Culiacán, Sin. Hasta atrás de una veintena de jóvenes vestidos de verde, un señor de 40 años caminaba rezagado en la marcha por la justicia del asesinato de Lidia Andree, desaparecida y calcinada por sus amigas, por un supuesto robo de joyas.

Se trata de su tío Braulio, quien asegura que detrás del crimen de odio, hay un narco junior de Costa Rica.

Lidia vivía muy rápido y no la alcanzamos. La muchacha era muy querida pero también dicen que por envidias la mataron las que decían ser sus amigas.

Braulio

Y es que el caso de la joven tiene consternadas a sus amigas, novio, familia y culichis que se enteraron de la atroz muerte de la joven de 18 años de edad por redes sociales, las imágenes de dos mujeres, y una leyenda que las sentenciaba como asesina y cómplice.

"La familia conocía a las muchachas, muy fiesteras, lo normal de la edad. Uno no pensaría la siniestralidad de su mente como para quemar a Lidia y dejar solo su cabeza y un brazo de su cuerpo", externa.

Don Braulio expresó que la madre de Lidia tenía poca comunicación con ella. De acuerdo con él, la joven era la hermana del medio de tres hijos. Su joven madre vive en la sindicatura de Costa Rica con su esposo, mientras que su segunda hija vivía en Culiacán con su abuela.

No había mucha comunicación de la muchacha con su mamá, yo siento que si hubiéramos sabido que iba andar con sus amigas, algo pudiéramos haber hecho por ella.

Don Braulio

El 1 de julio la ficha de búsqueda bajo el Protocolo Alba se activó, la familia de Lidia ya sabía quiénes eran las involucradas en su desaparición, pero no querían adelantarse a los hechos, asegura Braulio.

“Ella avisó que se iba a quedar a dormir con una de sus amigas, y pues todo normal, se supone eran sus amigas y ya vez. La desaparecieron, la mataron y la quemaron con diésel. Yo escuché en el velorio que, entre las que iban, que eran cuatro, bajaron a una de 15 años de la camioneta en la que andaban para ir a cremar a mi sobrina” platica, mientras el escuálido contingente verde ya casi llegaba a la Fiscalía General del Estado.

En el contingente no había más que una activista, Rosa Neriz de Sabuesos Guerreras A.C., grupo de búsqueda.

“Yo esperaba más gente y esperaba más activistas”, subrayó el familiar de la asesinada.

LAS AMENAZAS

Una de las muchachas, en la audiencia, aceptó su culpa, pero la otra no. Y las otras dos que andan sueltas, no quieren decir nada, que porque las amenazaron.

El tío de Lidia

- ¿Por quienes fueron amenazadas? ¿Cree que alguien más estuvo detrás de la idea de calcinarla?

“Sí, mira, una de las muchachas es de Costa Rica y está protegida por un narco junior. Yo creo que alguien de ese ambiente les ayudó y tienen protegida a esta niña de Costa Rica, la misma que, estoy seguro, fue la de la idea retorcida de quemar a mi sobrina”.

Solo un par de familiares de Lidia se presentaron a la marcha que, la Fiscalía intentó cancelar, pues de acuerdo a los manifestantes, se les dijo que mejor no realizaran ninguna actividad de este tipo, por seguridad.

“Esta marcha, como otras de muchachas asesinadas, es muy importante. La justicia que se pide es la siguiente: que las autoridades aprehendan a quien hace falta aprehender, si no pudieron encontrarla a tiempo, al menos que hagan bien y pronto el proceso. Ella no puede defenderse ya, ya la mataron… y si robó joyas o no, eso no es lo importante, ¿cómo alguien puede llegar a matar a una persona así?”, reclama Braulio al llegar ya a la Fiscalía e incorporarse al pequeño contingente.

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Hoy, hay una segunda audiencia para continuar desahogando pruebas sobre el hecho. Los amigos y familiares de Lidia desean que se haga lo justo respecto al proceso penal, al menos, pues lo justo era que la joven siguiera viviendo como la recuerdan sus amigas: alegre, amorosa y enérgica.

MARCHA POR JUSTICIA

Con gritos y pancartas, marcharon familiares y amigos acompañados de colectivos desde la Catedral de Culiacán hasta la Fiscalía General del Estado (FGE); exigiendo justicia por el asesinato de la joven de 18 años, Lidia Andree.

La marcha fue convocada por familiares y movimientos sociales y participaron cerca de 50 personas, principalmente jóvenes.

Familiares comentaron que les habría sido recomendado por la FGE no realizar marchas o manifestaciones, ya que "no tiene" caso porque, actualmente ya se están llevando a cabo las investigaciones correspondientes respecto a la joven asesinada.

Afuera de las instalaciones de la FGE llevaron a cabo cantos y gritos, tanto por Lidia Andree, así como por todas las mujeres desaparecidas y asesinadas en Sinaloa, resaltando nombres como Mayra e Ingrid.

Lidia Andree fue declarada desaparecida el pasado 1 de julio en la colonia Guadalupe Victoria en la capital de estado.

El 2 de julio fue encontrado un cuerpo calcinado en un lote baldío ubicado en la colonia El Barrio; el cadáver se encontraba irreconocible por lo que no se logró la identificación, incluso se llegó a creer que se trataba de un hombre. Tras estudios de ADN se le reconoció como Lidia Andree.

Con los datos de prueba obtenidos por la Fiscalía se estableció la presunta responsabilidad de Paola Nereyda “M” y Erandi Abigaíl “M” en la comisión de los actos constitutivos de delito por la desaparición y muerte de la joven.

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