Culiacán, Sin.- Aquella madrugada de sábado después de recorrer en varias ocasiones la ciudad capitalina Yiham se encontraba en los dormitorios de Cruz Roja durmiendo, cuando el ruido aturdidor de la chicharra la hizo saltar de la cama.
De prisa y aún con los ojos pesados pregunta sobre la situación, en radio le informan sobre una volcadura por el bulevar Paseo Niños Héroes, frente al Zoológico.
Junto al operador de la ambulancia y un alumno del ENTUM (Escuela Nacional de Técnicos en Urgencias Médicas), suben a la unidad de socorros y se dirigen hacia el “Malecón Viejo”.
EL ARRIBO
Al arribar al sitio la paramédico no da crédito de lo que sus ojos ven, con la poca luz que hacía esa madrugada helada de diciembre, mira un Jeep Rubicón color gris, el cual estaba deshecho de la parte frontal del lado del piloto y un cuerpo colgaba entre los vidrios rotos.
Lo primero que piensa es que el tripulante había fallecido y su labor sería solo llegar a declarar.
De a poco se acerca al lado izquierdo de la unidad, observa como la carrocería del auto rodea un árbol y entre más se aproximaba escucha una respiración agónica, jadeante, casi extinta.
AFERRÁNDOSE A LA VIDA
Lo siguiente era brindar las atenciones, para poder trasladar; desesperada y sabiendo que era una vida con pocas posibilidades, llama a Bomberos para que procedan a liberar las piernas del paciente prensadas entre la carrocería y el árbol.
Junto al joven aprendiz realizan maniobras desde la vía aérea y canalizan para la aplicación de soluciones.
De pronto un hombre que pasaba por la zona dijo conocer al joven.
“Se llama Eduardo, pero todos le decimos “Lalo”.
Ante la sorpresa Astorga Félix aborda al hombre, pidiendo datos del paciente, lo más que pueda mencionar y solicita llame a sus familiares, para así brindar las atenciones con más seguridad, conocer las alergias y enfermedades es indispensable.
Tras la llamada a los familiares estos señalaron el hospital a donde lo trasladaran, así como más datos del joven deportista.
Al saber el nombre del paciente, Yiham le habla.
“Lalo, si estás consiente, si me escuchas, apriétame la mano”.
En ese momento la paramédico sitió como el joven se aferraba a la vida sin soltar su mano, ahora ambos se aferraban a una vida, Yiham por salvarla y “Lalo” por volver a ver la luz del sol.
Después de varias horas y de que el sol se hiciera presente ese diciembre, Bomberos lograron liberar la pierna del paciente, la cual estaba desecha en su totalidad, se podían ver los huesos y ya no goteaba sangre.
TRAYECTO
De camino al hospital Yiham y su alumno maniobraban; lo primero fue limpiar y cubrir la pierna, aplicando solución y algunas gasas y vendas, para proteger la herida.
El trayecto al hospital fue corto, en menos de cinco minutos la ambulancia se encontraba en las afueras de Urgencias, donde un hombre y una mujer esperaban por su hijo.
Al bajar la camilla de la unidad de socorros Yiham observa al padre del paciente que llorar al mismo tiempo que abraza a la madre, y los cuestionan sobre el estado de su hijo.
El paciente había logrado llegar con vida a la sala del nosocomio.
Al salir la joven paramédico y sus compañeros son abordados por los padres del joven, mismos que les agradecieron por las atenciones brindadas a alguien que no conocían.
Pasaron algunas semanas y por conocidos Astorga Félix se enteró que el joven estaba bien, que no perdió su pierna y se encontraba en recuperación.
PERFIL
Yiham Astorga Félix, ingresó a Cruz Roja por medio de un programa estudiantil. Posterior a esto se inscribió en Juventud, y años después, aún con una carrera de Mercadotecnia ingresó al ENTUM.
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