Culiacán, Sin.- Con la sentencia de cadena perpetua y 30 años de cárcel que dictaminó el gobierno estadounidense a Joaquín “El Chapo” Guzmán, ciudadanos de Culiacán consideran que con esta medida se cumple justicia, al ser un castigo que se merecía.
Después de meses de juicios polémicos, al presentarse una acción legal en contra de uno de los narcotraficantes más grandes de la historia, las personas coinciden en que es una decisión justa, afirmaron que son las consecuencias que se generan cuando se va en contra de la ley.
Indicaron que los 30 años de cárcel, aunado a la cadena perpetua, es una buena estrategia por parte del juzgado de Estados Unidos, ya que de esta manera, aún y cuando los abogados de “El Chapo” presenten un amparo, tendrá que permanecer el resto de su vida tras las rejas.
Al ser cuestionados al respecto, algunos tomaban unos segundos para definir su postura a favor o en contra de esta medida, pero en poco tiempo expresaban su simpatía con la sentencia.
En ese se ntido, comentaron que la justicia que tanto exigían y anhelaban los familiares de las personas que fueron asesinadas o involucradas en las estrategias del narcotraficante, finalmente llegaba, e incluso, este precedente puede ser un llamado de atención para quienes se dedican al narcomenudeo en Estados Unidos.
Dijeron que el hecho de que fuera extraditado al país vecino, fue en su momento un aseguramiento que ya no permitirían que Joaquín Loera fuera de nueva cuenta prófugo de la justicia.
Un ciudadano que dio a conocer su posicionamiento en anonimato, expresó que se merecía permanecer en la cárcel, ya que el narcotraficante no podría querer el perdón por todo el crimen que realizó por años y el daño que provocó.
Por su parte, Adrián, señaló que “se hace justicia, porque es un delincuente a nivel internacional y cometió demasiados delitos y más que nada, con ello, conlleva muchos homicidios y para mí se me hace justo”.
En contra parte, las personas que consideran que “El Chapo” no debió de recibir esa sentencia, defendieron que esto en primer lugar debió de haberse suscitado en México al ser su país y no permanecer los próximos años en el extranjero.
SIN CHAPO SIGUE VIOLENCIA
Además de que Joaquín Guzmán sólo es un eslabón más de la gran red que existe en el narcotráfico, el cual no es erradicado por las grandes cantidades de dinero que se mueve en el consumo de ciudadanos de Estados Unidos, además de la corrupción que existe de las autoridades policiacas y los politicos.
“La culpa no es de él por sembrar mariguana y por vender heroína”, aseguró Enrique, quien añadió que el narcotraficante no tiene la culpa del mercado que tiene, el cual no es en México, por lo que mientras el sistema no sea modificado, el problema continuará existiendo.
A diferencia de otros años en donde hasta manifestaciones hubo en apoyo al “enemigo público número uno de los Estados Unidos”, la sentencia contra “El Chapo” fue tomada con recelo por culichis entrevistados.
No estoy ni a favor, ni en contra del narcotráfico, pero no creo que haya manifestaciones, sería un desperdicio la verdad, sería estar a favor de la corrupción y eso da vergüenza.
Con incertidumbre, los culichis manifestaron temor ya que dijeron que aunque “El Chapo” esté en prisión, la inseguridad y el narcotráfico no se acabará nunca en Sinaloa, mucho menos en el país.
Aquí lo valoran (“El Chapo”) y lo respetan mucho, a pesar de ello, creo que no ha habido tanta violencia, pero con la sentencia creo que va haber cambios en ese ambiente.
Joven estudiante
En cuanto a la detención de “El Chapo” Guzmán, que se sabe fue realizado en conjunto con policías de Estados Unidos, dijo: “creo que acá las autoridades les dio miedo a actuar, por las represalias que pueda llevar consigo y aquí hace falta que tengan un poco más de pantalones para hacerlo; seguramente habrá hechos violentos porque hay mucha gente que trabaja con él, y la vida de mucha gente mejoró gracias a él, pero eso no le quita que haya cometido hechos ilícitos”.
De hecho, tras la captura del capo de capos registrada en enero del 2016, la violencia en Sinaloa no paró, al contrario, tuvo un repunte por el vacío que generó su captura y que provocó una nueva guerra intestina entre los grupos que conforman el Cártel de Sinaloa: por un lado “Los Chapitos”, hijos de Joaquín; por el otro, Dámaso López Núñez, El Licenciado. Hoy, y pese a que las autoridades de seguridad presumen descenso de inseguridad, Sinaloa sigue padeciendo el mismo ambiente de violencia con Chapo o sin Chapo.
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