Culiacán, Sin.- En el extremo sur del estado de Sinaloa, en el municipio de Escuinapa, se encuentra un tesoro arqueológico oculto a los ojos del mundo durante siglos: la Pirámide de El Calón.
Aunque fue descubierta en 1968, esta monumental estructura ha permanecido en gran medida en el anonimato de la historia arqueológica de Mesoamérica, pero ¿Por qué ha pasado desapercibida y qué secretos alberga? Aquí te contamos un poco más.
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Un enigma
Según diversos investigadores, existen tres causas principales para la indiferencia que rodea a la Pirámide de El Calón, y todas están interconectadas. En primer lugar, su ubicación remota, lejos de los centros de investigación arqueológica, ha dificultado las excavaciones y estudios necesarios para determinar su origen y propósito.
En segundo lugar, la falta de información precisa sobre los antiguos habitantes de esta región ha hecho que su historia permanezca en la oscuridad. Y en tercer lugar, la relativa ausencia de estudios sobre el idioma y la cultura de los totorames, quienes podrían haber tenido un papel fundamental en la construcción de esta pirámide, ha contribuido a su misterio.
Su historia
De acuerdo con el investigador de la UNAM Luis Alfonso Grave Tirado, en el siglo XVI, la vasta región que se extendía entre el río Santiago en Nayarit y el río Piaxtla en Sinaloa estaba habitada por los totorames, un grupo que formaba parte de la familia lingüística utoazteca.
Su estilo de vida se centraba en la pesca y la producción de sal. Sin embargo, lo que hace a esta tribu aún más intrigante es su conexión lingüística. Aunque parecían estar relacionados con las lenguas sonorenses, su fonología tenía similitudes notables con el náhuatl. Esto ha llevado a algunas teorías sobre una posible subfamilia azteca-corachol que incluiría al corachol, la lengua de los totorames.
Centro ceremonial olvidado
Los antiguos habitantes del sur de Sinaloa y norte de Nayarit, con fuertes vínculos lingüísticos y culturales con los nahuas, erigieron la Pirámide de El Calón en algún momento de su historia prehispánica. Este montículo, construido principalmente con conchas de ostión y pata de mula, se encuentra en las marismas nacionales de Escuinapa y se cree que fue un centro ceremonial crucial para estas culturas antiguas.
La primera exploración seria de El Calón fue llevada a cabo por Stuart Scott, director del proyecto Marismas Nacionales, en 1968. Su investigación apuntó a una posible fecha de construcción alrededor del 1750 A.C., basándose en el análisis de muestras de conchas extraídas del montículo.
Atractivo turístico
En las últimas dos décadas, la Pirámide de El Calón se ha convertido en un atractivo turístico, especialmente para los amantes del turismo histórico. Para llegar allí, los visitantes deben adentrarse en las marismas nacionales de Escuinapa y navegar en canoa durante aproximadamente 45 minutos hasta llegar al sitio. A pesar de que el montículo está cubierto de vegetación en la actualidad, aún es posible apreciar cómo las conchas se apilaron meticulosamente para dar forma a esta estructura enigmática.
Para saber
La Pirámide de El Calón sigue siendo un enigma sin resolver en el mundo de la arqueología mesoamericana. Su misteriosa historia, su conexión con los totorames y su remota ubicación siguen siendo temas de investigación y debate. A medida que se desentrañan los secretos de este sitio arqueológico, se espera que revele más sobre la rica historia de las culturas prehispánicas en la región de Sinaloa y Nayarit.