Culiacán, Sin.- Algo se venía venir y en apariencia estaba planeado desde tiempo atrás ya que oscuros intereses presionaron para que el crimen fuera perpetrado.
De acuerdo con fuentes del penal de Aguaruto, el asesinato de “El Panda”, presunto pistolero del Cártel de Sinaloa -y quien habría participado en el rescate de Ovidio Guzmán López durante los disturbios del Culiacanazo-, fue echado a la suerte desde un día antes en que ocurrió un connato de riña en el módulo 2, un área del Centro Penitenciario de Aguaruto reservado para funcionarios o personas que logran pagar su traslado al ser uno de medida seguridad.
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Según cuentan los informados, una semana antes de los extraños homicidios del módulo 27, en distintas áreas de la cárcel se taparon cámaras de videovigilancia de manera coordinada, situación que se reportó al C-4, y se transitó sin ningún contratiempo.
El domingo 20 de noviembre, aprovechando lo relajado de la seguridad con el Día Festivo, fueron movidos dos sujetos al módulo 2, pero los internos de esta área rechazaron la presencia de estas personas, por lo que se hizo el borlote que había un intento de motín que de inmediato fue aplacado.
Fue así como los dos reos fueron llevados al módulo 27. En este módulo, según las fuentes, se han suscitado eventos violentos. A fines de agosto, un reo se disparó al rostro mientras que el secretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda Camarillo, intentó minimizar el asunto bajo el argumento de que el interno presentaba problemas mentales.
Semanas después, la Policía Estatal Preventiva reventó ese módulo, quitó celulares y todo objeto prohibido al interior, y para que no quedara registro, apagaron las cámaras, ya que hasta el mismo Castañeda admitió que se trata de un módulo con “seguridad robustecida”.
Según la fuente, en realidad el traslado de los dos hombres se trató de un acto premeditado para gestionar el crimen de los reos que terminaron sin vida.
“Para empezar, en ese módulo a los custodios no se les permite entrar armados, ¿cómo a un sólo custodio le quitan su arma y con ella matan a dos? No fue una riña, eso ya estaba planeado”, relata la fuente.
La versión oficial
El secretario de Seguridad Pública del Estado, Cristóbal Castañeda Camarillo, tuvo que abandonar ese día unas compras familiares para acudir a las afueras del centro penitenciario.
Ahí, confirmó que el agresor de “El Panda” y el otro reo, identificado como Isaías, había despojado de su arma de cargo al custodio y con la misma mató a los hombres.
Además un tercer interno resultó herido de arma de fuego. A éste lo atendieron de manera auxiliar en el penal y posteriormente fue trasladado a un hospital.
“Tenemos ubicado al presunto responsable”, afirmó Castañeda, quien de inmediato dió a conocer el apodo de “El Panda”.
Sin embargo, el titular de la SSP no dio detalles sobre la identidad del sujeto que agredió a los dos internos, ni tampoco abundó sobre que el matón era uno de los dos reos que habían sido cambiados apenas un día antes.
¿Quién era el panda?
De acuerdo con la misma versión de Castañeda, “El Panda” fue el sujeto que en septiembre de 2021 dio muerte a dos compañeros de celda en el módulo 8, en medio presuntamente de una borrachera en donde corrió de manera abundante el alcohol.
Supuestamente jugaban a la baraja y algo salió mal, que primero comenzó con una discusión y luego terminó a balazos entre ellos mismos. En la escena de la carraca quedaron botes vacíos de cerveza y regueros de objetos personales.
Uno de los muertos, según la SSP, era uno de los jóvenes que participaron en el frustrado rescate de un herido en el Instituto Mexicano del Seguro Social en marzo de 2021, en el contexto de la guerra entre las huestes de “El Ruso” y la célula de “Los Ninis”.
“Estaban en una reunión, ya serán las pruebas periciales quien verifique si estaban consumiendo alcohol o algún tipo de droga, reitero, no fue un enfrentamiento, ni tardaron tres horas en llevar el control, obviamente si se fijan se tiene que tener el control, se tuvieron que emplear medios no letales para desarmar esta persona, la la intención no era hacer un uso excesivo de la fuerza”, comentó en aquella ocasión Cristóbal Castañeda.
Sin embargo, en la escena encontraron dos armas de fuego, una calibre .45 milímetros y otra calibre .9 milímetros, indicativo que los reos iban armados. Los datos indican que fue “El Panda” el que acabó con la vida de los otros jóvenes.
Según las versiones, “El Panda” era gente de Los Chapitos mientras que otro de los ultimados por él, eran de “El Ruso”. De ahí que una de las hipótesis generadas tras los asesinatos de estos días, es que las venganzas al interior del centro penitenciario continúan a flor de piel.
