A un año del Culiacanazo 2.0, que terminó con la captura de Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, el grupo criminal de Los Chapitos comenzó el repliegue táctico, así como impusieron la prohibición del tráfico de fentanilo, gestionaron la entrega de uno de sus mandos más violentos, otros liderazgos emergieron y ahora reorganizan los negocios en las calles de Sinaloa.
En Culiacán, desde hace meses, los ciudadanos atraviesan por una de las más fuertes embestidas de robo de vehículos, derivado de la evolución del crimen organizado, según el Consejo Estatal de Seguridad Pública, pues 2023 concluyó con casi 4 mil denuncias por este delito, casi 800 más que en 2022.
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En la capital del estado, de acuerdo con fuentes de la Fiscalía General del Estado y agentes investigadores consultados, cuando capturaron a Ovidio en Jesús María, la organización mudó sus expendios y dispensarios de droga, y lo volvió a hacer con el arresto de Néstor Isidro Pérez Salas, “El Nini”, el pasado 22 de noviembre.
Con la caída en solitario del ahora exjefe de sicarios de Los Chapitos, según las mismas fuentes, ascendió “El Piyi”, quien hasta entonces se mantenía de bajo perfil en la seguridad de la organización de los hermanos Guzmán.
El gobierno federal atribuyó a Néstor Isidro decenas de asesinatos, en especial el de los 8 hombres -uno de ellos menor de edad- que fueron “levantados” en Culiacán y sus cuerpos arrojados en Tamazula, Durango, a principios de noviembre, tres semanas antes de ser capturado en un domicilio de Colinas de la Ribera.
Prohibición del fentanilo
Tras la captura de “El Ratón”, que dejó una secuela de robos de vehículos, también sobrevino el arresto de José Guadalupe Tapia Quintero, operador de la facción de Ismael “El Mayo” Zambada, el 9 de febrero.
Con esto, las fuerzas armadas aseguraron varios laboratorios de droga sintética en el valle de Culiacán, en Angostura, Cosalá y Mocorito, pero en abril, el Departamento de Justicia y Estado elevaron la presión a Los Chapitos al aumentar las recompensas por los hermanos prófugos, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, pasando a 10 millones de dólares por datos que lleven a su captura.
En mayo, en Culiacán comenzó la operación mediática y criminal para incidir en la opinión pública de que la facción no producía fentanilo, aunque las agencias estadounidenses colocan a los Guzmán como los principales exportadores de esta sustancia.
A la par de esto, la Secretaría de la Defensa Nacional rastreó el paradero de “El Nini” en junio pasado en la sindicatura de El Tamarindo, en donde se replicó el modus operandi de bloquear carreteras en esa zona, mientras Néstor y sus hombres evadían el cerco militar
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Pero en agosto, las autoridades continuaron la cacería contra presuntos fabricantes de este opiáceo sintético y arrestaron a César Tapia Quintero, hermano de Lupe Tapia, en un operativo en la colonia Revolución.
La estrategia mediática
En octubre, Los Chapitos intensificaron su estrategia mediática para prohibir la producción y trasiego de fentanilo, al colocar de manera coordinada una serie de mantas en Culiacán, Mazatlán, Ahome, Guamúchil y Guasave.
Los letreros, que advertían que quien moviera esta droga se atendría a las consecuencias, se replicaron en varios municipios de Sonora hasta alcanzar Baja California.
Esto sucedió paralelo a la estrategia de enviar a medios de comunicación a través de redes sociales y correos electrónicos información positiva sobre los Guzmán, con la finalidad de difundir la agenda de este grupo criminal.
La estrategia mediática de estos “cables informativos” se encaminó a enfocar las baterías hacia otros grupos delictivos, comunicar acciones positivas, como repartir despensas en comunidades afectadas por la tormenta tropical “Norma” en Navolato o a entregar juguetes a niños vulnerables previo a las fiestas navideñas.
Cambio de dispensarios
El segundo cambio de dispensarios en la capital sucedió luego de la aprehensión de “El Nini”, ocurrida el 22 de noviembre, días después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador participó en la Cumbre de San Francisco, donde se entrevistó con Joe Biden de Estados Unidos y Xi Jinping, de China.
La cronología de las giras de AMLO dio pistas del operativo en Culiacán, ya que el martes 14 estuvo con el gobernador Rubén Rocha Moya en Badiraguato, en la inauguración de un tramo carretero, y el 16 en San Francisco sumándose a la “guerra contra el fentanilo”.
Con la detención de Néstor Isidro, en Culiacán los homicidios de alto impacto comenzaron a disminuir, aunque el robo de vehículos se ha mantenido constante.
Sin embargo, a pesar la supuesta prohibición del fentanilo, el gobierno estadounidense no bajó la guardia, al contrario, el Congreso de EU autorizó a la DEA para el ejercicio fiscal 2023-2024 un presupuesto de 3 mil 286 millones de dólares, entre los rubros que destacó fue la desarticulación de los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación, los dos que ahora se pelean las fronteras norte y sur del país.