Culiacán, Sin.- ¡No nos damos abasto…! Dice extenuada, pero con una amplia sonrisa la médico internista Martha Alicia Torres, al advertir que desde julio pasado la pandemia del Covid-19 no da tregua.
Son pasadas las cinco de la mañana, la cola, se va haciendo cada vez más larga, la gente llega asustada, pero con la esperanza de que ahí va a encontrar la salud que ha perdido: la mayoría están contagiadas de Covid-19.
Apenas amanece y se abren las puertas del hogar de la doctora Martha Alicia Torres Reyes, en la colonia Rosario Uzárraga quien con un amplio sentido de calor humano, atiende a los pacientes en la cochera habilitada como consultorio, conocido como “Covitario”.
Para no llegar a estos extremos, la especialista recomienda que si sienten algún malestar de inmediato acudan con un especialista.
“Si tienes antecedentes de haber estado en contacto con un enfermo de Covid, busquen de inmediato hacerse la prueba y si esta sale negativa y si siente alguna molestia en su pecho, en su faringe, por favor busque atención médica, no implica que tenga que venir al Covitario, busque un profesional de la salud que lo valore, que escuche sus pulmones y si es candidato sáquese una tomografía porque en esta tercera ola hemos detectado pacientes con serología, PCR negativa para Covid, sin embargo la pulsación pulmonar es de Covid”, dijo.
Martha Alicia Torres Reyes, coordinadora General de Salud del Ayuntamiento de Culiacán, desde que inició la pandemia hizo suya la frase de la Madre Teresa de Calcuta: "Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido".
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Dejó su cómoda oficina, su puesto de burócrata y con el estetoscopio en mano, cubrebocas y una mirada amorosa, presta sus servicios personalmente a pacientes activos de Covid, incluso, se contagió, al vencer el virus, volvió para darle la batalla, ahora con más ahínco y entrega porque hay males que se curan con amor, más que con dinero.
El llamado Centro Covitario, fue instalado a instancias del alcalde de Culiacán, cuando inició la pandemia, recuerda la doctora que Jesús Estrada Ferreiro preocupado con el alto número de contagios, le dijo y ahora que “chingados” vamos a hacer.
Recuerda que hace más de un año, durante la primera ola de Covid, primero empezaron en un pasillo que les prestó el Hospital Civil, para atender a los trabajadores del Ayuntamiento, pero cuando los casos se empezaron a multiplicar el espacio fue requerido por las autoridades del nosocomio porque ya no se daban abasto.
“Ofrecí mi casa. Empezamos brindando apoyo a todos los trabajadores del ayuntamiento de Culiacán, que se contagian con Covid-19, luego el servicio se extendió de manera gratuita a otras personas de escasos recursos”, señala.
Precisa que por la tarde, atiende a gente que puede pagar 800 pesos y que no quiere estar entre el gran número de enfermos que llegan desde temprano.
Con un amplio sentido de calor humano, la doctora hace más llevadera la enfermedad a quienes visitan su “hospitalito”, donde los consulta, les da tratamiento y cuando es necesario les proporciona oxígeno.
La doctora explica que a la fecha se han atendido a más de cuatro mil personas que requieren atención por la enfermedad y son atendidas por ella, dos trabajadoras y gente voluntaria que la apoya en ordenar recetas, expedientes, tomar presión, etc.
En el Covitario los voluntarios asisten al lugar en sus ratos libres, como Rocío Gastéleum quien conoció el lugar al acudir a una cita y se quedó como enfermera y voluntaria.
Además la gente se empezó a involucrar y ahora, empiezan a donar medicamentos para sacar adelante este servicio a gente que no tiene recursos.
"Esta sala es como la sala donde tenemos a los pacientes que están en condición de gravedad, que tienen una neumonía con una fase lo que denominamos médicamente fase trombótica", explica y asegura que el tratamiento es al aire libre para evitar contagios.
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