Es típico que cuando llegue la época decembrina veas en la calle puestos vendiendo, chocolate caliente, atole, churros, pero sobre todo buñuelos, espolvoreados de azúcar o bañados de almíbar de piloncillo. El atractivo no solo radica en su exquisito sabor, sino también en el ambiente acogedor que estos bocados crean durante esta temporada.
¿De dónde vienen los buñuelos?
Su origen data de hace unos dos mil años en países como Turquía, Marruecos o Egipto, donde se comían bolas de masa frita con miel. Esta combinación emigró a España, durante el reinado de Mohamed Abad Al Moramid en 1090, convirtiéndose en los buñuelos de viento. Es una receta que cuenta con un sin fin de variantes.
El término “Buñuelos” viene de “puñuelo”, unas bolas de que los romanos amasaban directamente de los puños, sin embargo, se dice que esta palabra vendría siendo del francés “beignet”, que se traduce como “bulto”.
¿Por qué los buñuelos en épocas decembrinas?
De acuerdo a la tradición, esto simboliza que al comer un buñuelo sacas un alma del purgatorio, estos representan a las almas que se elevan hacia la luz, esta es otra forma de representar estas festividades como santas y sagradas.
Los buñuelos en México
Los españoles trajeron a México esta receta durante la conquista, sin embargo, se les han estado añadiendo ingredientes propios del país. Por su parte, en distintos estados del país han adoptado su propia manera de prepararlos, o acompañarlos con algo extra como es jarabe de piloncillo, el cual se prepara con canela, piloncillo, azúcar, clavo de olor y una pizca de sal, y el que se coloca como caldo para después agregarle los buñuelos en pedazos pequeños. Pero cada vez son las formas en que se ofrece este delicioso postre, como en pequeños cuadros, los que vienen enmielados y con nuez. Otra es en forma de moño, también bañados de miel, entre otros.
Otros tipos de buñuelos
Además de los buñuelos de la época decembrina, se los nombra a otro estilo de buñuelos como lo son los de Pascua, que se elaboran con una masa más densa y se tiene una forma más ovalada, estos son típicos en la Ciudad de México, así como también en Guerrero.
En otras regiones del país se preparan con instrumentos en forma de estrellas, flores, campanas o ángeles, aunque básicamente son los mismos ingredientes, pero lo que los diferencia, es que la masa es más líquida, además se preparan en diferente época del año.
Durante la cuaresma es un típico postre en Baja California Sur, el cual se sirve con miel y piloncillo de guayaba. En Coahuila y Nuevo León son postres navideños, mientras que en Chihuahua se agrega queso. Por su parte, en Chiapas y zonas del sur del país, se llaman hojuelas, buñuelos o pañales de niño, en referencia a las fiestas navideñas y al Niño Dios.