Culiacán, Sin.- “¡Vivan los empleados de salud!”, exclamó el gobernador Quirino Ordaz Coppel, como un homenaje a los doctores y enfermeros que han estado al frente de una pandemia que se ha llevado empleos y vidas.
Pero una expresión al viento, no compensa el bono que el gobierno le debe al sector salud y los insumos.
“El gobernador no tiene vergüenza, está más centrado en verse bien, en sentirse aprobado y construir un estadio que piensa abrir en octubre. Es más importante los convenios y tratos empresariales que darle al sector de la salud las necesidades que en la pandemia salieron a relucir", indicó para El Sol de Sinaloa una enfermera del Hospital Regional 1.
Criticó que el jefe del Ejecutivo los menciona en su grito como si fueran héroes, pero no se da cuenta que en verdad trabajan en la precariedad.
“Mientras nosotros recibimos a infectados, damos la noticia de otro deceso, hace tiempo él o su esposa, quisieron 'ayudarnos' organizando una rodada cicilista. No más fueron a aglomerar gente y la verdad es que ni juntaron tanto", dijo, por otro lado, un doctor de clínica IMSS.
A la par de que la pandemia daba inicio en el estado, manifestaciones en diversos hospitales se llevaban a cabo.
La corrupción, la ignorancia y el desinterés de las autoridades por afrontar la realidad, era señalada por los trabajadores que hicieron su vida a lado para atender sinaloenses en la pandemia.
Aún sin paga, sin bonos o prestaciones, estuvieron y están ahí, en el “triage” respiratorio.
PROTESTAS
Hospital de la Mujer, Hospital Civil de Culiacán, Hospital General de Culiacán, Hospital Regional y Pediátrico mantuvieron manifestaciones constantes por falta de pagos y de Equipo de Protección Personal (EPP).
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