Culiacán, Sin.- En Jahuara I, uno de los centros ceremoniales de la cultura Mayo-Yoreme en Ahome, se resiste a cerrar sus puertas ante el COVID-19.
Gerónimo, al igual que sus hermanos Mayos-Yoremes en Sonora y Sinaloa, se encuentran en una lucha interna en la que prefieren ser “Yoremes caídos” antes que dejar de cumplir sus promesas a su Dios: Juya aniya.
Juya aniya, es el pensamiento yaqui, tribal, en su máxima expresión, una visión del mundo prehispánica, viva dentro de la comunidad aún presente en nuestros días. Se puede decir que es la religión de la tribu antes de la llegada jesuita, esta creencia el sol y a la luna son deidades que rigen la vida de los hombres. Dichas deidades se representan por medio de las danzas y los cantos dedicados a ellos, cuando estos cesan el dios se va con el viento, y se presenta cuando quiere, ya sea en el aire, los animales o en los sueños.
En un mundo mágico y sobrenatural como en el de la tribu, lo onírico no será tan solo el inconsciente, dándose a conocer. Ni tampoco un reflejo de pasiones o deseos dormidos, durante el día, será un medio de enlace entre el Juya aniya y el mundo material, por medio de sueños se develarán incógnitas sobre la vida, la muerte, el hombre y su papel como tal en este mundo.
Gerónimo Escalante, explica que, las devociones que se hacen en la comunidad Yoreme, son por promesas al creador que deben ser cumplidas y, ahora en la Semana Santa, no se pueden ver interrumpidas por el coronavirus.
Estamos conscientes de que es una pandemia que nos puede matar pero no podemos frenar nuestras costumbres porque van más allá de lo que la gente ajena a nosotros ve. Preferimos ser Yoremes caídos a dejar de cumplir con nuestras mandas Gerónimo Escalante
Previo a la obligada cuarentena por la pandemia, Gerónimo, platica que, las autoridades de Ahome llegaron prepotentes a querer explicarles por qué debían resguardarse y suspender sus fiestas santas.
Esas no son las formas. Nosotros pedimos respeto a nuestra cultura y autonomía, estamos conscientes de que podemos ser criticados por no querer dejar de realizar los ritos, pero si los gobernantes tradicionales (municipales), no entienden lo que para nosotros significa, pues que no hablen Gerónimo Escalante
Últimamente, platica Gerónimo que, las autoridades del gobierno, tanto en Sinaloa como en Sonora, han querido “meter mano”, a la organización y toma de decisiones dentro de la comunidad Mayo-Yoreme.
La llegada de los gobernadores a nuestros pueblos se han percibido como una amenaza a nuestra organización. Ellos no nos toman en cuenta, pero quieren manejarnos con apoyos económicos para entonces manejarnos. Las cosas no son así y nosotros no los necesitamos
Gerónimo Escalante
El bautizo de los judíos no se puede suspender
La cultura mayo-yoreme conmemora íntegra la Semana Santa y la Cuaresma, así como las fiestas que mantienen vínculos con el calendario litúrgico (la Santísima Trinidad, los Días de San José, San Ignacio de Loyola, la Santa Cruz, la Virgen de Guadalupe y el Día de Muertos).
Para Melitón Yocupicio Llanes, profesor de la Universidad Autónoma Intercultural de Sinaloa (UAIS), después de la llegada de los primeros misioneros el pueblo mayo-yoreme adoptó el nombre de judíos para designar a los danzantes que tradicionalmente se ven por las calles del norte del estado en estas épocas.
Cuando los mayos conocieron la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo sintieron la necesidad de corregir sus «faltas» mediante la «manda» de vestirse como judíos y hacer los recorridos ceremoniales.
Ser judío, explica Gerónimo, abarca un pensamiento de resistencia, por lo que con ese sufrimiento se pagan los beneficios que Dios otorga. La tradición de los judíos debe regularse a fin de no desvirtuarla. “Cuando un yori se pone la máscara, se dice que quedó endiablado y debe ser bautizado.
“No podemos interrumpir esta ceremonia”, destaca.
Para los yoris, o sea los yoremes, los adultos mayores son un referente de sabiduría y respeto. Dentro del contexto de la pandemia, son el grupo más vulnerable a contraerla. Geronimo Escalante, señala que el realizará sus rezos y bautizos en su casa, con la “Sana Distancia” y con pocas personas. Sin embargo, hay yoris que, no se quedarán en casa.
Mi padre me contó que en sus tiempos también hubo una pandemia y que para cuando estaban velando a uno, moría a otro pero, eso no los detuvo en seguir rezando y pidiéndole al creador que ya no nos mandara más cosas Gerónimo Escalante
Y eso es lo que está en el pensamiento de los yoris, prefieren pedirle a su Dios que no les mande nada más, continuar con su tradición, antes que traicionar sus costumbres y herencias, a quedarse resguardado en casa sin hacer nada.
Todos tenemos miedo pero más miedo, de acuerdo a la cosmovisión de nosotros, de que el creador nos mande otra enfermedad o pandemia Gerónimo.
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SIN FRENO
Los miembros de la tribu señalan que no pueden poner frenos a sus tradiciones, aún con el riesgo que hay.
SANA DISTANCIA
Lo que sí pueden hacer es mantener la llamada sana distancia durante sus ritos de la Semana Mayor.
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