Culiacán, Sin.- La pandemia del Covid-19 está revelando las desigualdades ya existentes: desde enfermar del virus, hasta mantenerse vivo o sobrellevar las dramáticas consecuencias económicas que deja la pandemia, desde las pérdidas humanas, empleo y hasta el hogar.
Los momentos son difíciles, preocupantes, estresantes que hasta algunos jefes o jefas de familia han querido quitarse la vida por la situación tan aciaga que están padeciendo.
Miguel Ávila es padre de dos menores de edad, hace un mes perdió a su esposa a causa del coronavirus, dice que la agonía de su mujer fue larga y costosa, tan es así que tuvo que vender su casa en la Lázaro Cárdenas y apenas le alcanzó para solventar los gastos.
Me quedé sin mi esposa y sin hogar para mis hijos.
Miguel
Narra que tenía trabajo en una empresa donde se desempeñaba como supervisor, su sueldo le daba para sostener a sus hijos holgadamente, sin embargo, en mayo, dos días después del día de la madre, su esposa empezó con los síntomas, se le empezó a atender con un médico particular, aparentemente iba saliendo de coronavirus, pero, un día, empezó a faltarle aire, entonces, fue necesario extremar los cuidados y obvio, los gastos fueron más fuertes.
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“Yo tuve que aislarme junto con mis hijos, mi esposa estaba completamente alejada de todos. Le daba los alimentos, los medicamentos con suma precaución hasta que finalmente fue hospitalizada”.
Explica que con el pretexto de que la empresa no podía sostener a tantos empleados, lo dieron de baja, lo que agravó la situación.
“Tengo un vecino que siempre me ofrecía comprar mi casa, lo busqué, hicimos trato y de inmediato la vendí. Me permitió quedarme por unos meses habitándola, ahora, mi preocupación es a dónde irme con mis dos niños para empezar una nueva vida, sin trabajo y sin dinero para hacerle frente a lo que nos espera”, señala.
INFORTUNIO
Julián es otro ser humano tocado por el infortunio, adversidad que los ha unido y que tratan de darse valor para sortear lo que les espera. Cuenta Miguel, que se encontraron en el hospital con el mismo dolor.
“Julián, se veía triste, me acerque y desde ese día somos los mejores amigos, aparte de que su esposa estaba delicada porque padecía de diabetes, a veces, no tenía para comprar algún medicamento y de acuerdo a mis posibilidades lo ayudaba, él por su parte compartía sus alimentos conmigo, su suegra no dejaba de llevarle comida, nos encontramos y nos acompañamos durante el sepelio de nuestras esposas, la de él murió primero, pero siguió acompañándome a diario en el hospital”, señala.
Por su parte Julián narra que su trabajo era hacer machaca y entregarla en las tiendas, vive en Infonavit Humaya y que le ofreció su casa a Miguel.
“El Covid-19 nos golpeó muy duro a los dos, dejó a tres niños huérfanos. Yo tengo un plebe de 16 años, mi amigo dos niños, una pequeña de cuatro años y el niño de seis años, de alguna manera vamos a salir adelante, debo hasta la ropa que traigo puesta, pero de alguna manera no me siento tan mal porque esta enfermedad nos hermanó”, indica.
Ellos conocen los sacrificios que todos los que tienen a un enfermo por Covid-19 ya que durante la enfermedad de sus pacientes, platican, se dan consuelo y se siguen apoyando.
“Tenemos otro amigo, Moisés, está muy mal perdió a su esposa y a su primer niño que apenas había nacido y se contagió. Se ha querido quitar la vida en dos ocasiones, nosotros lo visitamos. Una de mis hermanas es sicóloga, lo apoya, dice que requiere con urgencia un siquiatra. En la próxima semana lo vamos a llevar al hospital siquiátrico. Lo entendemos porque también nosotros perdimos a un ser querido…” señala Julián.
Lo que también preocupa a estos sinaloenses es la falta de cuidados para que no sigan los contagios, además de que aseguran que está enfermedad está peor que nunca.
“En las noticias no salen todos los reportes verídicos. Nosotros mismos lo vimos y lo estamos viendo. Todos los hospitales y clínicas de Culiacán están llenos de este virus, lo que está ocasionando que los pocos recursos y bienes que tiene una familia, se esfumen porque además este virus ya no solo está matando gente mayor , sino e gente que estaba totalmente sana y han fallecido como mi esposa”, señala Miguel.
Nada más les digo que el traslado la ambulancia te cobra 15 mil pesos.
Miguel
Precisa que si el DIF u otras instituciones quisieran conocer la cruda realidad que están viviendo las familias sinaloenses se acerquen solamente un ratito y conocerán historias verdaderamente desgarradoras.
Hay quienes salen a la calle con la receta en mano para pedir el apoyo de la ciudadanía y llegan llorando porque no pudieron comprarla, hay inyecciones que te cuestan hasta dos mil pesos, dice.
Lo que narra Miguel, lo podemos ver en las redes sociales, gente que está solicitando el apoyo de la gente de buena voluntad para sacar adelante a su paciente.
Por ejemplo está el llamado para ayudar a la doctora Dalia Gabriela Sosa Atondo y a su bebé recién nacido que están luchando por su vida.
APOYO
La Ginecóloga Dalia Gabriela Sosa Atondo, quien enfrenta una grave situación de salud al ser contagiada de Covid-19 estando embarazada con 7 meses de gestación, está internada en calidad de grave puesto que está intubada y conectada a un respirador. Se le practicó cesárea para extraerle su bebé, misma que se encuentra en una incubadora también luchando por su vida.
Su familia no alcanza a cubrir los gastos que implica la hospitalización y el medicamento, por lo que ha optado por solicitar la ayuda solidaria de los ciudadanos a través de aportaciones económicas a la cuenta 4152 3132 9937 5332 de BVVA.
Hay otros casos, como el de un albañil que no tuvo para atenderse, su familia lo hacía con remedios caseros, un amigo subió a las redes sociales, el apoyo, sin embargo, falleció.
También está el del reconocido saxofonista Rafael Morales perdió la vida luego de una dura batalla contra el coronavirus, que lo mantuvo hospitalizado durante más de 20 días.
Su familia comenzó a pedir la ayuda de la sociedad para poder seguir cubriendo una atención médica ya que los recursos económicos que disponían se les agotaron por lo costoso y prolongado que ha resultado esta enfermedad.
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Faltaría espacio para dar a conocer cada caso de cada familia sinaloense que no tiene recursos para hacerle frente a esta pandemia. Dios nos proteja.
El Covid-19 nos golpeó muy duro a los dos, dejó a tres niños huérfanos.
Miguel Ávila, Esposo de víctima de Covid-19
NO ES JUEGO
Existen testimonios en la pandemia de familias que gastan de 100 hasta más de un millón de pesos tratando de salvar la vida a su ser querido.
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