Mazatlán, Sin. Ni la pandemia del coronavirus detuvo al biólogo marino Fernando Enciso Saracho en su labor de guardián de tortugas que emprendió desde el año 1977, cuando se integró a la primera brigada de servicio social en el Campamento Tortuguero de Playa Ceuta.
No fue uno ni dos, sino varios arribos de tortugas marinas que le tocó observar en playas mazatlecas, entre marzo y julio de este año, previo a la temporada alta, lo cual marca un fenómeno antes no visto y que podría estar relacionado con el cambio climático.
Tiene el grado de Maestría en Ciencias Pesqueras, el cual realizó con un trabajo de captura accidental de tortugas por los barcos camaroneros, y aunque ya está jubilado como docente de la UAS, donde impartió la materia de Ecología en la Escuela Ciencias del Mar, sigue colaborando como asesor en los campamentos tortugueros de Ceuta y el Caimanero, así como del grupo Cerritos Sea Turtle Rescue.
CAMPAMENTOS Y VEDA
Empezó en 1977 como brigadista en el Campamento Tortuguero de Playa Ceuta, al terminar sus estudios en la Escuela de Ciencias del Mar de la UAS, en 1980, se hizo cargo de ese programa hasta que se jubiló en el 2012. En el año 1986 fundó el campamento tortuguero del Caimanero.
Fernando comenta que la tortuga marina se puso en peligro de extinción a raíz de una pesquería muy fuerte que se dio en el año de 1968, y Mazatlán era uno de los principales mercados del país donde se acopiaba su carne, piel, aceite y sangre para ser comercializada.
“Se agotó la población y se paró hasta 1970, cuando se establece una veda por tres años, en el 73 vuelve otra vez la captura, y de ahí ya no se suspende hasta 1990, que ya se hace la veda total. A nosotros nos tocó en 1977, sí estaba permitido la pesca a las cooperativas, pero no en la playa, nunca se ha permitido capturar tortugas en la playa, porque es la que sale a anidar”, expresó.
Recuerda que el Campamento Verde Camacho inició en 1975 y al siguiente año se abrió el de playas Ceuta, con el rescate de poco más de 300 nidos que representaban entre 3 mil y 5 mil huevos, en 1977 y 1978, con el apoyo de la brigada estudiantil, aumentó la colecta a 7 mil y 11 mil huevos, respectivamente.
“Actualmente, el campamento de Ceuta anda por el orden de los 500 a 700 nidos, con un promedio de entre 40 mil y 50 mil huevos, y máximos de 70 mil huevos, y es uno de los campamentos que tiene menos cosecha porque hay muchos depredadores y es una playa de 40 kilómetros, es difícil tener un control en una playa tan grande”, apuntó.
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CAMBIO CLIMÁTICO
El biólogo comenta que gracias a esta labor de los campamentos, en los últimos años ha habido una recuperación significativa de la población de la tortuga marina; sin embargo, además de la depredación, a partir del 2005 surgió otro problema, que tiene que ver con el cambio climático. En el primer año, la natalidad bajó hasta un 10%, ya que las temperaturas subieron a grados letales para los huevos y crías, cuyo rango no debe salirse de los 26 a los 35 grados.
“La natalidad en ese tiempo bajó a casi 10%, la mayoría de los huevos tronaron, y de ahí para el real, siempre fue esa constante, del exceso del calor, en ese tiempo sí se sabía lo del cambio climático pero no pensábamos que fuera a pegar tanto”.
Señala que los primeros en usar mallas sombras para proteger los corrales de anidación fue el campamento que él presidía, el de playas Ceuta, ya que siempre habían tenido el apoyo de una empresa agrícola que les facilitó unas mallas que utilizaban en invernaderos.
NUEVO FENÓMENO
Para Fernando Enciso, el arribo de tortugas previo a la temporada normal que es de julio a diciembre, representa un fenómeno nunca antes visto, ya que no es uno ni dos, sino bastantes las tortugas que salieron a la arena a desovar entre marzo y julio, cuando menos él tiene el registro de 30 casos confirmados.
“Como el Acuario no se presentó ningún día en las playas por lo de la contingencia del Covid-19, yo levanté toda esta información, en recorridos que hice desde el Malecón entre mayo, junio y parte de julio, aquí está toda la información, este fenómeno no se había dado, este año empezó”, aclaró.
Dijo que este proyecto de investigación lo denominó como “Análisis de Anidaciones Previas a la Temporada Normal”, el cual planea exponerlo en el próximo Simposio Internacional sobre Biología y Conservación de la Tortuga Marina que se llevará a cabo en Colombia.
El trabajo consistió en registrar el arribo de tortugas con todos sus datos y movimientos.
“Es increíble todo lo que te platican las huellas, si tú haces un análisis detallado, completo, te da mucha información, desde la influencia que tiene la luz en el movimiento de las tortugas, estudio que presenté en Japón, y ahora esto, anidaciones previas a la temporada, así que seguiré analizando esto”, concluyó.
CIFRAS
De 700 mil hasta un millón de huevos han rescatado campamentos tortugueros de El Verde Camacho, Estrella del Mar y Caimanero, en temporadas altas.
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