Culiacán, Sin.- Como una muestra de agradecimiento a su labor altruista, voluntarios del comedor comunitario de la Iglesia del Carmen festejaron el cumpleaños del pequeño Joel Zamorano, un niño de nueve años que durante la pandemia ha apoyado en la entrega del alimento.
Todos los días, poquito antes de las 12:00 horas, Joel llega en compañía de su padre Miguel Zamorano, a sumarse al equipo de voluntarios del comedor, su función es repartir los platos de comida en orden, estar pendiente de que nadie haga doble fila y a quienes llegan en carro por ser minusválidos, les lleva el alimento.
Fue a través de las noticias como Joel empezó a darse cuenta que en Culiacán hay personas que necesitan de la ayuda social y sin pensarlo dos veces, les dijo a sus papás que quería apoyar, una de las primeras opciones que tuvo su padre fue la iglesia del Carmen, lugar donde ambos llegaron en marzo del 2020, cuando la pandemia iba iniciando.
La intención del señor Miguel era pedir trabajo en el comedor, ya que en ese momento su prioridad era encontrar un nuevo empleo, pero después de ver cómo funcionaba y como su hijo tuvo interés, ambos aceptaron ser voluntarios. Miguel llega para el desayuno y Joel para la comida.
Ya con el amor de los voluntarios, las personas beneficiadas y del padre Miguel Soto, a pocos días de su noveno cumpleaños, Joel compartió que quería festejarse en el comedor en compañía de quienes han sido sus compañeros por más de un año y es que, es tanto el cariño y las buenas enseñanzas que tiene, que decidió celebrar con todos ellos.
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En el patio de la iglesia, a un lado del comedor, se puso un brincolín para Joel y los niños que llegaran, se adornó un espacio con los tradicionales globos y para el mediodía llegó el pastel.
La alegría del festejado era tan evidente por el brillo de sus ojos y el ritmo acelerado de su corazón y aunque su cumpleaños es importante, la prioridad para Joel fue primero dar de comer a los indigentes y después disfrutar una de las mejores fiestas de su vida.
Para apoyar a la gente pobre, porque los quiero mucho y la verdad me gusta mucho apoyar a la gente, a todos, a mi familia, a mi hermano, a todos.
Joel
Su intención fue compartir la comida, el pastel, los dulces y un agradable momento con quien llegara por su alimento. En la fila, algunos señores que ya tienen un lazo con Joel lo felicitaban con gusto por su día e incluso le daban regalos, un señor le obsequió una cruz que guardó en la bolsa de su camisa.
Para la familia Zamorano Mariscal este es un día que nunca van a olvidar, por tener la posibilidad de dar un día de alegría a su hijo más pequeño, todo con el apoyo del padre Miguel Soto, quien buscó ayuda para hacer la fiesta.
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