Mazatlán, Sin.- Centros penitenciarios de Sinaloa alcanzan un promedio de 6.05 de calificación en la última revisión hecha por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cifra superior en solo 0.43 décimas a la pasada, con semáforos rojos en aspectos que garantizan una estancia digna como son deficiencias en las condiciones materiales e higiene de las instalaciones, en la alimentación y en aspectos de la gobernabilidad.
Tanto en el Centro Penitenciario de Aguaruto, Culiacán, como en Goros II de Los Mochis, El Castillo, en Mazatlán, y el de la Región del Évora, la CNDH hace observaciones de que se ejerce funciones de autogobierno y cogobierno por parte de personas privadas de la libertad, así como insuficiencia de personal de seguridad y custodia.
De acuerdo al último reporte del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciario, el estado de Sinaloa se ubica en el lugar 29 de la tabla en el que aparecen las 32 entidades, abajo de este están Puebla (6.03), Veracruz (5.94), Guerrero (5.92) y Tamaulipas (5.42).
En los últimos 5 años, los centros penitenciarios sinaloenses han obtenido calificaciones muy bajas en promedio: de solo 5.65, en el 2015; 5.88, en 2016; 5.64, en 2017; 5.62, en 2018, y en la última revisión del 2019, ligeramente superior con 6.05 de calificación.
La tabla nacional la encabezan Querétaro con una calificación de 8.22, Tlaxcala con 8.07, Coahuila, 8.03 y Guanajuato, 8.01.
Los requerimientos que ha hecho la CNDH a las autoridades de los centros penitenciarios de Sinaloa, en los últimos años, por lo general son los mismos, entre ellos ampliar los servicios médicos, mejorar las condiciones de la celda, garantizar la integridad del interno, ofrecer estancias dignas y mejorar deficiencias en las condiciones materiales e higiene de las instalaciones.
En el reporte se advierte que hay presencia de actividades ilícitas y cobros al interior de las cárceles de Aguaruto, Goros II de Los Mochis, y en El Castillo, Mazatlán.
En el rubro de garantizar la integridad del interno, el centro penitenciario de Aguaruto registra hacinamiento con una población de 2 mil 100 hombres y 83 mujeres; mientras que el de la región del Évora, tiene sobrepoblación, con 128 hombres y 2 mujeres.
Aguaruto y El Castillo también presentan insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, así como la falta de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos y deficiencia en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento.
CALIFICACIÓN DE CENTROS PENITENCIARIOS
- Aguaruto, Culiacán: 5.61
- Región del Évora, Angostura: 6.09
- Goros II, Los Mochis: 6.17
- El Castillo, Mazatlán: 6.34
CALIFICACIÓN SINALOA POR AÑO
Promedio de centros penitenciarios es de 6.05, en el 2019, 5.62, en el 2018, 5.64, en el 2017, 5.88, en el 2016, 5.65, en el 2015, de acuerdo a los datos de Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciario, CNDH
Mientras que la población en cárceles se encuentra de, Aguaruto, Culiacán 2,100 hombres y 83 mujeres, región del Évora, Angostura: 128 hombres y 2 mujeres, Goros II, Los Mochis: 986 hombres y 26 mujeres y el Castillo, Mazatlán: 1,171 hombres y 40 mujeres.
OBSERVACIONES DE LA CNDH A CÁRCELES DE SINALOA
AGUARUTO, CULIACÁN
En la observación de Aguaruto y Culiacán, dio como resultado la integridad personal del infierno,: hacinamiento, insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, falta de prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección, insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos y deficiencia en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento.
ESTANCIA DIGNA
Deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad, la inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de la cocina y/o comedores, la inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para la comunicación con el exterior.
por su parte, las deficiencias en la alimentación por gobernalidad van de insuficiencia de personal de seguridad y custodia, deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, ejercicio de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad (autogobierno/cogobierno) y presencia de actividades ilícitas y cobros.
Asimismo, la reincerción social se deficiente separación entre procesados y sentenciados e inadecuada vinculación de la persona privada de la libertad con la sociedad.
GOROS II, LOS MOCHIS
ESTANCIA DIGNA:
- Inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene del área médica.
- Inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de la cocina y/o comedores.
- Inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para la
REINSERCIÓN SOCIAL
- Inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad.
- Deficiente separación entre procesados y sentenciados.
- Insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación.
Mientras que en El Castillo y Mazatlán la integridad personal del infierno va de la supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular, insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos y insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.
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Los mismos datos arrojan que la deficiencia en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento por estancia digna menciona que hay deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad, inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene del área médica, inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de la cocina y/o comedores, inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para la comunicación con el exterior y deficiencias en la alimentación. Los datos de gobernalidad se mantienen igual a los anteriores.
Entre los requerimientos está ampliar los servicios médicos, mejorar las condiciones de la celda, garantizar la integridad del interno, ofrecer estancias dignas y mejorar deficiencias en las instalaciones.
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