Culiacán Sin.- ¡A poco no está bien chingona…! alardea un joven vestido de negro que se santigua una y otra vez ante la Santa Muerte y le ofrece “te voy a idolatrar toda la vida poniendo tu imagen las veces que sea necesario por este lugar, porque nos has ayudado a mí y a mis compitas”.
Asegura que además de las seis capillas que hay en menos de 14 kilómetros él va a instalar otras más “cada vez que mi niña nos apoya, nosotros la recompensamos. Queremos que la gente no se avergüence y siga a la Santa Muerte, por eso, hay que ir colocando su imagen por todas partes”.
La rúa poco a poco se va poblando de capillas que junto con las decenas de cenotafios forman parte del paisaje carretero ante el fervor que va en aumento,
Por la carretera que conduce a Tamazula, Durango y que forma parte del Triángulo Dorado, las capillas se están convirtiendo en un lugar obligado para detenerse, unos lo hacen por curiosidad, otros por devoción.
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Los cenotafios y la Santa Muerte rivalizan en las exaltaciones que a diario se vive en esos lugares, es una práctica de desafío, ahí se conjuga la muerte que es la representación física de la transición que ocurre al dejar la vida y el cenotafio donde finalmente forman parte del mundo de los muertos.
CON ESTILO
Las capillas y los cenotafios compiten en su estructura, por ejemplo hay un cenotafio que emula al Partenón, ícono de la antigua Grecia. La réplica de la joya de la corona de la arquitectura griega se pierde en el agreste camino, a unos cuantos metros de la presa.
Los creyentes indican que tienen una percepción de la muerte como algo inevitable, por lo que no consideran incorrecto establecer conversaciones o prácticas en honor a la deidad que se encarga de ello.
“Vengo a pedirle que me aleje todas aquellas vibras negativas que intentan perjudicar mi destino y mi vida…así nomás”, detalla un ferviente admirador de la Santa Muerte.
Autoridades policiacas y la misma iglesia católica asegura que los seguidores de la Santa Muerte, son gente que anda fuera de la ley, pero que hasta la fecha en Sinaloa no hay estadísticas sobre cuántos criminales veneran a la Santa Muerte.
Según autoridades policiacas aseguran que cuando han cateado hogares y vehículos de algunos delincuentes, se han encontrado estatuas, altares y otros objetos que le rinden tributo a la Santa Muerte.
A la Santa muerte Se le representa como un esqueleto vestido con una túnica oscura que le cubre desde la cabeza hasta los pies y que posee además otros elementos.
Una de las capillas de la Santa Muerte que está en la bifurcación Sanalona-El Coyonqui-, en ese momento está siendo renovada, ahora, le están pintando los siete colores diferentes en alusión a que se le hacen todo tipo de peticiones.
El pintor, dice que él cuida el lugar por petición de su dueño “yo vengo de un centro de rehabilitación, el patrón nos surte la pintura y nosotros con mucho gusto estamos pintando, lo hacemos poco a poco porque es mucha la gente que viene”.
Los colores son el blanco para conseguir paz, armonía y éxito. El rojo significa amor. El azul, es para lograr el éxito. El amarillo significa la solución a problemas a todos los que no encuentran la salida a aquello que los aqueja. El color dorado, permite la tranquilidad económica.
El “guardián” de la Santa Muerte, en este momento, asegura que últimamente se están robando las estatuas.
“La gente se está robando a la Niña, aquí hace poco se llevaron la guadaña de una de las imágenes que tenemos…” detalla.
Asegura que a últimas fechas la gente está acudiendo más a estos lugares “nosotros tenemos que retirar dos veces al día las veladoras, las flores porque la verdad no caben, la verdad es insólito cómo llegan batos, hombres mayores, de todo, vienen aquí”.
HOMICIDIO
En otra de las capillas, precisamente donde hace cerca de un mes asesinaron a un hombre, las huellas del evento todavía están presentes, sangre salpicada en los pies de la Santa Muerte, igual en la fotografía de un individuo que está a un lado, dan cuenta de lo que pasó ahí.
“Venimos a dejar flores en memoria del compita que lo mataron aquí, ni la Santa Muerte lo salvó, lo bueno es que quedó a sus pies”, dice un joven de 18 años que trae un enorme tatuaje en su brazo izquierdo “La niña cerquita de mi corazón”.
Señala que “Mahami N” era amigo de su hermano y que obviamente él lo conocía muy bien. Mientras husmea en el interior del lugar, saca botes de cerveza, incluso, asegura que le dejaron un churro a la Santa Muerte. También hay ramos de flores secas, tal parece, que desde ese momento, esta capilla ya no es tan visitada como el resto de ellas.
“Como ella no fuma…me llevo el churro”, bromea.
Otro de los visitantes, dice que él es católico, que cree en la Virgen de Guadalupe y asegura que sí le ha hecho milagros, pero que la Santa Muerte, le cumple otro tipo de ayuda.
“A la virgencita no me atrevo a pedirle que me ayude en mis “bissnes”, siempre ando cabalgando en las quijadas del peligro… luego vengo a visitarla, es a toda madre.”
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