Culiacán.- Carolina comienza su relato desbordando sonrisas y una clara idea de la historia que quiere contar. Entre sus más de 30 años de experiencia dentro de Cruz Roja existen muchas situaciones dignas de exponer y dar a conocer pero en la cima de ella está la respuesta a la pregunta ¿Por qué eres paramédico?
El llamado, como siempre, no decía mucho. Un intento de suicidio para el sur de la ciudad, cerca de la "calle ancha" en la colonia Lázaro Cárdenas. Carolina y su compañero salieron con la incertidumbre de no saber qué iban a encontrar.
El hecho se pierde en la memoria de hace decenas de años, en ese entonces la colonia a donde iban estaba rodeada por un arroyo amenazante y los patios de las casas estaban habitados por gallos y perros descoloridos.
TRAYECTO
Cuando la ambulancia logró llegar sorteando la terracería imposible vieron el escenario; un joven de edad indefinida con una cuerda hecha nudo en una mano y un cinturón en la otra, detrás de él una docena de vecinos gritándole que se detuviera, que para que se mataba.
Las personas afuera de la casa se reían y burlaban, que nomás estaba llamando la atención, decían. Una persona le dijo a Carolina que lo bajaron de un árbol, que casi se ahorcaba y ahora lo estaban correteando para quitarle esas ideas de la cabeza.
El paramédico y su compañero entraron al patio y en medio de todo el caos, aquel joven se detuvo al ver a Cruz Roja en el peto de los socorristas. Corrió hacia ellos con cierto escepticismo y Carolina le dijo que si podían revisarlo, nada más.
La gente que lo correteaba paró…, y el joven les indicó a los paramédicos que entraran a su casa, ahí lo podían revisar. En su cuarto, oscuro y desordenado, Carolina lo auscultó y no detectó nada. Entonces le preguntó sobre su decisión. El joven, aún alterado comenzó a relatar porqué quería quitarse la vida; una reciente separación de su pareja y la pérdida de la custodia de su hijo de tan solo un año.
EL TIEMPO
Pasaban los minutos y los silencios en el relato del joven eran apagados por los susurros de los curiosos que esperaban afuera. Cuando desistió, entregó la cuerda y el cinturón a los socorristas y su actitud había cambiado. Los primeros auxilios fueron emocionales esta vez.
El paramédico entregó al joven con un familiar que había llegado luego de que le avisaran lo sucedido. Más tranquilo y estable, el joven aceptó recibir ayuda psicológica.
La satisfacción de haber rescatado una vida de manera poco usual para un paramédico fue la confirmación de su vocación, Carolina entendió que su vida estaba destinada a servir de esa manera... A todos los que necesitan y necesitaron una mano de ayuda para soltar su cuerda en momentos difíciles.
LA AYUDA
El paramédico entregó al joven con un familiar que había llegado luego de que le avisaran lo sucedido. Más tranquilo y estable, el joven aceptó recibir ayuda psicológica.
SUCESO
El joven, aún alterado comenzó a relatar porqué quería quitarse la vida.
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