Culiacán, Sin.-En 2018 la tormenta tropical “Willa” azotó en Sinaloa, dejando varias comunidades bajo el agua, familias que perdieron todo su patrimonio se encontraban a la espera de ayuda, y Cruz Roja fue una de las primeras instituciones que estuvo ahí.
Imelda Barraza fue una de las voluntarias dentro de Cruz Roja que acudió a las comunidades de Navolato.
Después de que “Willa” arrasara con todo a su paso paramédicos voluntarios de Cruz Roja acudieron a las comunidades a hacer el recuento de los daños.
Barraza Lara junto a otros cinco paramédicos se transportaban en una ambulancia a la comunidad de El Pinole, donde el nivel del agua había alcanzado hasta los dos metros en algunas viviendas.
Imelda no sabía qué esperar, cada vez se encontraban más lejos de Culiacán, y así cada vez veía más y más desastre, árboles caídos y lagunas de lodo a cada lado de la carretera.
En poco tiempo estaban llegando a la primera comunidad de Navolato, con sus uniformes rojos era imposible no llamar la atención, entre el lodo se fueron adentrando a cada uno de los hogares, su trabajo ahí era hacer el recuento de los daños.
La Contigencia
A como se adentraban a la comunidad Barraza Lara observaba las caras de preocupación de los habitantes, muchos lo habían perdido todo, en shorts y sin camisa andaban algunos hombres, los niños algunos ni calzado tenían, y las mujeres preocupadas se llamaban unas a otras sin saber qué hacer.
Al ver a los paramédicos algunos curiosos se acercaban, pedían informes. No querían dejar sus cosas, aunque ya el lodo las había cubierto, pero necesitaban descansar y comer algún bocado, querían saber de algún lugar seguro para llevar a sus hijos.
En ese tiempo aún no se habían habilitado albergues en puntos cercanos, por lo que debían trasladarse a zonas seguras en la cabecera.
Otro pocos, en los que el agua apenas había subido unos 40 centímetros sacaban lo que aún servía, y con la poca agua potable que tenían lavaban los pisos.
A la caravana de paramédicos también ser acercaron personas que presentaban cortadas por alambres y vidrios que no lograban distinguir en el lodo, y otros cuantos que habían perdido sus medicamentos y temían algo anduviera mal.
Imelda recuerda haber atendido a no más de 6 personas con heridas en manos y pies.
El primer y segundo día fue del recuento de daños, necesitaban saber cuántas personas necesitaban ayuda, y con qué se los iba a apoyar.
A partir del segundo día regresaron a las comunidades con insumos, alimentos, colchones, ropa y algunos electrodomésticos para aquellos que lo habían perdido todo, ya no recorrieron casa por casa, esa vez en las zonas comunes hicieron las entregas.
Así estuvieron por las dos semanas siguientes, visitaron las zonas más afectadas en el centro del estado, principalmente Navolato, así como las zonas del sur y norte del donde familias enteras también lo habían perdido todo.
Perfil
Imelda Barraza Lara ingresó a Cruz Roja en el municipio de San Ignacio, cuando tenía 32 años, después que le surgió la necesidad de saber primero auxilios, donde estudio en el TUM.
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