Eran las 4:30 de la tarde, y la jornada de toma de muestras de ADN y perfil genético que realizó el Centro Nacional de Identificación Humana en Culiacán estaba a punto de concluir en su último día, pero aún se encontraban varias personas en espera, entre ellas un par de mujeres de mediana edad que parecían un poco intranquilas.
Se trata de Perla Karely y su madre, quienes viajaron de Estación Obispo a la capital del estado para dejar su muestra de ADN y ser parte de la Base de Datos que está construyendo la Comisión Nacional de Búsqueda a fin de acelerar los proceso de identificación humana.
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“Es que está muy lento y vino mucha gente de ayer que quedó en seguimiento, van 39 y nosotros somos el 43, por lo mismo no quisimos venir ayer, porque era el primer día, iba a estar más lleno, hay mucha gente que no alcanzó ayer, que nada más dejó los datos y ahorita están viniendo y es a los que están pasando primero”, comentó Perla.
“Dicen que todavía faltan 4 familias y el camion sale a las 5:00, y ya no hay otro”, explicó Perla Karely el motivo de su desesperación.
En octubre de 2021 el Subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas admitió que México se encuentra en una crisis forense con más de 52 mil cuerpos sin identificar. De 1964 a 2022 el país superó la cifra de las 110 mil personas desaparecidas, es decir, una de cada dos personas reportadas como desaparecidas ha sido encontrada sin vida y permanecen sin identificar.
Según datos del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, el 60 por ciento de los cuerpos no identificados se encuentran en fosas comunes de cementerios públicos, el 7 por ciento yace en instalaciones de servicios forenses, el 5 por ciento en universidades, el 1 por ciento en centros de resguardo forense, y del 22 por ciento restante se desconoce su paradero.
Más de 5 mil en Sinaloa
Los datos no son exactos, según el Director General del Centro Nacional de Identificación Humana, Alejandro Jiménez, en Sinaloa hay más de 5 mil registros de personas desaparecidas, colectivos de búsqueda mantienen un registro alterno de personas que por temor o desconfianza en las autoridades no realizan la denuncia formal y se acercan a los colectivos de búsqueda para encontrar a sus familiares.
María Isabel Cruz Bernal, líder del colectivo Sabuesos Guerreras AC, ha declarado que la cifra real de personas desaparecidas ronda los ocho mil casos.
Perla Karely y su familia son originarios de Guanajuato y emigraron a Sinaloa hace más de una década como muchos jornaleros que buscan una mejor calidad de vida en los campos agrícolas, se asentaron en la comunidad de Estación Obispo y mantenían una vida tranquila hasta el día en que desapareció su hermano.
La zafra había concluido y con los ahorros que logró juntar durante la temporada José Dolores Ramírez Canchola viajó a Guanajuato a visitar a su familia, según los relatos fue a comprar a la tienda y ya no regresó.
“Mi mamá aquí estaba y tuvo que ir ese mismo día, corrió por todos lados, a la Cruz Roja, los hospitales, en las comisarías, en todos lados, supuestamente tienen cámaras en las calles y nada”, relató Karely.
Desde entonces ha sido un largo caminar en la búsqueda de su hijo, en las autoridades ha encontrado un silencio sepulcral, y cobijo en las personas que también tienen a un familiar desaparecido.
La madre de José Dolores ha recorrido varios estados de la República en búsqueda de su hijo, ha recorrido las fiscalías dejando información, muestras de ADN y su contacto para recibir información, han pasado más de dos años de su desaparición y espera encontrarlo con vida.
“Mi hermano desapareció en Guanajuato y mi amá ha ido a dejar las mismas pruebas a Guanajuato, a Morelia y fue a Querétaro, está una para Nuevo León y también piensa ir, porque nos interesa encontrarlo, darle seguimiento, no quedarnos esperando”, comentó Karely.
“Ella quiere dejarlo por todas partes, ella quisiera dejar las huellas por todos lados”.
A la par de la declaratoria de crisis forense, el Subsecretario de Derechos Humanos solicitó la creación de un banco nacional forense para agilizar los procesos de identificación, ya que actualmente cada estado y dependencia tiene su propia base de datos, aunque es común el intercambio de información.
En mayo del 2022 fue reformada la Ley General en Materia de Desaparición Forzada que dió pie a la creación del Centro Nacional de Identificación Humana, el cual se encuentra en Xochitepec, Morelos e inició operaciones en agosto del mismo año.
Desde entonces el CNIH ha realizado jornadas de recolección de muestras de ADN en Colima y Nayarit, la más reciente jornada fue en Sinaloa, donde estuvieron presentes en las ciudades de Los Mochis, Guasave, Culiacán y Mazatlán, se estima que recogieron alrededor de 300 perfiles genéticos.
La madre de Karely pertenece al Colectivo de Búsqueda Hasta Encontrarte, de Guanajuato, donde desapareció su hijo, y fue por medio del grupo de WhAtsaap del mismo colectivo que se enteró que el CNIH estaría en Culiacán recibiendo muestras de ADN.
La jornada fue el 27 y 28 de febrero en un horario de 9:00 a 17:00 horas, pero no pudieron ir el primer día porque tenían que pedir permiso en su trabajo.
“Por medio del colectivo de allá nos mandaron un comunicado, teníamos que pedir permiso en el trabajo porque como ayer fue lunes, la gente se pone más estricta (los patrones) y como el domingo no hubo trabajo, ¿a quién le pedimos permiso?”, comentó.
Para acudir a la toma de muestra Karely y madre perdieron un día de trabajo, salieron muy temprano de casa y aunque fueron de las primeras en llegar a la sede de la jornada, había muchas personas que tenían turno del día anterior.
“Nos vinimos en el camión de las 6:30 (de la mañana), pero ayer hubo person
as que no alcanzaron a pasar, dejaron sus datos y hoy están viniendo y los pasan primero, nos toco el número 43 y va en el 39”, comentó Perla.
La toma de muestra y la creación del perfil genético tarda hasta 50 minutos, una decena de trabajadores del Centro Nacional de Identificación Humana no fue suficiente para atender a las familias que se dieron cita.
En esta primera visita la madre de José Dolores no pudo registrar sus datos y los de su hijo desaparecido, regresó a casa con la promesa de que pronto volverá una brigada de la CNIH a continuar con la construcción de perfiles genéticos.
Centro de resguardo
En Culiacán se construye el Centro de Resguardo Temporal, el cual se encuentra en un 40% de avance en la sindicatura de Aguaruto, contiguo a la penitenciaría; contará con nichos para restos áridos y gavetas para cuerpos y restos óseos en descomposición.
40
Millones de pesos costará la inversión en el Centro de Resguardo de restos, para llevar un orden de personas desaparecidas.
200
Son los nichos que tendrán para restos áridos, es decir, huesos de personas cuya muestra de ADN tendrá que estar accesible.