Culiacán, Sin.- Tanto la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Angélica Díaz Quiñones como la de la Comisión de Educación, Flor Emilia Guerra se pronunciaron en contra de que los niños regresen a las clases presenciales.
En la última sesión permanente del segundo receso legislativo, la diputada del PAS, Angélica Díaz Quiñones advirtió que hay un debate donde unos se pronuncian a favor y otros en contra y éste congreso no puede evadir en fijar una postura.
“Si bien, no somos autoridad sanitaria o educativa, sí debemos de vigilar el actuar de las autoridades para que no sea el aspecto económico el que prevalezca al tomar esta medida, sino la salud de los educandos y sus familias, por el bien del pueblo sinaloense”, indicó.
La diputada del PAS, dijo que se manifiesta en contra de un regreso a clases de manera presencial en este momento.
Destacó que el riesgo de propagación del virus no debe tomarse a la ligera, de hecho, hay ciudades de países en Europa, Medio Oriente y en Canadá que están presentando rebrotes del COVID 19; asimismo, y como lo señaló el Subsecretario de Salud del Gobierno Federal, en México estamos por entrar a la época del año en que hay un repunte en la influenza, por lo que sería muy grave para la población que ambos virus se manifestaran de manera exponencial, y entonces sí, sería algo más que catastrófico.
“En mi carácter de Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de este Congreso, hago un llamado a las autoridades a que se privilegie, la salud y la vida de los sinaloenses en las decisiones que se tomen respecto del momento adecuado para el regreso a clases presenciales, y mientras exista riesgo para la población, se mantengan las medidas de sana distancia y el uso de cubre bocas, en el sector educativo”, destacó.
Reiteró que se debe privilegiar el daño menor, porque de volver a repuntar el semáforo color rojo, el riesgo de contagio y de muerte será inminente, y por ende, la economía se irá a pique, sin que nadie pueda hacer casi nada por detener esta doble consecuencia. Hago votos porque llegue, pronto, la vacuna que nos proteja contra la enfermedad Covid-19, y que esté al alcance de toda la población, ya que de tomar medidas que tengan efectos de responsabilidades jurídicas y administrativas, los lamentos, son los que menos van a faltar.
“Solicito, con todo respeto, a las autoridades estatales, que antes de dar el banderazo de la educación presencial se realicen pruebas para conocer la intensidad del contagio comunitario y, esto únicamente se logra aplicando el conocimiento científico en el seguimiento epidemiológico. No hacerlo estaríamos haciendo las cosas de manera temeraria a prueba y error, esto no es posible cuando se trata de la salud y vida de nosotros los sinaloenses y más tratándose de nuestros niños y niñas”, dijo.
Hizo un llamado a los sinaloenses a cuidarse y velar por la salud de sus hijos, para evitar más desgracias.
“No nos apresuremos a vivir más desgracias, ya es suficiente con el dolor que representa la epidemia para muchas familias que ya no tienen a sus seres queridos”, indicó.
Por su parte la presidenta de la Comisión de Educación, Flor Emilia Guerra Mena apoyó el pronunciamiento de la legisladora Angélica Díaz, al advertir que el regreso a clases, como se ha visto en otros países, ha contribuido al crecimiento de la tasa de contagios.
“Debemos estar conscientes de que el ciclo de la pandemia no ha terminado; si bien es cierto, en nuestro estado ha bajado la tasa de contagios, ésta no ha desaparecido y se debe tener mucho cuidado en cómo se van aplicando las etapas de desconfinamiento”, indicó.
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La diputada de Morena precisó que el hecho de que los hospitales tengan disponible capacidad instalada para la atención de la pandemia, no justifica, de ninguna manera, que debamos relajar las medidas de cuidado y menos de aquellas relativas al cuidado de las niñas, niños y jóvenes, así como del personal del sector educativo.
Recordó que la estrategia seguida por la Secretaría de Salud, desde el conocimiento de la pandemia, fue retirar del espacio público al menos a dos terceras partes de la población mexicana. En este sentido, se tomó la medida de suspender las clases presenciales, con el objetivo de que, además de que niños y jóvenes estuviesen protegidos del contagio, que tampoco fueran vías para el contagio de sus padres o abuelos.
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