Culiacán, Sin.- A tres días de haberse registrado un fuerte enfrentamiento en los Depas Clamont, ubicados en el sector Tres Ríos de Culiacán, el DIF Culiacán ha contabilizado a 30 familias cuyos hogares resultaron afectados por impactos de bala, manchas hemáticas y ventanas quebradas.

La tarde del sábado 21 de septiembre se registró el intercambio de balas en los departamentos, protagonizado por fuerzas federales y civiles armados.

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“Desde temprano llegamos a traer desayuno y se apoyó a las familias con hospedaje. Hoy estamos limpiando las áreas donde hubo mayor afectación y manchas”, dijo el director del DIF municipal, Cirilo Celis Acuña.

Un charco de agua revuelta con sangre daba la bienvenida al complejo departamental cuando los corresponsales de El Sol de Sinaloa llegaron al sitio. En el lugar se aglomeraban algunos residentes, mientras trabajadores del DIF municipal limpiaban con una hidrolavadora las manchas de sangre de una de las escaleras.

Dentro del sitio se apreciaban los impactos de bala que eran cubiertos por los albañiles, y resaltaba un departamento que resultó incendiado en el segundo piso de uno de los edificios.

Al subir la escalera aún hay sangre en los muros. Algunos impactos de bala fueron marcados por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR), quienes realizaron una diligencia el lunes 23 de septiembre.

El departamento 31 es el que tiene más daños. Fue uno de los asegurados por la FGR; su interior fue consumido casi en su totalidad por el fuego. La sala está destruida y ennegrecida. La habitación quedó igualmente devastada. Unas cintas de seguridad cubren parcialmente las ventanas, mientras que un cartel del organismo de investigación impide que se abra la puerta.

En el otro edificio también hay daños notorios, destacando un boquete en el balcón, presumiblemente hecho por un proyectil de alto calibre o una granada.

Frente a la puerta del departamento 15 hay cinco veladoras encendidas. Allí vivía Juan Carlos, uno de los abatidos en el tiroteo. Su familia ha denunciado que no era un civil armado, como lo informaron las autoridades.

Hasta el momento, Protección Civil no ha hecho una evaluación de los daños causados por el enfrentamiento. El director del instituto municipal, Jesús Bill Mendoza, comentó que al ser un edificio particular, el propietario deberá contratar a alguien que haga la revisión.

De la balacera resultaron tres muertos, de los cuales se creía que la triada eran pistoleros, pero la familia de Juan Carlos ha dicho que él solo trató de salvar a su familia cuando fue alcanzado por las balas.