Culiacán, Sin.- A un mes de los violentos sucesos ocurridos, la ciudad de Culiacán se encuentra en un proceso de recuperación tras una serie de eventos que dejaron una profunda huella en la comunidad. De acuerdo a datos oficiales, esta ‘narcoguerra’ ha dejado más de 173 muertos y 184 desaparecidos.
El 9 de septiembre es una fecha que sin duda quedará en la memoria de los culichis, pues un enfrentamiento entre dos cárteles que se extendió por un mes, ha mantenido a la ciudad en un paro casi total en sus actividades. Las balas y el miedo invadieron el ambiente, dejando un saldo trágico de varios heridos y muertos, además de desaparecidos, así como un impacto significativo en la percepción de seguridad en la región.
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El inicio de estos enfrentamientos se dieron a raíz de que dos grupos criminales conocidos como “Los Chapitos” y “La Mayiza” se disputaran el control del Cártel de Sinaloa tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada.
Los hechos violentos comenzaron con una balacera en distintos puntos de la ciudad casi de manera simultánea, el intercambio de balas comenzó a las 5 de la mañana de ese miércoles, provocando el pánico en la ciudad y el cancelamiento del servicio de transporte. Asimismo, se comenzó una intensa actividad policiaca en el sector sur de la ciudad, el cual ha sido el blanco de diversos enfrentamientos durante este mes.
Al pasar de los días, comenzaron a aparecer hombres asesinados en el sector sur de Culiacán, frente al parque acuático Splash Club, a algunos se les colocaba un sombrero como distintivo, fue en dos ocasiones en que se localizaron cuerpos de esta misma manera en ese lugar, por lo que se implementaron operativos de seguridad en esta área.
El impacto cultural y social
Desde entonces, la población ha vivido un clima de temor y ansiedad. Muchos habitantes han expresado su preocupación por la creciente violencia en Culiacán y sus alrededores. La cancelación de eventos culturales y recreativos ha afectado la economía local, y los negocios han experimentado una disminución en la afluencia de clientes debido al miedo de salir a la calle.
Uno de los eventos más esperados por los culichis y que fue cancelado, es el concierto de Luis Miguel, además el de Alejandra Guzmán, quienes por cuestiones claramente de seguridad, decidieron posponer las fechas de su presentación, dejando a miles de fanáticos a la espera de una resolución.
Por otro lado, algunos comerciantes y emprendedores han tenido que cerrar las puertas de sus negocios, algunos de manera temporal, mientras que otros fueron de manera definitiva al no tener solvencia económica.
Asimismo, las actividades escolares fueron pausadas casi en su totalidad, por lo que los alumnos estuvieron cursando clases en línea para evitar la exposición a un hecho violento, como ocurrió el pasado 24 de septiembre, cuando tras una persecución a las 9:30 de la mañana, se desató una balacera y los menores que se encontraban en una escuela recibiendo clases, tuvieron que resguardarse bajo sus pupitres, desatando entre los padres de familia una preocupación latente ante la situación de Culiacán.
Otros de los sectores afectados por la violencia durante este mes, han sido los músicos, quienes han tenido que salir a pedir apoyo a los cruceros de distintos puntos de la ciudad, pues ante la falta de eventos, el trabajo se ausentó casi a un 100 por ciento.
¿Y las autoridades?
Las autoridades han intensificado sus esfuerzos para restaurar la seguridad y la confianza en la comunidad. Se han implementado operativos de seguridad y se han reforzado las medidas preventivas para evitar que sucesos similares ocurran en el futuro. Sin embargo, la falta de resultados inmediatos ha generado críticas y desconfianza entre los ciudadanos.
Para reforzar la seguridad en la ciudad, han arribado en tres ocasiones elementos de las fuerzas armadas, con la intención de que la tranquilidad vuelva a las calles y la ciudadanía pueda retomar sus actividades.
Este jueves 10 de octubre, arribaron 100 elementos de las fuerzas armadas, luego de una reunión sostenida entre el gobernador del estado y el gabinete federal de seguridad.
Mientras la ciudad intenta recuperarse de esta experiencia traumática, muchos cuestionan cómo se puede avanzar hacia la paz y la estabilidad. La comunidad busca formas de unirse y apoyar a las víctimas, además de exigir justicia y una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
