Mientras que la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), desarrollaba una de las más acuciosas investigaciones en contra de la organización de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, con informantes infiltrados en el Cártel, del lado mexicano la Secretaría de la Defensa Nacional se dedicó a escanear los operadores claves de la facción comandada por Ismael “El Mayo” Zambada, en todo el noroeste del país.
Se trata de 11 lugartenientes que controlan los territorios de Baja California, Sonora, una parte de Chihuahua y Sinaloa. Cada uno de estos cabecillas además tiene una red de contactos que también son investigados por la SEDENA, de acuerdo con documentos confidenciales filtrados por el colectivo Guacamaya a los que tuvo acceso El Sol de Sinaloa.
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Según el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (CENFI), uno de los principales es Jesús Alexánder Sánchez y/o Miguel Ángel Gaxiola, alias “El Ruso”, quien encabezó una guerra en contra de las huestes de Néstor Isidro Pérez Salas, “El Nini”, jefe de seguridad de Los Chapitos.
El conflicto entre ambos bandos en 2020 provocó el desplazamiento forzado de decenas de familias de varias comunidades de la sindicatura de Tepuche, zona que en la actualidad busca recuperarse del exilio de sus habitantes.
Tras perder contra “El Nini”, Jesús Alexánder fue enviado a pelear la plaza de Mexicali por órdenes de “El Mayo”. En esta ciudad fronteriza sigue encabezando una lucha a muerte contra el bando de La Chapiza. La FGR tiene abierta una carpeta de investigación, es la número FED/SEIDO/UEIDCS- BC (000762/2020), por el delito de delincuencia organizada.
En la ficha de la SEDENA, se establece que la célula de “El Ruso” coordina el trasiego de droga de Culiacán a Mexicali, y de ahí a ciudades estadounidenses como San Diego, Los Ángeles y Seatle.
En 2021 en que se elaboró el documento, mantenía a dos manos derecha: Víctor Iram, “El Secre”, y Cipriano Alfonso Peralta, “El Moreño”. Actualmente “El Ruso” sigue al frente de las operaciones de la facción de los Zambada.
Entre los Aquiles y los sonorenses
Dentro de la estructura, la inteligencia militar señala como blanco prioritario en Tijuana a Edwin Antonio Rubio López, “El Max”, líder de célula que ya cuenta con orden de aprehensión desde el 2019 y mantiene el asedio violento contra los rivales de esta frontera.
Es identificado como clave en el grupo de Alfonso Arzate García, “El Aquiles”, el jefe regional del Cártel de Sinaloa en Baja California. A “El Max” lo vinculan con el tráfico de Culiacán a San Felipe, para luego alcanzar las ciudades de Los Ángeles.
El Ejército logró conseguir seis celulares usados por el mismo número de hombres bajo su mando. La SEDENA los identificó por sus alias: Alex, Kevin, Moreno, Antonio, Wacho, David Crisanto y Chaky. Todos ellos están en proceso de judicialización y trabajan entre Culiacán y Tijuana.
Ya en Sonora, entre Puerto Peñasco y Sonoita, los militares identifican a Feliciano Ramírez López, “El Cuaza”, con presencia en el municipio de Plutarco Elías Calles. Además de droga, “Los Cuzas” se dedican al tráfico de indocumentados. Se identificó un único celular que llevó a la SEDENA con Víctor Manuel Escalante, “Verdugo”, jefe de halcones en la zona.
Más hacia el sur, entre Altar y Caborca, está la célula de Los Cazadores, comandada por José Grijalva Rico, “El Chefo”, la cual se dedica a mover droga e indocumentados por el desierto, usando caminos de terracería de difícil acceso para las autoridades.
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