Culiacán, Sin.- La distancia que nos previene de pescar un virus, fue la misma que cerró la puerta de los planteles privados por tiempo indefinido, y que puso en incertidumbre a Joceline y Adriana que, como efecto colateral, perdieron su empleo.
La realidad les encadenó la puerta de su salón de clases y a su vez, las hizo tomar una decisión: emprender con resiliencia.
Las maestras llevan ya más de tres años dando clases, y no habían sido víctimas de una situación similar.
“Un día nos llaman y nos dicen que por cuestiones económicas ya no se podrá seguir con el colegio, por lo que decidimos emprender un proyecto que integra la filosofía High Scope y lo aprendido como docentes en el plantel donde trabajábamos” explica Adriana Quiroz.
Es por eso que, junto con Joceline Villa, crearon un proyecto adaptado a las áreas de oportunidad que deja la educación casa, realizando un programa personalizado para cada niño que vaya a requerir de su acompañamiento en esta nueva modalidad de clases.
“Nosotros haremos uso de la metodología del colegio donde laborábamos, la cual es magnífica y tratamos que, al enseñar, nos podamos acercar al niño, a sus emociones y demostrarles a sus papás que es una buna opción para que sus hijos no sólo estén frente a una pantalla y ya” dice Joceline Villa.
La docencia no es fácil de ejercerla, implica retos y un camino a recorrer para aspirar a ser parte de la nómina de la Secretaría De Educación Pública, misma en la que pareciera que los lugares se otorgan sólo a los que hacen de todo, menos dar clases. Para aspirar a un lugar en la secretaría, se debe aplicar un examen y, así, poder gozar certeza laboral como docente.
Adriana y Joceline comenzaron como docentes en una institución privada porque, si se desea ejercer en esta profesión, es más fácil obtener trabajo en estos espacios, sin embargo, se está expuesto a situaciones que, como la pandemia, pueden dejarlas sin ejercer.
La aventura para las dos profesoras, es ahora, promover su servicio como docente particular, en una ciudad dónde ven a las maestras como niñeras o cuidadoras, mientras los papás no están.
“Para los papás es caro invertir en la educación de sus hijos y no ven necesario el que, además de que les asesoremos, les brindemos una rutina con juegos y actividades para fomentar el desarrollo integral del niño. Por eso ha sido complicado este proyecto, pues algunos padres no logran ver el beneficio de ese extra que queremos darle a la educación del alumno” externa Adriana.
Hasta ahora, las docentes ven como un reto y experiencia de sus capacidades, el adaptar su vocación a lo que ha implicado la pandemia, pero más adelante, esperan poder ser parte de los docentes que integran la nómina de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, no sólo porque podrán laborar con seguridad y prestaciones, sino porque ambas profesoras aseguran que estarán más preparadas y gustosas de añadir un valor agregado al plan educativo que impartirán a sus alumnos.
SEGUIR EL PROYECTO O NO
El proyecto Educación en Resiliencia cuenta con una metodología similar a la Montessori, en donde se aprende en conjunto al alumno, es una educación integral y se lleva una bitácora de todo lo que el menor va adquiriendo, a lo largo de su ciclo escolar. Además de que ellas cuentan con su material educativo y recreativo, el cual llevarán a los hogares de los niños que acompañen en este ciclo escolar virtual.
“Si a las familias les gusta, seguiremos hasta donde podamos, a mí sí me gustaría volver a incorporarme a un colegio porque quiero volver a dar clases de historia o de lectura, pero a su vez impartir talleres de lectoescritura por las tardes, o impartir asesorías escolares en mis momentos libres” manifiesta Adriana.
Joceline ya fue valuada para ser parte de los docentes de SEPYC y aprobó su examen, sin embargo, el proceso que generalmente es lento, se ha detenido por la misma contingencia sanitaria.
“Si nos va bien, continuamos, no hay que dejar a medias lo que no empieza y si en estos tiempos prospera, yo me arriesgo a continuar, porque sería seña de que estamos haciendo bien nuestro trabajo” dice Joceline.
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El equipo de maestras mantiene una visión distinta a la educación tradicional y esperan que su cartera de alumnos crezcan, no sólo para tener un ingreso, sino para acompañar a familias que desconocen la “Nueva Escolaridad”.
PARA SABER
Si desea los servicios de las docentes, puede contactarlas en la página de Facebook: Educación con Resiliencia o al número 667 428 8985.
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