Culiacán, Sin.- Marisela Bustamante Domínguez, atleta sinaloense de alto rendimiento -1998- 2008- abandonó las pistas para formar una familia, pero no se arrepiente porque tuvo dos hijos –niña y niño-, mismos que a causa de la mala impartición de justicia y de la pandemia “están secuestrados” por su padre, según declara ella a El Sol de Sinaloa.
La historia de Marisela es la historia que están viviendo cientos de mujeres que por estar cerrados los juzgados, la corrupción, e imparcialidad de los que supuestamente deben impartir justicia, no ha podido convivir con sus hijos.
Marisela tiene toda su familia en Sinaloa, se casó ilusionada, dejó el atletismo, más no el deporte, se fue a radicar a Ensenada, aunque el matrimonio empezó mal: vivir con la suegra. Su ex esposo siempre ha estado a expensas de lo que diga la familia, incluso, trabaja en el negocio familiar.
En entrevista con El Sol de Sinaloa de entrada Marisela sólo atina a decir: ¡Quiero ver a mis hijos…!
Implora, suplica, porque no ha tenido desde hace más de un año, contacto físico con sus hijos.
“Mis niños eran muy cariñosos conmigo, muy apegados a mí, siempre me decían mamá te amo, jugábamos, le enseñaba cosas, hacíamos juntos deporte y el niño a cada rato me repetía nunca te voy a dejar…”
También puedes leer: Un reconocimiento inesperado
SE DERRUMBA
La triste historia de Marisela se empezó a tejer el día que por mutuo acuerdo se divorció y tuvo que salirse del domicilio donde vivían con la familia del ex. Ahí inició todo. Se fue con sus dos hijos, el niño de ocho años y la niña de siete años.
“Quiero a mis hijos conmigo, entiendo que él al igual que yo tenemos derecho de tenerlos. Yo siempre estuve al pendiente de todo, incluso en la escuela no conocían al padre, porque siempre estaba en su trabajo, de ocho a siete de la tarde y no se podía hacer responsable de los niños. Yo los llevaba a diario a sus actividades deportivas, porque les inculque el deporte, y ellos ya eran unos apasionados”.
La pesadilla inició el 19 de mayo del 2020. El papá de los niños se los llevó con el pretexto del cumpleaños de la niña, precisamente el día en que le tocaba la convivencia con los menores.
Los tenía que regresar a las nueve de la noche…y desde ese día, nunca más ha podido verlos, abrazarlos, “incomunicada totalmente, sólo recibí una llamada donde me decía que ya no me iba a entregar a los niños”, dice.
“Al día siguiente fui al domicilio de su familia, nunca me abrieron. Me fui al Ministerio Público a poner una denuncia por sustracción de menores, ahí me enteré que antes él también me había denunciado por violencia intrafamiliar”, recuerda.
Guarda un largo silencio, suspira, y deja caer sus pensamientos: En ese momento me asusté, porque no es verdad, me agarró de sorpresa, la vida con mis hijos era normal, de mucha convivencia, todo el día estábamos juntos, hacíamos deporte, nos divertíamos, nunca hubo un maltrato.
“Me dijeron que me estaba peleando la custodia y lo civil y yo no podía meter ningún documento porque estaban cerrados los juzgados por el Covid-19, no me recibieron ningún escrito y oh sorpresa, a mi ex pareja ya le habían entregado la custodia sin avisarme, sin notificarme nada.”
“A mí me pueden investigar lo que sea, como sea y donde sea, amo a mis hijos. Ni su padre, ni el juez se ponen en el lugar de los niños: les hago falta, siempre estábamos juntos”, destaca.
“Lo de sustracción de menores no procedió”, dice, pero ella, se pregunta cómo entró todo ese papeleo de mi ex pareja, si estaban cerrados los juzgados, otra acción que no le cuadra, es cómo el juez segundo de lo familiar, asentado en Ensenada, Sergio Hiram Ibarra Macedo había mandado documentación si en esos días por la pandemia no se podía hacer nada.
LAS TRAMPAS DE LA JUSTICIA
La atleta narra que el 30 de julio el Ministerio le dice al juez “a mí no me has otorgado ningún papel donde me percate que ya le entregaste la custodia provisional al papá y el juez vuelve a contestar que le quiten la sustracción de menores.”
Narra que el caso se ha alargado, “pedí una audiencia con el juez, me concedió el derecho de ver a mis hijos de manera virtual, por lo de la pandemia, sin embargo, Raúl Tirado Sotelo – padre de los menores-, se ha negado y el juez se hace tonto, no lo obliga. La verdad son muchas cosas que hace el juez, pese a que en tres ocasiones he ido a hablar con él”.
“Yo siempre he estado con mis hijos, los he traído siempre conmigo, en mi trabajo, soy entrenadora, doy clases y ellos iban a clases de atletismo, todo mundo sabe quién soy, conoce mi comportamiento, a todas luces se ve que hay mano negra ahí, incluso los dictámenes que le hicieron a los niños están alterados, porque uno como madre conoce a sus hijos..
-Pregunta obligada ¿considera que el juez está vendido?
-Claro aunque yo hablé con él, le he dicho que está vulnerando todos mis derechos, como madre, como ser humano y no hace nada: Incluso la perito tiene mala fama de actuar de “manera incorrecta” porque qué curioso que cuando se llevó a mis hijos ya estaban hechos los dictámenes, los peritajes de los niños y del padre. El juez se ha conducido con falta de honradez, legalidad y ha actuado en forma parcial a favor de mi ex pareja.
“¡Soy víctima de la justicia, de la pandemia, de todo, porque me han negado ver a mis hijos, no es posible que los tengan secuestrados, que estén a cargo de la abuela paterna y no de su madre, además de que les han negado asistir a la escuela donde estaban inscritos…”
Marisela Bustamante
Madre de familia y atleta
“¡Soy víctima de la justicia, de la pandemia, de todo, porque me han negado ver a mis hijos, no es posible que los tengan secuestrados”.
CONTEXTO
La madre cuenta que desde el 19 de mayo del 2020 sus hijos se fueron con su padre y desde entonces litiga la custodia.
TORTUGUISMO
Con el pretexto de la pandemia, el sistema de justicia no ha resuelto la situación de la atleta sinaloense.
Lee más aquí:
