Culiacán, Sin.- Un lugar en el que se forjaron anhelos de adultos mayores, esperanzados a ser encontrados por sus familiares y que para otros más fue la luz al final de la calle, tendrá que resurgir de las cenizas.
Se trata del refugio El Buen Samaritano, un espacio tipo diurno que sin fines de lucro, apoyó en los últimos años a decenas de adultos mayores en situación de calle.
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Desde su creación, con apoyo de la ciudadanía, la iglesia y algunas instituciones de los gobiernos municipales y estatales, el buen samaritano logró recabar desde techos, cobijas, alimentos y hasta medicamentos a fin de salvaguardar a sus inquilinos.
En este lugar que se formó de pequeños cuartos, unos de material concreto, algunos otros de tejas y hasta de lonas, se habían hospedado todo tipo de ciudadanos, incluyendo en el artistas de talla internacional, como fue el caso de John Linki, un compositor costarricense que ahora habita en Culiacán.
Esta casa hogar, además de techo y cobija, dio apoyo a decenas de personas durante la pandemia del Covid-19.
El Buen Samaritano fue consumido esta tarde por las llamas de un incendio y, aunque se desconoce las causas del siniestro, todavía es incierto el futuro de un hogar para quienes habitan actualmente en él.
En promedio alrededor de 30 adultos mayores vivían ahí, ahora tendrán que esperar para ver qué sucede con ellos y de nueva cuenta reconstruir lo perdido.