Culiacán, Sin.- ¡Tengo un montón de gente deprimida, con ansiedad y miedo!, esta expresión es el reflejo de la saturación de los centros donde se atiende la salud mental en Sinaloa por el confinamiento.
Los directivos temen que con la llegada de las fiestas navideñas, la salud mental de los sinaloenses se agrave debido a que la gente por el distanciamiento no se va poder reunir en los festejos y más se van a deprimir, incluso muchos llegarán al suicidio.
“Todo se ha juntado, el miedo por el Covid-19, las muertes, los problemas económicos, la soledad, el confinamiento por el periodo tan largo, y sobre todo, no poder ver a los seres queridos en estos días, la situación se va a tornar difícil”, señala el psicólogo Humberto Díaz Moreno.
Gabriel Bernal Gamboa, director del Centro Integral de Salud Mental Mazatlán advierte que se ha incrementado en más de un 30 por ciento los casos de ataques de pánico, crisis de ansiedad, fobias y cuadros de depresión severa, en comparación a meses anteriores a la pandemia.
Preocupado señala que tanto en el sector público como en el privado, las áreas de psiquiatría y psicología están llenos.
“La gente tiene miedo ahí tengo un montón de pacientes, tenemos gente deprimida porque no puede salir, no puede hacer actividades normales. Tenemos de todo, lo que más hemos visto en una consulta normal, que ha generado esta pandemia es crisis de ansiedad, de depresión y fobias”, señala.
TEMOR
El miedo a ser aniquilados y dejar de existir, más comúnmente conocido como miedo a la muerte, proviene de una sensación primaria de todos los seres humanos por la supervivencia, de ahí que la gente empiece a sentir fobia por los hospitales debido a la mortandad de personas por el Covid-19.
“Muchos de mis pacientes sienten fobia, pánico por los hospitales porque ahora son sinónimo de muerte ante los múltiples decesos que a diario se dan el Covid-19”, señala Díaz Moreno.
Dice que las consultas se han saturado porque han aumentado los pacientes con serios padecimientos como son las fobias, una de ellas, la de ya no querer salir a la calle. Ni siquiera a la banqueta. Estas fobias, añade, se están dando en niños y personas de la tercera edad.
También con mayor frecuencia está atendiendo a hombres que tienen fobia por la limpieza, se la pasan todo el día limpiando las chapas de las puertas, los pisos, antes, estas fobias se detectaban más en las mujeres que eran exageradamente limpias.
“Con esto no quiero decir que ahora las mujeres no tengan esa fobia, al contrario, creo que mis pacientes con este desequilibrio mental van a la par, es decir, ahora a ambos les está dando la exageración de la limpieza, de la sanitización, Por ejemplo, tengo un paciente que se baña hasta tres veces al día, eso no sería tan anormal, pero resulta que en cada baño usa un litro de alcohol, ya se han de imaginar”, indica.
Otro problema que se está presentando con mayor frecuencia son las sensaciones de pánico ante circunstancias asociadas a fatales consecuencias que supongan el fin de nuestras vidas.
“Se han incrementado las consultas de pacientes que traen un pánico tremendo, por ejemplo, hace unos días llegó un paciente que por todos lados ve el virus del Covid-19. Decía que no sólo lo ve verde como lo conocemos, sino que se le presenta de todos los colores y han noches que lo amenaza de meterse a su boca”, detalla una enfermera del Hospital Psiquiátrico de Sinaloa.
La enfermera quien dijo no estar autorizada para dar información, señaló que lo cierto es que aquí ya no caben pacientes y que lo que urge, más ahora que se han disparado las consultas por el Covid-19 es otro hospital.
“Aquí la verdad ya estamos hasta el tope, ese paciente que le comento, no pudo ser atendido en la consulta porque estamos saturados y de seguro requería internamiento. La salud mental es un problema alarmante”, dijo.
Los trabajadores del área de psicología de la secretaría de salud, han demandado que hoy más que nunca se les debe de tomar en cuenta como médicos y no como personal administrativo.
Se nos ha olvidado a pesar del trabajo que realizamos.
Pablo Guerrero
Detalló que ahora, con la pandemia por el Covid-19, su trabajo se triplicó debido a que muchas personas a diario están presentando problemas de salud mental relacionados con trastornos de ansiedad, ataques de pánico, estrés postraumático, depresión mayor, trastorno obsesivo-compulsivo, trastornos de conductas alimentarias de riesgo, entre otras.
Demandan que ante el número alarmante de sinaloenses que cursan problemas mentales, los consideren como médicos de primera línea en estos problemas y no los mantengan en la trastienda de la salud.
SIN ABASTO
Otro problema que se ha acrecentado es el miedo a ser inmovilizados, paralizados, restringidos, sometidos, atrapados, encarcelados o controlados por circunstancias que están fuera de nuestro control
“Hay menores que están padeciendo el miedo a ya no volver a correr, a salir con sus amigos, ir a la escuela, convivir con el exterior, eso los tiene en constante zozobra, les ha quitado el sueño. Lo más triste, incluso para nosotros los terapeutas es el llanto constante de los niños que demandan que se acabe la pandemia y vuelvan los tiempos donde ellos eran libres”, indica Javier Araiza.
El terapeuta explica que otra reacción física a la que se le conoce comúnmente como claustrofobia, está minando la salud de adolescentes y adultos de la tercera edad, además se empalma con el pánico al abandono.
“Tenemos ancianos que no quieren asimilar que este confinamiento es temporal, incluso ya han muerto por la soledad, se sienten rechazados, angustiados porque dicen que son despreciados, tienen sensaciones de angustia porque creen que no son queridos ni valorados”, añade.
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Los especialistas advierten que si el coronavirus está afectando la salud mental de muchas personas ya que estudios recientes muestran un aumento de la angustia, la ansiedad y la depresión que, sumadas a la violencia, los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, y las sensaciones de pérdida, son importantes factores que pueden incrementar en diciembre el riesgo de que una persona decida quitarse la vida.
La depresión blanca o blues de Navidad, explican, es un síntoma característico de baja del estado de ánimo durante la época de fin de año, la cual puede superarse en el año nuevo, pero que también puede convertirse en una severa depresión si no se atiende oportunamente, dice el terapeuta Javier Araiza.
El especialista mencionó que de acuerdo a los siquiatras, esa merma en el estado de ánimo puede considerarse normal porque las personas experimentan una regresión a la infancia, a la luz de elementos como el árbol, las luces, los regalos, etcétera.
“Aunado al Covid-19 y la navidad, si nos guiamos por el semáforo, éste está en rojo en los trastornos mentales…estamos ante una situación peligrosa que puede traer serias consecuencias si no se atiende”, concluyó el terapeuta.
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