Culiacán, Sin.- Cada vez se reportan menos avistamientos de niños, jóvenes o adultos en las bibliotecas, esos centros considerados del saber, espacios de consulta, lugares de esparcimiento y templos de la cultura, poco a poco están siendo olvidados.
El tiempo ha pasado y la evolución se ha notado tanto en los edificios que albergan el acervo cultural como en los usuarios que la visitan.
El perfil de los beneficiarios también ha variado. Niños y jóvenes eran los que más acudían a las bibliotecas. Hacían sus trabajos escolares y sus salas se utilizaban para consultar obras de referencia, hacer los deberes y preparar exámenes. En sus mesas también se podían encontrar letrados y políticos que iban a preparase sus temarios.
HAY POCAS
Las evidencias son abrumadoras. Un estudio realizado por la UNESCO reveló que en México existe una biblioteca pública por cada 15 mil habitantes, casi es el mismo número en el estado ya que existe una biblioteca por cada 16 mil 324 sinaloenses.
De acuerdo al Instituto Sinaloense de la Cultura hay 179 bibliotecas y en Culiacán con más de un millón de habitantes, el ISIC señala que hay 22 bibliotecas públicas, sin embargo, no explica que éstas están en malas condiciones.
“En Sinaloa la inmensa mayoría de las bibliotecas se encuentran en muy malas condiciones…sólo las de Mochis se salvan porque tienen un patronato que vela por ellas”, señala el presidente de la Comisión de Biblioteca, Cultura Parlamentaria y Asuntos Editoriales del Congreso del estado.
El diputado José Rosario Romero destacó que por lo pronto se van a destinar 15 millones de pesos para ir al rescate de 70 bibliotecas de todo el estado.
De acuerdo a un estudio, las bibliotecas en Sinaloa la mayoría ya caducaron, les falta acervo cultural, las goteras, la polilla y otros bichos están acabando con los pocos libros que cuentan, por lo que piden a gritos ser impermeabilizadas, demandan mobiliario, buena iluminación y aires acondicionados.
“Nosotros pedimos 50 millones de pesos en el presupuesto, sin embargo, lo bajaron a 15 millones para que lo aplique el ISIC y vamos a estar supervisando para que realmente llegue el recurso a donde tiene que llegar”, dijo el diputado.
EN EXTINCIÓN
En las bibliotecas del estado hay 714 mil 586 libros y se supone que se cuenta con cerca de 800 mil usuarios.
Estos edificios públicos pasan desapercibidos para la mayoría de los sinaloenses, ya que muchos aseguran que nunca han entrado a una biblioteca.
El lamentable declive o desinterés por la biblioteca y los libros, sin duda se debe principalmente al atrayente impulso de la tecnología, redes sociales y otros instrumentos.
El mismo estudió de la UNESCO arroja otro resultado aún más descorazonador: en materia de “hábitos de lectura”, México se ubicó en una lista de 108 naciones en el lugar 107, un puesto de por sí bastante malo dentro de una organización que a la fecha cuenta con 195 países miembros y terriblemente vergonzoso al ocupar el penúltimo lugar.
Yo no voy a una biblioteca, porque aquí traigo quien me saca de apuros.
Néstor Franco.
El estudiante de preparatoria después de mostrar su celular dice que él nunca ha leído un libro completo.
La neta, ni conozco una biblioteca, los libros no me gustan, lo que me gusta es leer blogs, messenger, correos electrónicos y por supuesto el wasap y si me dejan una tarea de bolada la investigo en la red.
Estudiante
Jovita Sainz recién egresada de química asegura que ella y sus compañeras de facultad solamente fueron una vez a la biblioteca, pero no pudieron culminar la investigación por falta de libros y optaron por hacer las investigaciones en casa de alguna de ellas, porque es más fácil encontrar por internet lo que se busca “que perder el tiempo en un edificio de esos”, concluye.
179 bibliotecas existen en Sinaloa, según el ISIC.