Mazatlán, Sin. - A la edad de 8 años, Jorge comenzó a conocer los beneficios que deja el consumir las llamadas hierbas medicinales, que por varias generaciones han formado parte de los usos diarios de muchas personas en la ciudad.
En su infancia, él era llevado todos los días por sus padres, Antonio y Guadalupe, al centro de Mazatlán, donde comercializaban lo que conocía como “ramitas”, que se encontraban en pequeños envoltorios transparentes.
La calle Aquiles Serdán, del primer cuadro de la ciudad, ha sido desde entonces el lugar donde ha comercializado sus “remedios”, que inicialmente los transeúntes podían apreciar sobre la banqueta. En aquel entonces, el pequeño puesto se encontraba a las afueras de lo que era el Cine Zaragoza, ahora está ubicado a un costado de ese lugar, justo afuera de una famosa mueblería.
En los 52 años que tiene el negocio, reconoce, ha tenido que aprender los beneficios y virtudes de cada una de las hierbas medicinales que llegan a sus manos, para posteriormente empaquetarlas.
A nosotros, mis hermanos y a mí, aquí nos traían siempre, porque siempre andábamos con ellos y quieras o no, nos empezábamos a enseñar y conocimos para qué servían las diferentes ramas y hojas que vendemos.
Jorge
Cuando su mamá o papá no podía abrir el puesto por alguna razón, él entraba al quite. Así ha sido su vida, entre hierbas y atendiendo a la gente, lo que le ha permitido llevar el sustento a su hogar, así como lo hacía su papá para sacar adelante a su familia.
De la sierra a la ciudad
Reconoce que las hojas, ramas y tallos son de árboles que difícilmente son encontrados en la ciudad, por lo que tienen que ser traídos de pueblos lejanos.
Es la gente de rancho la que conoce los diversos tipos de plantas que hay en la región en la que viven, y que son las mismas que utilizan para curar algún tipo de padecimiento. Las hierbas son variadas, muchas son suaves, otras fuertes y extremas, por lo que hay que saber las cantidades que se deben utilizar en un niño o en un adulto para no tener complicaciones.
Jorge
Enfermedades curadas
Muchas de las personas que han acudido a consumir sus productos resultan beneficiadas; han llegado a su puesto como una última opción en la enfermedad que padecen.
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Hemos tenido muchísimos clientes que han sanado, luego de tratarse con la medicina de patente y no ver muchos resultados, pues ya ellos recurren a la medicina alternativa, que son las plantas medicinales.
Jorge
La fama de la medicina herbolaria, aseveró, ha hecho que su gran variedad de productos llegue hasta otros países del mundo.
A su puesto han acudido personas de Estados Unidos y Canadá, así como del resto de los Estados de toda la República Mexicana.
El uso del Internet es otro medio que utiliza la gente para darse cuenta de las bondades que tienen las hierbas, las mismas que ofrece en su pequeño puesto, por lo que cuando llegan a él muchas veces saben qué remedio pedirle. Si no, pues él los puede orientar.
Al día, acuden entre 2 y 4 personas a solicitar algún tipo de recomendación, o en su caso adquirir uno de los envoltorios con alguna hierba medicinal.
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Entre los productos más solicitados se encuentran el boldo, la prodigiosa, el trastachinole, el cuachalalate, el sangregado, zapote blanco, perejil, entre otros.
Actualmente, precisa, los clientes se acercan a buscar hierbas que les permita contrarrestar los cambios bruscos del clima, los cuales producen tos y gripa.
El insomnio, e inclusive hasta la presión, reconoce, son otras enfermedades en las que la gente ya no busca hacer uso de los medicamentos de patente.
Jorge asegura que, como cualquier otro negocio, hay precios accesibles y otros no tanto, pero que no dejan de ser adquiridos por la gente.
En su puesto pueden encontrar plantas de 30 o 40 pesos mínimo, aunque en ocasiones su costo se eleva, no sólo por su demanda, sino también por la dificultad que representa conseguirlas.
Aunque no es mucha la remuneración que deja el vender hierbas curativas, su profesión le han ayudado a sacar adelante a su familia, como lo hicieron sus padres hace 50 años.
Desde pequeño conoció el mundo de las hierbas, y ahora, a sus 61 años de edad, sabe con exactitud para qué sirve cada una de las que él ofrece en su puesto. Para el cáncer, la diabetes, el asma o cualquier tipo de mal… él tiene el remedio.
DATO
52 años tiene en Mazatlán el negocio de hierbas de Jorge.
PRODUCTOS MÁS SOLICITADOS
Boldo
Prodigiosa
Trastachinole
Cuachalalate
Sangregado
Zapote blanco
Perejil
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