Culiacán, sin. - A nombre del Grupo Parlamentario de Morena, en tribuna la diputada Yeraldine Bonilla Valverde, aseguró que el crimen de Javier Valdez, significó un mensaje ruin para la libertad de prensa en Sinaloa y en el país.

“No sobra reiterar el mensaje ruin que este crimen significó para la libertad de prensa en Sinaloa y en el país, dada la importancia que esta actividad representa para la vigencia plena de un sistema verdaderamente democrático, por sus aportes a la transparencia del ejercicio del poder.

Al cumplirse este miércoles dos años del crimen del periodista, señaló que este homicidio incrementó de una manera aún más impactante e indignante, la ya larga lista de crímenes contra periodistas que en los últimos años había convertido a México en uno de los países más peligrosos para el ejercicio de esta profesión, en el marco de una inaceptable crisis humanitaria de inseguridad y muerte.

Un día como el de mañana, que hace dos años era de fiesta para las maestras y maestros, se volvió de luto para la sociedad sinaloense por el infame asesinato del periodista Javier Valdez, del semanario Riodoce.Yeraldine Bonilla Valverde

La diputada de Morena, aseguró que su pérdida significó no sólo un golpe al gremio periodístico, sino a los contrapesos que deben existir en una democracia, entre los que se cuentan los medios de comunicación, más cuando son independientes del Estado.

Javier Arturo Valdez Cárdenas luchó siempre contra las injusticias sociales y políticas, y los abusos de poder del viejo sistema político mexicano, y a favor de cambios que las combatieran, es decir, fue una persona valiente y valiosa para su pueblo.

Diputada de Morena

La diputada de Morena señalo que su homicidio incrementaba, de una manera aún más impactante e indignante, la ya larga lista de crímenes contra periodistas que en los últimos años había convertido a México en uno de los países más peligrosos para el ejercicio de esta profesión, en el marco de una inaceptable crisis humanitaria de inseguridad y muerte.

Indicó que la pérdida del periodista significó, entonces, no sólo un golpe al gremio periodístico sino a los contrapesos que deben existir en una democracia, entre los que se cuentan los medios de comunicación, más cuando son independientes del Estado.