Culiacán, Sin.- Del elefante asiático que fue liberado de una carpa de circo en la cual vivía encadenado, desnutrido y sucio durante el 2021, ya no queda nada. A casi ocho meses de que BigBoy fuera reinstalado en el Santuario de Ostok, se observa una notable mejoría en su estilo de vida.
El pasado 19 de julio, el paquidermo llegó a este resintió de protección a animales de la vida silvestre, pesando poco menos de las 4 toneladas y media, tenía sus pezuñas dañadas y de acuerdo a los veterinarios y especialistas, mostraba una desorientación emocional, pues en unos meses el elefante pasó de vivir encadenado y con carencias, a un lugar en el que hoy en día puede ser libre.
Amado Zazueta García, Director del santuario de Ostok, mencionó que en los últimos meses, elefante ha logrado adaptarse a su hábitat natural, pues tiene rutinas de alimentación y recreación que él mismo se ha formado en un terreno de al menos dos hectáreas, donde disfruta de sus alimentos, se baña, duerme, juega y camina.
“Los primeros meses de Bigboy aquí, él no entendía cómo había cambiado su vida, antes él se llevaba todo el día parado en medio del santuario porque tal vez había olvidado lo que era ser un elefante”, subrayó.
BigBoy era un elefante entrenado y se convirtió en un ejemplar semi independiente. Actualmente ya no necesita las atenciones de “Chuy”, su excuidador de circo y quien lo acompañó hasta el santuario para que pudiera adaptarse a su nueva vida.
“Hoy él cada vez se desarrolla mejor, él juega, se baña, tiene una rutina porque los elefantes son muy metódicos, él hace lo mismo todos los días”, mencionó.
La rutina del paquidermo, comienza a las 9 de la mañana. A esa hora sale de su dormitorio con rumbo al centro del santuario para alimentarse y tomar agua. Juega con sus juguetes de enriquecimiento y él solo determina horario de descanso, alrededor de las 5 de la tarde.
“Él ya no necesita el contacto de la gente, él había sido educado para depender 100 por ciento del ser humano, hoy en día depende de nosotros solamente fuera de su hábitat, ya nadie entra con él, sólo a limpiar, ya nadie está con él porque ya no lo necesita”, dijo Zazueta García.
Durante su estancia en el Ostok, BigBoy ha subido en promedio 1 tonelada y mantiene una alimentación a base de alfalfa, plátanos, sandías y zanahorias.
En promedio, el gasto de manutención del paquidermo, oscila los 100 mil pesos mensuales, sin embargo, el gasto para el Santuario ha sido aliviando gracias a la participación de empresas como Mazuri y Maja.
BigBoy se volvió embajador de este santuario y a casi un año de su inauguración, directivos del recinto ya gestionan que el animal pueda ser acompañado por una hembra y que a futuro puedan reproducirse.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos Y acuarios de México AZCARM, Ernesto Zazueta, informó que podría ser en este 2022 cuando se adquiera a la elefante, la cual será comprada por el empresario Juan Manuel kuroda, quien constantemente busca el beneficio de los animales.
Detalló que la elefante podría tener un costo de varios millones de pesos, pero no reveló más datos debido al proceso de confidencialidad de la compra.
Más datos
Durante los últimos 25 años, el elefante BigBoy se había mantenido bajo los reflectores, pues el paquidermo era parte de una familia circense que se dedicaba a viajar por las ciudades en busca de espectadores para sus espectáculos. Sin embargo, tras la aprobación de la ley que prohíbe el uso de animales en circos, el paquidermo pasó a vivir encadenado en una carpa de Guadalajara, sus últimos 5 años.
En abril del 2021, BigBoy fue comprado por el empresario Mr.Tempo a la familia Rolex, posteriormente fue trasladado al zoológico de Culiacán, donde vivió por 60 días y recibió atención médica y veterinaria.
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