Culiacán, Sin. - En el Centro de Integración Juvenil se recibe en promedio a siete u ocho jóvenes que por cometer un ilícito y tener una adicción a una sustancia toxica, el juez determina que dentro de su libertad condicional tiene que recibir un proceso de tratamiento, informó Manuel Velázquez Ceballos.
El director del centro regional Culiacán, indicó que en los centros en donde se llegan a recibir mayores casos son en la capital del estado y Guamúchil, con jóvenes varones de entre 18 y 28 años de edad, y que hasta el momento solamente se han remitido a dos mujeres a tratamiento.
En algunos de los casos, dijo, quienes pasan por un proceso de justicia penal, violentaron a su pareja o familia, en el que la mujer afectada se anima a denunciarlo y el juez determina que su conducta tiene que ver con un padecimiento de salud mental.
Las drogas que llegan a consumir los jóvenes remitidos al CIJ son principalmente mariguana, metanfetamina, mientras que otros son poliusuarios, con la mezcla del alcohol con ambas sustancias toxicas.
Aun y cuando se les brinda la oportunidad de tener un tratamiento médico y evitar la prisión, existen casos de jóvenes que únicamente acuden al CIJ a solicitar la constancia de asistencia para entregarlo a las autoridades competentes sin acudir a las sesiones.
Al negarse a recibir atención especializada por considerar que es una acción que no requieren, alrededor del 90 por ciento de los jóvenes que llegan por primera vez se comportan de manera violenta, por lo que al principio se les informa el proceso al que se van a someter.
Además, se les advierte que de no acudir a las sesiones de trabajo no tendrán la constancia del proceso, el cual se tiene que llevar a cabo en seis meses, mismo que se entrega posterior a un antidoping que debe tener un resultado negativo.
Velázquez Ceballos dijo que existe una gran codependencia por parte de las madres, quienes a pesar de las acciones de sus hijos continúan protegiéndolos y son ellas mismas quienes a base de justificaciones piden la constancia sin que el hijo entre a las instalaciones.
En ese sentido, es fundamental que la familia se involucre en el procedimiento terapéutico para cumplir con los objetivos de evitar la violencia intrafamiliar, además de que por parte del CIJ al finalizar el tratamiento se les canaliza a instancias educativas para finalizar la escuela o aprender un oficio.
7 jóvenes con libertad condicional por lo menos son atendidos contra las adicciones en el CIJ.