Culiacán, Sin.- Escándalos de corrupción, fugas peliculescas, muertes sospechosas, tráfico de influencias, drogas, autogobierno, el Centro Penitenciario de Aguaruto volvió a ponerse en el ojo del huracán este fin de semana al desatarse un enfrentamiento a balazos entre reos que dejó un saldo de tres muertos y uno más heridos, al menos en la versión oficial.
Cada año, en los diagnósticos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) este reclusorio de corte estatal sale con los peores índices a nivel nacional, con una calificación que oscila por debajo de los 6 puntos, contrario a las otras tres cárceles.
Influye mucho que en el penal de Aguaruto se albergue a integrantes del cártel de Sinaloa, que de acuerdo con los reportes del organismo autónomo, mantienen un cogobierno con las autoridades que gestionan la seguridad de la cárcel.
En el más reciente informe de la CNDH de mayo de 2021, se le dejó un puntaje a los cuatro penales del estado de 5.98, en donde el 10 sería la mejor calificación. Los aspectos evaluados por los visitadores van desde la cantidad de personas privadas de la libertad, las condiciones físicas de la infraestructura penitenciaria, hasta temas relacionados con el manejo de la seguridad, la introducción de sustancias ilícitas, corrupción y el respeto a los derechos humanos de los presos.
Con este índice, Sinaloa quedó durante 2020 en el sexto sitio de los estados con los peores centros penitenciarios, ya que bajó de puntos conforme al 2019, en donde se le dio una calificación de 6.05 porciento, aunque el de Culiacán se mantuvo reprobado con un 5.6.
Uno de los principales problemas detectados a lo largo de los años por esta Comisión, es el autogobierno o cogobierno, en donde la cárcel de Aguaruto aparece con 2 puntos en los controles de seguridad y otros 3 puntos en el control ilegal de actividades.
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LAS FUGAS
En cuanto a las fugas, este reclusorio es de donde más reos se han fugado de manera histórica en los últimos 20 años. Los datos del Consejo Estatal de Seguridad Pública señalan que se han logrado escapar de sus muros 111 internos, esto con corte al 2020.
En el primer año de la administración de Quirino Ordaz Coppel se fugaron en un evento poco aclarado cinco internos de alto perfil, líderes del Cártel de Sinaloa.
Esta fuga ocurrió 16 de marzo de 2017, mientras en Culiacán se debatía una pugna entre los hijos del Chapo Guzmán y Dámaso López Núñez. Los reos evadidos fueron: Juan José Esparragoza Monzón, Rafael Guadalupe Félix Núñez, Francisco Javier Zazueta Rosales (Pancho Chimal, muerto), Jesús Peña González y Alfonso Limón, El Poncho.
De los cinco fugados, tres de ellos contaban con un proceso de extradición a Estados Unidos. Un año después, otros dos reos federales de alto perfil se evadieron vestidos de custodios y acompañados por el jefe de seguridad del penal, quien los ayudó a salir por la puerta.
El tercer evento, fue el del “jueves negro”, sin que hasta ahora hayan sido recapturado a los 47 internos que se fueron por la puerta grande, aprovechando la violencia que generó la “toma de Culiacán” por parte del narco para liberar a Ovidio Guzmán López.
HOMICIDIOS
En las últimas dos décadas, en los penales de Sinaloa, se cometieron un total de 133 homicidios, sin contar aquellos decesos en los que sólo quedó la sospecha, ya que en ocasiones los reos, para simular que no se trató de un crimen, cuelgan a las personas o en su defecto, entre varios, le inyectan sustancias en la sangre, así pueden simular una sobredosis.
En el penal de donde más crímenes se han perpetrado en sus barracas y patios, es el de Culiacán, con total de 69 homicidios dolosos.
El año que más asesinatos registró Aguaruto fue en el 2010, cuando se libraba todavía la guerra entre los hermanos Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa. En ese año, las balaceras en la penitenciaría eran algo habitual.
Luego sigue la cárcel de Mazatlán, conocida como El Castillo, en la cual murieron de forma violenta 62 personas, de las cuales 34 fueron asesinadas en un mismo episodio en 2010 también, cuando se ordenó masacrar a todos los internos vinculados con Los Zetas y Beltrán.
Fue el 13 de junio de ese año cuando un grupo de reos tomó por asalto el módulo 21 en donde estaban confinados 29 presuntos integrantes del cártel rival, y con “puyas” y cuchillos masacraron a los internos.
Ese año, el último del gobierno de Aguilar Padilla, en Culiacán se cometió el 35 por ciento de todos los asesinatos de los 20 años que abarca el diagnóstico del CESP. Asimismo en Mazatlán con la masacre de julio de 2010, también sumó el 55 por ciento de todo el histórico acumulado.
DENUNCIAN AL DIRECTOR
En los últimos cuatro años y medio por las oficinas del penal de Aguaruto han pasado por lo menos 9 directores, quienes han durado desde unas semanas hasta meses y han dimitido por diversas razones.
Cuando sucedió la fuga del “jueves negro” del 17 de octubre de 2019, la SSP decidió remover a su director, por lo que el puesto permaneció con un encargado de despacho hasta que en febrero de 2020 le dieron el nombramiento al Capitán de Artillería, Mario Ortiz Romero, quien ya estuvo como comandante de la Policía Estatal de Michoacán en 2010.
En agosto pasado, familiares de internos denunciaron ante los medios el nido de corrupción que habita la cárcel de Aguaruto y acusaron de extorsiones a comandantes y directivos. Incluso el diputado de Morena, Pedro Alonso Lobo, subió un Punto de Acuerdo para que se investigue los presuntos malos manejos.
Fue cuando el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda Camarillo, salió a informar que Asuntos Internos investigaría los señalamientos, pero a más de un mes de la denuncia pública, la autoridad no ha llegado a una conclusión del caso.
111
- Son los reos que se han fugado del penal de Culiacán en los últimos 20 años.
64
- Son los internos asesinados en el centro penitenciario de Culiacán.
INVESTIGACIÓN
- La SSP informó que todavía no concluye la investigación contra Mario Ortiz Romero por presuntos actos que pudieran constituir corrupción.
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