Con sus bordados hacen activismo de paz: la historia de Bordamos de Corazón

Lo que inició como una actividad recreativa entre amigas se convirtió en un colectivo que ha realizado exposiciones en Sinaloa, México y Colombia

Josemiguel Souza | El Sol de Sinaloa

  · lunes 19 de diciembre de 2022

Las bordadoras han logrado romper esquemas sobre esta actividad. Foto: Kevin Chicuate | El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- “Bordamos de Corazón” es el nombre que tiene un colectivo originario de Culiacán, el cual está conformado por personas de distintas edades y profesiones que se dedican a difundir este arte del tejido. En Colombia se realiza esta actividad para recomponer el tejido social tras años de violencia.

Ahora en Culiacán, este grupo de mujeres ha tomado aguja, hilo y mantas para bordar el cambio, el camino a la paz.

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La primera puntada

Angelina Zamudio, terapeuta y comunicóloga, narró que el colectivo empezó con reuniones de lectoras de una columna que escribía en un periódico local.

Duré más de 10 años escribiendo la columna que se llama “Corazón de mujer”. Entonces a finales del 2006 empecé con reuniones con las lectoras, nos reuníamos para escribir cartas de amor, empecé a conectarme con el bordado, por otro lado, y en una de esas dije: vamos bordando”, relató.

Once años más tarde, en el 2017, a raíz de los talleres de Emociones y Bordado, y del vínculo sororo que se originó entre las mujeres que acudían, concretaron su primera exposición titulada “Bordar corazones”. De la cual resultaron en 40 obras que han sido partícipes en más de 70 exposiciones diferentes.

Era un como plática y taller, en que tú hablabas de tus emociones, de cómo es ser mujer tu vida con las demás. Se hizo como una química instantánea y de ahí salió la idea de volvernos a reunir para seguir, añadió Zamudio.

De este modo, las integrantes cuentan que esta actividad se convirtió en algo terapéutico, un momento en el que solo importan los sentimientos que guían a la aguja para decorar la tela. Pero tras el asesinato de Javier Valdés, el 17 de mayo del 2017, le dieron un giro al bordado, convirtiéndolo en un medio para protestar y manifestar su disconformidad.

Ines Arce, Julissa del Carmen Ruiz Guerra, Angelina Zamudio, Marisol Casas, Chuyita de Choza, Cecilia Murillo, Isabel Michel, Lupita Cabrera, Marisol Moreno y Rebeca López, son las protagonistas de este colectivo, en el que a través del bordado protestan ante diversas situaciones conflictivas.

Este grupo de mujeres ha tomado aguja, hilo y mantas para bordar el cambio, el camino a la paz. Foto: Kevin Chicuate | El Sol de Sinaloa

Moviendo hilos para cambiar el mundo

Los problemas sociales son variados, y este colectivo ha logrado aportar su granito de arena a las luchas por medio de sus actividades.

Lo primero que nos impulsa es la amistad, luego es nuestra pasión por el bordado y de ahí vamos viendo qué temáticas escogemos. Que el Día Internacional sobre la mujer, el Día de Muertos, el cáncer de mama, la diversidad sexual, los 16 días de activismo, incluso el Día Mundial de la Alimentación”, señaló Julissa Del Carmen Ruiz Guerra, abogada y maestra universitaria jubilada.

Y estas actividades no sólo las han realizado en la capital sinaloense, su mensaje y amor por el bordado también es difundido a lo largo de los 18 municipios que conforman el estado. Incluso han logrado llevar sus bordados al resto del país y hasta han participado en exposiciones en Colombia.

Tú puedes bordar lo que tú quieras, puedes expresarlo y aparte de que va a ser terapéutico, va a ser liberador y te va a aumentar tu creatividad e imaginación. Tiene muchas ventajas y si a eso le atribuimos todavía que puedes expresar o manifestar, problemáticas sociales, pues es mucho mejor porque las personas entonces más fácilmente se van a sentar, a bordar, que a lo mejor gritar o no, que también es una manera de expresarlo, pero esta hemos descubierto que es liberador y sanador, señaló la abogada.

Las integrantes cuentan que esta actividad se convirtió en algo terapéutico. Foto: Kevin Chicuate | El Sol de Sinaloa

De este modo, agregaron que esta actividad artística también les ha ayudado a sanar heridas personales.

Suturando el pasado

Julissa relató que los talleres le han ayudado a crecer como persona, debido a que en estos aparte de ser estudiante también se volvió autodidacta, con el fin de conocer distintas maneras de bordar y expresarse.

Explicó que para una exposición en el museo Masin, titulada “El salón de la vida y la muerte”, dedicó una pieza a su difunto padre, y allí se percató de una manera diferente de sobrellevar el duelo.

Lo hice en honor a mi padre, que ya tenía tiempo fallecido, pero nunca había experimentado al 100% el duelo, ni la paz que me dio internamente hacer esta pieza, para mí esto fue muy significativo. Entonces es esa la cuestión, expresar hacia afuera nuestros valores, nuestros sentimientos, y emociones, pero también remediar cosas que de cierta manera aun nos lastiman, expresó.

Lo primero que nos impulsa es la amistad, luego es nuestra pasión por el bordado y de ahí vamos viendo qué temáticas escogemos. Foto: Kevin Chicuate | El Sol de Sinaloa

Una actividad para todos

Las bordadoras han logrado romper esquemas sobre esta actividad, incluyendo a chicos, grandes, hombres y mujeres. De igual modo, las autoridades han visto con buenos ojos su manera de expresarse, de tal forma que incluso han participado en actividades realizadas por los gobiernos.

“En los 16 días de activismo, el día de la inauguración de esta conmemoración, ese periodo de visibilización de la violencia, pues tuvimos nuestro stand allí estuvo el gobernador, Rubén Rocha Moya y tuve la oportunidad de presentarle nuestro trabajo”, explicó Marisol Casas, psicóloga que también trabaja en el Centro de Justicia para Mujeres.

Asimismo, mencionan que incluso fueron tomadas en cuenta en actividades del ayuntamiento de Culiacán, con la finalidad de participar en la iniciativa que tiene el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil de sacar a la ciudad que preside de las más violentas del mundo.

Exposiciones

El colectivo ha tenido exposiciones en todo Sinaloa, en Ciudad de México y también ha viajado a Colombia, ya que también en ese país, se trabaja con el tejido.

Tú puedes bordar lo que tú quieras, puedes expresarlo y aparte de que va a ser terapéutico, va a ser liberador

Julissa Ruiz