Culiacán, Sin.- Sobre la calle Domingo Rubí, una larga fila dobla hasta la avenida Antonio Rosales, se trata de aproximadamente 40 personas que esperan entrar al mismo banco que don Pedro, de las que al menos 25 son adultos mayores.
Don Pedro tiene 68 años de edad, vive solo y hoy ha salido a retirar un dinero que le envió su hijo de Estados Unidos, por eso acude al banco en el Centro de Culiacán. Para llegar tomó camión ahí en la Lázaro Cárdenas, donde vive, exponiéndose a la insana distancia que se tiene en la aglomeración que se forma casi diario en algunos bancos del primer cuadro de la ciudad.
Todos los que hacen fila portan cubrebocas – no todos como deberían- y otros más hasta careta para prevenir la exposición al contagio del virus, sin embargo, la distancia que tanto se ha promovido, no cabe en esa línea de espera.
Yo no sé de eso de moverle al teléfono para pagar que la luz, el agua; ni tengo quién me ayude o me traiga en carro aunque sea para no usar el camión. No puedo quedarme sin dinero en efectivo, tengo que venir hasta acá a sacarlo y aprovecho para pagar algunas cosas.
Don Pedro
A la mitad de la fila, una señora con bastón se cansa de esperar y se recarga en la pared. Se llama Laura y tiene 65 años, ella va a depositar un dinero que debe.
Yo no hago trasferencias por celular porque la verdad no sé cómo y aunque me expliquen me hago bolas, la verdad prefiero venir yo a hacer mis cosas, no quiero molestar a mi familia ni a mis vecinos. Además, no he visto a mis hijos, cuando van a la casa nomas de lejitos nos saludamos y es que no es que no quieran estar conmigo, es que nos da miedo que me de Covid, ya ve que los viejos somos más propensos de contraer el virus.
Doña Laura
Y sí, desde un inicio del brote de Covid-19, se informó por medio de la Secretaría de Salud Federal que entre la población vulnerable estaban los adulto mayores mayores de 65 años, por lo que había que extremar precauciones para evitar que estos aún sin salir de casa, se contagien.
Sin embargo, los ancianos que aquí esperan para entrar al cajero automático, no les queda de otra más que realizar los pagos presenciales, pues como lo expresan Don Pedro y Doña Laura, no están familiarizados con la tecnología, ni tienen quien les “eche una mano” para que ellos no salgan.
Pero estos no son los únicos motivos que sacan de casa a los abuelitos, pues Doña Ana confiesa que ella prefiere hacer las cosas por sí misma, pues así se siente útil.
Yo estaré vieja pero no me gusta andar dependiendo de nadie, ni de mis hijos, a mí me gusta hacer mis cosas y la verdad me da más confianza hacer todo presencial, no confío yo en el internet.
Doña Ana
VULNERABLES
Los números rojos de Covid-19 en Sinaloa, se han posicionado a los adultos mayores como las principales víctimas de los decesos.
AYUDA
Si tienes a un familiar de edad avanzada, ayúdalo a realizar sus trámites más esenciales.
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