.
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Luis Alberto Cetto entiende que en nuestro país hace falta mucho trabajo en torno a la industria vitivinícola y que hay una gran demanda de producto. Dijo que tan solo en México se consumen 13 millones de cajas de vino, pero que apenas se cubre el 20% de esa demanda.
Añadió que ha sido un buen año para la producción del Valle de Guadalupe y que no hay otro estado que vaya superando a Baja California. Dijo que se cosecharon entre 15, 000 y 16,000 toneladas este año, lo cual representa más o menos un millón 300 mil cajas de vino.
“Actualmente estamos exportando a Italia, España, Francia, Inglaterra, Holanda, Noruega, Dinamarca, República Checa, Polonia, Estados Unidos, Canadá, Japón, el 8% de la producción se va, sigue siendo poquito, pero estamos buscando más”.
L.A. Cetto aún enfrentará nuevos desafíos, porque la evolución de esta industria seguirá en el Valle de Guadalupe, que de acuerdo con Luis Alberto Cetto, tiene un futuro importante siempre que todos los involucrados trabajen de la mano, como hasta ahora.