El trauma de enfrentarse al luto en la pandemia

El sufrimiento, el proceso de dolor y las etapas por las que pasa el familiar ante la pérdida de un ser querido o el empleo representan una gran carga traumática

Juan Carlos Ramírez │ El Sol de Mazatlán

  · sábado 27 de junio de 2020

Mazatlán, Sin.- Para la sicóloga Bertha Hernández Lizárraga, quien ha tratado a más de 150 pacientes con problemas de salud mental durante la pandemia del Covid-19, el duelo que enfrentan las familias por la pérdida de un ser querido es doblemente traumático y requiere de un proceso lento para salir de las etapas de negación y tristeza, para llegar a la aceptación.

"En el contexto de Covid-19, las pérdidas están siendo abruptas, dramáticas y traumáticas, primero porque es un evento que irrumpe, llega y rompe con todo nuestro esquema y estructura, ese sentimiento de que me han quitado algo me produce un proceso de duelo que puede ser desde una reacción de tristeza dentro de los parámetros normales, por decirlo así, hasta derivar en duelos patológicos o duelos muy traumáticos" dijo Hernández Lizárraga.

Centros comerciales, antros y casinos deberán esperar. Foto: Rolando Salazar │ El Sol de Mazatlán

Refiere que el hecho de no poder ver a la persona fallecida, genera una carga traumática más severa que en tiempos normales, donde se acompaña a los familiares en el velorio, en la ceremonia religiosa, misa, el sepelio y el novenario.

"En este tiempo no es posible despedirnos de nuestros seres queridos, salen de la casa, llegan al hospital y es posible que sea el último contacto que tengamos con ellos, no los podemos ver después del fallecimiento y estamos limitados para compartir el dolor, no podemos abrazarlos, no podemos acompañarlos" comentó.

Comenta que en la pandemia de Covid-19, cuando menos le ha tocado atender 40 casos por procesos de duelo, donde se ha visto en la necesidad de dar contención a familias enteras del finado.

En el caso de quien pierde un empleo, la persona tenía cierta normalidad, un ingreso, la seguridad y certeza de garantizar sus necesidades básicas como la alimentación, protección y medicamento, además de las esenciales que son respirar, comer y tomar agua, que dan el equilibrio y la autorregulación del cuerpo, a lo que se llama homeostasis.

Foto: Cortesía | IMSS

Ante una crisis o una pérdida, sea material o física, se puede perder la homeostasis, generando un desequilibrio en la persona al sufrir tres tipos de afectaciones: uno, a nivel emocional y emotivo, se presentan una serie de sentimientos; dos, una respuesta natural del cuerpo, lo somático, que se convierten en síntomas que provocan una enfermedad, y tres, lo cognitivo, que la persona pierde su capacidad de concentración y memoria.

Es aquí cuando la persona puede llegar a creer que ya no sirve para nada y empieza a dudar de sus propias capacidades.

"Hay que tomar en cuenta que ante la situación , el miedo a ya no tener garantizado el sustento afecta todas las esferas, hay personas que pueden reaccionar de una manera con sus recursos, enfrentar esa pérdida y decir bueno voy a buscar una nueva manera de sobrevivir, se pueden desarrollar otras capacidades que tiene. Y por otro lado, la persona sin capacidad ni recursos, enfrenta la pérdida y es cuando viene el duelo" señaló la psicóloga.

Óscar Tirado Bernal y su familia fueron víctimas del Covid-19. Foto: Rolando Salazar │ El Sol de Mazatlán

PROCESO DE TRISTEZA

En tiempos normales, las ceremonias religiosas, las misas, la velación, el sepelio y los novenarios, ayudan a procesar el duelo de una manera más sana en lo emocional, pero en tiempos de Covid, no es así.

Hernández Lizárraga comenta que si bien en la contingencia por el coronavirus todos sufren, en el caso de los familiares que han tenido una pérdida de un ser querido hay un carga traumática más severa que requiere la atención de las personas más cercanas y conocidas, desde los primeros minutos que se da la noticia.

Sin embargo, advierte que se deben cuidar las expresiones de condolencia, ya que no todas ayudan en el duelo.

"Lo primero es transmitirle que sentimos su pérdida y que esperamos poder ayudarle y acompañarle, pero esto tiene que ser de una actitud en principio empática, es decir, si yo estuviera en tu lugar me sentiría igual, de una manera también compasiva, entre los seres humanos debemos de tener no solamente empatía, sino compasión, y la compasión va desde el amor, la comprensión, y la otra cosa es con respeto porque yo no puedo saber lo que el otro está sintiendo su dolor".

Familiares de pacientes que fallecieron por Covid-19 sufren la pérdida sin haberse despedido de sus seres queridos. Foto: Juan Carlos Ramírez │ El Sol de Mazatlán

Señala que hay frases que no se deben decir a un doliente, como: "Ya no estés triste, las cosas pasan por algo, tienes que ser fuerte, ya no llores, ten ánimo, tienes que estar bien por tus hijos, por tus papás, la vida sigue, estando triste no lo dejas descansar, resígnate, así lo quiso Dios, ya estaba muy malito".

La sicóloga aclara que nada de esto le sirve para sobrellevar su dolor, por el contrario podría lastimarle más, lo aconsejable es decirle que no hay palabras suficientes para aliviar su sufrimiento, y que uno quisiera tener palabras para acompañarle en ese dolor, pero que sepa que cuenta con uno para apoyarle en lo que pida durante su proceso.

SE BUSCA EL EQUILIBRIO

Bertha Hernández describe el proceso de duelo como la situación de un acróbata que con una vara o pértiga en sus manos mantiene el equilibrio sobre una cuerda, para no caer necesita apoyarse de un lado, con sus recursos propios para afrontar el sufrimiento, y de otro hacer cosas que la desconecten del dolor.

Conectarse con el sufrimiento, incluye llorar, gritar, enojarse, recordar al difunto, platicar con sus cenizas de cómo le hubiera gustado despedirlo, apartar un lugar para él o ella dentro de la casa y colocar fotografías, sacar el dolor de la manera más sana posible.

Por otro lado, está el desconectarse del sufrimiento, haciendo actividades o cosas que le ayuden a superar el trauma.

Foto: Jesús Verdugo │ El Sol de Sinaloa

"Para recuperar mi equilibrio me puedo ir al otro lado y desconectarme del sufrimiento, a través de la oración, hacer rituales que tengan que ver con la despedida de mi ser querido, actividades dentro de la casa, cuidar mi higiene personal, ese tipo de actividades y acciones que pueden parecer muy simples, te desconectan del sufrimiento, hay películas extraordinarias que hablan de un proceso de duelo y cómo vivirlo, despedirlos con amor, porque de eso se trata el proceso de duelo cuando es con acompañamiento" comentó.

Con respecto a la persona que pierde el empleo, la primera reacción es el shock por la noticia, después viene la negación y el enojo, le sigue la desesperanza y por último la aceptación.

Al igual que en el duelo, la persona debe buscar el equilibrio entre el afrontar el sufrimiento y desconectarse de él, haciendo cosas que le ayuden a salir adelante en lo que vive.

"Los seres humanos somos resilientes y somos resistentes, ser resistente es aguantar vara aunque sufra, qué es mejor, ser resiliente porque es tener la capacidad para enfrentar la adversidad con mis propios recursos", dijo la psicóloga.







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